La "Trilogía de Argel " se desarrolla entre 1997 y 1998, el terrorismo asola el país y policías, militares e intelectuales son asesinados sistemáticamente por los integristas. Aislados del terror, los ricos y poderosos disfrutan de sus privilegios.
Gordinflón, mal vestido, extremadamente violento físicamente y verbalmente. Llob es un hombre religioso, integro, honrado, con la conciencia tranquila. Cree en el orden y en los principios, desea que un día la justicia triunfe sobre el tráfico de influencias y los atropellos pero siente que la realidad está lejos de esa utopía. Piensa que la auténtica carrera del hombre es su familia y adora a su mujer, Mina y a sus tres hijos, aunque debe apartarse de ellos para protegerlos.
Llob escribe novelas policíacas. Es un hombre a caballo entre dos mundos. Conoce de primera mano el de los privilegiados e intelectuales aunque no pertenece a él y está desarraigado entre su propia gente a causa de su profesión. Para los que antes era un héroe es ahora un apestado al que intentan evitar por miedo.
Su compañero habitual es el Teniente Lino, antes era un poli corrupto que se dedicaba a chanchullos de todo tipo, ahora es un hombre asustado y traumatizado.
En "Morituri" Llob investiga la desaparición de la hija de un político, en "Doble Blanco" la muerte de un diplomático y un intelectual, en "El otoño de las quimeras" Brahim Llob se enfrenta a las consecuencias, nefastas para su carrera policial y su vida personal, de haber escrito la novela "Morituri" con el seudónimo de Yasmina Khadra. El autor nos muestra así su reacción a haber sido acusado de traidor y antipatriota y explica que utiliza un seudónimo femenino para rendir homenaje a las mujeres por su valentía.
Yasmina Khadra nos muestra un país en guerra, donde las casuchas de mala muerte conviven con las villas señoriales. De un lado los asesinos, de otro los que se aprovechan de la pobreza de la gente, en medio un pueblo bueno y generoso, humilde y digno. La justicia se prostituye con los que pagan más. Dentro de la policía los ineptos, enchufados e indeseables ascienden mientras a los eficaces, por obedientes e imprescindibles se les niegan cursos y becas. El miedo sobrevolándolo todo.
En el apartado gastronómico: sopa de cebolla, bocadillo de merguez y pinchitos de carne con rodajas de cebolla y pimiento.
Libros del Comisario Llob
- El loco del bisturí (Le dingue au bistouri, 1990)
- Morituri (Morituri, 1997) *
- Doble Blanco (Double Blanc, 1998) *
- El otoño de las quimeras (L'automne des chimères, 1998) *
- La parte del muerto (La part du mort , 2004)
* Publicados como Trilogía de Argel
Película
- Morituri, 2007. Francia/Argelia. Director: Okacha Touita. Intérprete: Miloud Khetib (Llob)
El autor
Mohamed Moulessehoul nació en 1955 en Kenadsa (Sáhara argelino). Su madre era nómada y su padre un enfermero que en 1956 se unió al ALN (Ejército de Liberación Nacional - Armée de libération nationale). Argelia consiguió la independencia en 1962 y en 1964, con 9 años, su padre le internó en una escuela militar. Durante 30 años permaneció en el ejército llegando a ser comandante y formando parte de una unidad de élite contra el terrorismo integrista.
Con 18 años escribió sus primeros relatos "Houria" que no publicaría hasta 11 años después. Aunque en los años 80 publicó sus libros con su propio nombre, para evitar la censura y poder expresarse con libertad empezó a utilizar como seudónimo los dos nombres de su mujer: Yasmina Khadra. En 1999 reveló que era un hombre quien escribía y en 2000 abandona el ejército para dedicarse por completo a la literatura. En 2001, tras una breve estancia en México, se instala en Aix-en-Provence (Francia) con su mujer y sus tres hijos. Actualmente reside en París. Su obra ha sido escrita en francés.
