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sábado, 20 de noviembre de 2010

Otra perspectiva de la novela negra

Este encuentro tuvo lugar el martes 16 de noviembre de 2010 a las 19:00 horas, dentro del ciclo "Encuentros en negro 2010 en la Besteiro" de la Escuela Julián Besteiro de Madrid.

Presentó el acto Isabel María Navarro, Secretaria Confederal de Cambio climático y Medioambiente de UGT. Espera que disfrutemos de este encuentro. Estos se realizan desde 2008 dentro de "Las iniciativas para la promoción de la lectura". Es su tercera edición y han pasado por ellos escritores tan prestigiosos como los de hoy y muchos más: Raúl Argemí, Andreu Martín, Juan Madrid, Paco Ignacio Taibo, Francisco González Ledesma, José Javier Abasolo, Jerónimo Tristante, Almudena Grandes... Agradece la organización a Paco Camarasa sin cuya ayuda no serían posibles.

Paco Camarasa comienza diciendo que le gustaría haber invitado a Esperanza Aguirre cuyas declaraciones sobre la economía: "los mercados castigan a quienes ignoran o desprecian" le parecen auténtico género negro. En los tiempos que corren considera que "la Besteiro" no es simplemente un edificio, es un espacio de libertad donde se respira un contexto. Agradece que en este espacio se permitan analizar las novelas negras y otras realidades, no sería posible hacerlo de otra manera ya que el ayuntamiento y la comunidad no ceden sus bibliotecas.

"Otra perspectiva de la novela negra" es el título de la conferencia, no querían llamarlo "Mujer y novela negra". Durante un tiempo la mujer no era protagonista sino víctima… Sherlock Holmes era bastante misógino. La primera es británica Miss Marple, buena detective porque es muy cotilla. Al otro lado del océano la mujer es rubia, mala... fatal. Muchas mujeres comienzan a escribir novelas protagonizadas por hombres... pero en los 90 surge un grupo de mujeres que cuyas protagonistas son mujeres.

Presenta a las conferenciantes por orden alfabético:

Mercedes Castro, licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Es poco conocida su faceta como editora de novela negra, creadora de la colección "Linea de sombra" en Espasa, donde se publicó por primera vez a Fred Vargas. La falta de acogida del público hizo que los ejemplares se tuvieran que guillotinar. Su primera novela "Y punto" está protagonizada por una mujer policía, Clara Deza. La segunda "Mantis", por una mujer fatal.

Alicia Giménez Bartlett, nació en Almansa. Es la primera autora de novela negra con un calle dedicada en su ciudad. Algo difícil de lograr en ciudades como Barcelona, donde hace falta llevar 5 años muerto para que pongan tu nombre a una. En una de sus novelas "Una habitación ajena" escribe desde la perspectiva de la criada de Virginia Wolf. Su serie literaria sobre Petra Delicado y Fermín Garzón nació en 1996 y ha ganado los premios más prestigiosos: El "Women Fiction Festival de Matera Award" (Italia), El "Grinzane Cavour (Noir)" a la Mejor Novela Extranjera por "Un barco cargado de arroz"... En esos años sólo hay dos mujeres policías en la novela negra, ambas europeas: Petra Delicado y Nastia Kaménskaya, el personaje de Alexandra Marinina, que es amiga de la autora.

Marta Sanz nació en Madrid. Ha sido finalista del premio Nadal y del premio Herralde. Su último protagonista es un detective homosexual que investiga por encargo de los padres de una víctima.

Paco les lanza la primera pregunta: ¿Por qué crean sus personajes?
Mercedes Castro comienza contando que coincidió firmando con Esperanza Aguirre en la caseta de El Corte Inglés en la Feria del Libro y de esa experiencia sacó material para escribir 6 novelas de 600 páginas. La gente pedía "el libro de Espe". La cree perfectamente capaz de escribir novelas policíacas, Paco suspira: ¡No pasarán! Y pregunta si ha escrito un libro. Mercedes cree que son dos, uno de ellos de discursos.

Creó a Clara Deza a partir de una experiencia personal. Cuando llegó a Madrid como estudiante compartió piso durante tres años con una mujer policía, originaria de Cuenca, que comenzaba su trabajo en una comisaría castiza del barrio del Pilar, con compañeros de 50 años. Castro fue testigo de su evolución, de cómo hizo muchas concesiones y fue perdiendo mucho de sí misma, de cómo pasó de ser una persona sin prejuicios, al servicio del público a una persona prejuiciosa, que perdió su compasión por considerarla algo femenino de lo que había que deshacerse. Fue hace bastante tiempo, en la época del asesinato de Tomás y Valiente. Recuerda como limpiaba su pistola viendo la televisión (actualmente está prohibido sacar las armas de la comisaría). Tardó 9 años en escribir esa novela, lo hacía poco a poco, mientras trabajaba en una editorial. Una empresa donde el 80% eran mujeres y 20% hombres y a ellas las llamaban "chicas" y a ellos "señores". Esa experiencia también influyó en su novela y para reflejarla buscó a alguien que realizara un trabajo muy "masculino". Quiso reflejar también lo hostil que resulta Madrid para los recién llegados, como les deshumaniza. Finalmente quería provocar, enfrentarse al cliché de las policías estadounidenses poco femeninas, como tíos con pintalabios, presentando otro tipo de mujer y su primer "atributo femenino" fue ponerle una suegra. Se lió y acabó escribiendo 650 páginas.