Otros libros
- Amen, 1984
- Houria, 1984
- La fille du pont 1985
- El Kahira, 1986
- De l'autre côté de la ville, 1988
- Le privilège du phénix , 1989
- La Foire des Enfoirés, 1993
- Los corderos del señor (Les agneaux du Seigneur, 1998)
- Lo que sueñan los lobos (A quoi rêvent les loups, 1999)
- El escritor (L'écrivain, 2001)
- L'imposture des mots, 2002
- Las golondrinas de Kabul (Les hirondelles de Kaboul, 2002)
- La prima K. (Cousine K., 2003)
- El atentado (L'attentat, 2005)
- Las sirenas de Bagdad (Les Sirènes de Bagdad, 2006)
- Lo que el día debe a la noche (Ce que le jour doit à la nuit, 2008)
- El olimpo de los desdichados (L'Olympe des infortunes, 2010)
- La ecuación de la vida (L' Équation Africaine, 2011)
- Les chants cannibales, 2012
- Algérie, 2012 - con el fotógrafo Reza
- El atentado (L'attentat, 2012) - comic - Loïc Dauvillier, adaptador y Glen Chapron, ilustrador
- Los ángeles mueren por nuestras heridas (Les anges meurent de nos blessures, 2013)
- A qué esperan los monos (Qu’attendent les singes, 2014)
- La última noche del Rais (La dernière nuit du Raïs, 2015)
- Dios no vive en La Habana (Dieu n'habite pas La Havane, 2016)
- Ce que le mirage doit à l'oasis, 2017 - con Lassaâd Metoui
- Khalil (Khalil, 2018)
- La deshonra de Sarah Ikker (L'outrage fait à Sarah Ikker, 2019)
- La sal de todos los olvidos (Le sel de tous les oublis, 2020)
Hace años tuve una compañera de piso argelina, y aunque hablaba poco del tema, era escalofriante oirle que su país, en el que ella había nacido y se había criado, y que era una segunda Francia, se convirtió en algo muy diferente, y como ella se había ido por miedo al extranjero, como tanta y tanta gente.
ResponderEliminarLoque, me alegra que hayas aterrizado en este autor, con todo lo de Getafe Negro se me ha quedado un tanto descolgado.
ResponderEliminarPersonalmente no me puedo hacer una idea, sólo la pequeña ventana que nos ofrecen estos autores, de lo que es vivir ese horror constante.
Gracias por tu comentario.
Octubre de 2009; día 24, otro de los primeros moradores de esta casa: Yasmina Khadra - Comisario Llob.... y yo en la inopia.
ResponderEliminarHoy he salido a buscar a este hombre comprometido e interesante del que nos hablas en la presentación, que solo ha tenido la visita de Loquemeahorro, desde el 26 de octubre del mismo 2009.
En la Municipal he encontrado La parte del muerto, cuya contraportada, en la edición de Alianza Literaria, promete bastante.
Volveré, amenazo, para deciros que me ha dicho al oído.
Ya nos contarás Boga, gracias por la info, no sabía que este libro formara parte de la serie, de hecho la trilogía termina muy malamente. Ya he modificado la entrada.
ResponderEliminarLo prometido es deuda.
ResponderEliminarSentiría haber pasado por alto a Mohamed Moulessehoul, durante años llamado Yasmina Khadra, para poder denunciar a través de sus novelas el drama que padece su país.Y esto,sobre todo, es lo que me ha hecho imposible dejarla transcurridas las veinte primeras páginas.
No he tenido la sensación de estar leyendo una novela de detectives a las que estoy acostumbrada. Eso sí, negra lo es y mucho, aunque no lo sea por el género precisamente.
Para mi ha sido una inmersión, por vez primera, en un autor africano y en una visión nada oficial de la sangría y el horror que ha venido padeciendo Argelia desde la historia de los tiempos.
Khadra utiliza a sus personajes para a traves de ellos exponer las que parecen sus propias vivencias, doloridas, indignadas, asqueadas de la corrupción y la podredumbre que anida o que, desgraciadamente lleva consigo el poder. Pura filosofía de vida cada vez que abre la boca un personaje, "bueno" o "malo" o todo lo contrario.
Mi visión de Argelia databa de aquella película de cine-forum que se llamaba "La Batalla de Argel" y toda la información occidental e interesada que supongo me pasó por encima de refilón: la descolonización, el FLN y con posterioridad el terrorismo integrista.
Después de 2008, fecha en la que publica esta novela desde México, observamos como Argelia, Africa se rebela, se sigue rebelando contra un destino al que no se resigna. Ojala esta vez sea diferente.
Esta historia novelada y, por tanto, una visión que, por lo que conocemos del autor, tiene credibilidad, gana conforme avanza, de tal manera que no puedes leerla a sorbos, sino hasta agotarla. No hay que descubrir al asesino. sino seguir, con el corazón encogido y la lengua fuera, los pasos de ese Comisario Llob, utilizado para contarnos un fragmento de negrísimo de un pais en el que ser honrado podía costarte la vida.
La forma de narrar, está plagada de palabras que he encontrado desconocidas y hermosas; de poesía descriptiva, de un punto de ironía amarga. Y me descubre una forma de vida y unas relaciones,a ratos chocantes y a ratos conmovedoras.
Cuando los cimientos se han forjado con ingleses, norteamericanos y en los últimos años españoles, llegar a través de Mis Detectives a Khadra es como encontrar una ensenada en el que te apetece echar el ancla y ... reflexionar.
Ya os digo, Llob, Lino, Soria... son medios para aliviar el dolor de este autor comprometido con su obra.
Por cierto, la historia es a la vez cercana y nada ajena.
Merece mas lectores este autor.
Saludos
Que buen comentario Boga; ha hecho que me apetezca conocer al autor. Gracias.
ResponderEliminarUn comentario excepcional Boga, que espero gracias a él otros, como Natalia D., se animen a leer al autor y a conocer a su personaje.
ResponderEliminarNatalia, Alice: Que alegría encontrarme con vuestros graffitis en este descansillo, durante mi paseo vespertino por la finca.
ResponderEliminarGracias y abrazos.
Tiene razón Natalia al decir que entran ganas de leer al autor africano después de la bella descripción que haces Boga. No lo conocía, sólo he leído un autor africano del que ahora no recuerdo su nombre y también me gustó pese a la dureza de la sociedad que describe.
ResponderEliminarNatalia, el libro por el que me preguntas, se titula En manos del diablo y está escrito por una escritora francesa, Anne Marie Garat. Ha sido mi libro del verano por la longitud y porque entre medias, como no podía ser menos he intercalado varios policíacos. Es una tetralogía que abarca desde comienzos del siglo XX y es simplemente apasionante. Persona Alice por la intromisión no policíaca.
Perdonada Isabel, y creo que el libro africano que leíste fue Ramata de Abasse Ndione :)
ResponderEliminarEfectivamente Alice, ése era el libro del que no me acordaba, ahí estás tu omnipresente para guiarnos...Y el que recomiendas José María también tiene muy buena pinta, sobre todo al estar ambientado en un país por el que no transitamos muy a menudo. Para que luego hablen de literatura poco seria, la de cosas que nos enteramos además de pasarnoslo requetebién.
ResponderEliminarRecordaba el libro porque me impresionó lo que contaste y lo tengo entre mis pendientes, también el de Jose María. Efectivamente este tipo de literatura nos acerca a paises muy lejanos, que no nos acercan otros medios de comunicación o que nos muestran de un modo muy sesgado.
ResponderEliminarHe leído una tremenda novela de Khadra, "A qué esperan los monos...", en la que no aparece Llob, sino una comisaria en Argel. Brutal, por lo dura de la historia, la tensión entre personajes, -la comisaria no sólo es mujer, sino lesbiana, y el acoso laboral y sexual que sufre es impresionante-. Pero lo más estremecedor es la visión de la sociedad argelina: en la miseria, con una corrupción galopante, y una desesperación casi mórbida. Pero la novela me ha pillado desde el principio, y aunque creo que al autor le puede la crítica social más que la trama policíaca, ésta tiene un interés que no te suelta hasta un final casi macabro. No es una lectura agradable, sino impactante, pero a mí me encantó.
ResponderEliminarMuy interesante tu recomendación José María, sólo he leído la trilogía y me apetece revisitar esta Argelia, tan cruel con propios y extraños, de la mano del personaje que mencionas, que me parece casi inconcebible en esa sociedad.
ResponderEliminarEn mi opinión el autor, Moulessehoul, es un auténtico maestro del género policíaco. Por su forma de escribir me recuerda a Raymond Chandler, duro, directo, irónico. Por la sociedad que describe, la Argelia actual, me recuerda a la sociedad norteamericana de los años 20-30 de Dashiell Hammett. Su última novela del comisario Llob, "La parte del muerto" me ha parecido genial. Una auténtica obra maestra. Redonda, concisa, sin que le sobre una sola línea y todas ellas centradas en la investigación. Es una pena que escriba sobre otros temas y no más libros sobre este personaje del comisario. He leído también: "Lo que el día debe a la noche", pero no me gustó tanto. Este autor creo que se convertirá en un clásico, a la gente le cuesta acostumbrarse a otros países y otras culturas. Pero creo que al final se reconocerá la gran calidad de este autor. El que vale, vale
ResponderEliminarNo he leído todavía "La parte del muerto", sólo los tres libros que forman "La trilogía de Argel" y sin duda lo recomendaría a todos aquellos que quieran acercarse a la pesadilla de una sociedad dividida y castigada por el terrorismo. Creo que el autor escribe al hilo de sus experiencias vitales, para hacerlas llegar a este mundo occidental tan impermeable a las desgracias más allá de sus fronteras.
ResponderEliminarPor cierto, en septiembre se publicará "La última noche del Rais" en varios países, entre ellos España, que creo que trata sobre la caída de Gadafi.
Acabo de terminar "A qué esperan los monos". Me ha gustado mucho. El autor ha combiado de protagonista, ya no es el comisario Llob, ahora es la comisaria Nora Bilal, aunque el cambio es para "preservar" a Llob. En este libro el autor da un paso más en su denuncia de la corrupción en su país, Argelia. De nuevo, como en "La parte del muerto", los criminales son los poderosos del país: los intocables, los que pueden asesinar, robar y mandonear sin explicaciones y sin conciencia "ese cáncer del cerebro". Aquí se atreve a mostrar cómo una vieja gloria de la revolución argelina, un capitoste corrupto hasta la médula, aún sigue haciendo y deshaciendo en el país a su antojo. El autor muestra lo peor de Argelia, quiere provocar la revolución, esa revolución que los occidentales han llamado poéticamente "la primavera árabe" y encuentra en la frase: "A qué esperan los monos para ser hombres", su idea de que aunque Argelia está harta de revoluciones, masacres y atentados, debe seguir la estela de Tunez, Egipto, Libia y Siria: los monos (el pueblo) deben ser hombres y derrocar a los corruptos. Esta novela que empieza siendo un caso policial, continúa siendo un muestrario de horrores de la corrupción, para terminar siendo una exaltación a la revolución. Moulessehoul, el autor, se está jugando la vida con esta novela.
ResponderEliminarUf, me parece muy duro tratar a un pueblo de monos, supongo que sólo puedes hacerlo con el tuyo propio... Y empujar a los hombres a una primavera que puede acabar en una pesadilla aún peor... No dudo que el autor esté jugándose la vida, pero él ya no está allí, está en París, una posibilidad que seguro no tendrán muchos de sus compatriotas... En cualquier caso ahí está su testimonio como revulsivo de conciencias, espero que sea algo más que una piedra haciendo ondas en el agua...
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