Alicia Giménez Bartlett nos cuenta que cuando comienza a escribir las mujeres sólo eran víctimas, cómplices o inductoras. No había asesinas ni policías, las mujeres desempeñaban papeles de tercer rango. Ella quería una mujer protagonista, que mandara. La hizo policía porque se le hacía difícil que como detective se dieran las casualidades necesarias para que se ocupara de casos importantes, ya que los detectives en España no están autorizados para realizar las mismas funciones que en Estados Unidos.

Había pocas protagonistas con placa, algunas detectives privadas, algunas periodistas. En el imaginario femenino, ser policía tenía connotaciones negativas, no sólo los residuos de la imagen del cuerpo en el franquismo, sino una gran mayoría que pensaba que para ser policía había que ser un poco hijo de puta. Ello hace que situé a su protagonista en una tesitura moral.

Giménez Barlett se define como feminista. No cree que la alternativa sea ser feminista o no serlo sino ser feminista o estúpido, no necesita más explicación. No por ello piensa que las mujeres sean seres angélicos, no cree en las frases tipo "si la mujer tuviera el poder no habría guerras", basta recordar a Margaret Thatcher. Las mujeres son seres humanos y por tanto imperfectas, con los fallos que se dan en ambos sexos.

Petra es mayor que sus compañeros, con más traumas que las mujeres de épocas más recientes. Cuando empezó a escribir no había tantas policías como ahora: En la última fiesta de la Policía se comunicó en nota de prensa que en Cataluña hay 400 policías, 2 de ellas comisarias. El patrón de la policía, aunque algunos no lo sepan, son los Ángeles Custodios (Marta Sanz se rié: "pensé que ibas a decir los Ángeles de Charlie").

Marta Sanz agradece poder compartir mesa con los presentes. Llegó al género negro desde otros. Recuerda que la primera vez que compartió micrófono, que no mesa, con estas escritoras fue en la radio. Cuando les preguntaron cómo se sentían como "damas negras" Alicia contestó "mejor dama negra que puta blanca". Marta era la única presente en el estudio y observó como todo el equipo se quedaba blanco y sin saber que decir.

Se siente la gran segundona del país: siempre medalla de plata, dama de honor, finalista…

También tiene su propia anécdota con Esperanza Aguirre. Su padre, diputado de la Asamblea de Madrid por Izquierda Unida regaló su obra "El libro de la mujer fatal" a Aguirre con una dedicatoria de su hija "A la más fatal de todas las mujeres". Esperanza le respondió con una nota de agradecimiento que guarda como salvoconducto por si llegan épocas peores.

En todas sus novelas es consciente de escribir desde su biografía, desde su identidad sexual, desde los libros que ha leído. En el caso de "Black, black, black" quiere hacer una crítica al género mediante un detective atípico, no es un héroe, un luchador, una persona al servicio del público o un concienciado justiciero. Arturo Zarco es un culturalista al que gusta la novela negra, le fascina su estética y por eso se ha hecho detective. Toda su realidad es percibida desde este filtro y por eso tiene un contrapeso, su mujer, Clara Quiñones, inspectora de Hacienda. Zarco es homosexual, pero de un modo reprimido, por eso estuvo casado. Su "mujer fatal" es un efebo de 19 años.

Paco Camarasa recuerda que Petra Delicado fue la primera policía de la novela negra española. Hasta ese momento sólo el protagonista de Prótesis era policía, otros eran ex-policías, como Toni Romano de Juan Madrid, periodistas como el Gálvez de Jorge Reverte o detectives como Pepe Carvalho de Montalbán. Paco cree que en las novelas femeninas hay más cotidianeidad, menos violencia, no aparecen Serial Killers o muertes violentas como en las novelas de John Connolly.
¿Qué opinan las autoras sobre la violencia?

Mercedes Castro tiene a una mujer policía como protagonista en su primera novela y en la segunda una mujer fatal (leyó el libro de Marta Sanz). Al igual que hace unos años la novela histórica estuvo de moda y bastaba que el protagonista pasara por debajo de un puente romano para encuadrarla en este género, ahora, con el boom de la novela policíaca, sus editores le preguntaron si su última novela era negra. Ella les dijo que no, es de suspense.

Los lectores de género negro le dicen que en sus novelas faltan “vísceras”, también se lo reprocharon en la Semana Negra. No quiere ser explicita con la violencia, aquí no se mata con pistolas, los asesinos envenenan viejecitos. “Y punto” es violenta, pero desde el punto de vista de las situaciones. Le interesa mostrar la violencia cotidiana: la hostilidad de la ciudad (ayer mismo unas personas mal interpretaron un gesto suyo en el autobús y la empezaron a chillar), los abusos de poder, la mala educación, el te piso porque te puedo pisar… Le costaría menos describir una matanza que la violencia de una escena con medias verdades, miradas… la violencia soterrada le parece más difícil de mostrar.

A Alicia Giménez Bartlett describir con talento la violencia física le resulta más difícil. Cree que Tarantino es un genio mostrándola visualmente, pero hacerlo por escrito es complicado: "Le dió tres golpes en la mandíbula, saltó la sangre" puede llegar a ser mediocre. El cine y la televisión son más gráficos, no se ve capaz de competir. Metió a Petra en una pelea de bar porque le hacía gracia presentarla en esa situación. Coincide con que la violencia no acaba en lo físico.

Marta Sanz no quiere hacer de la violencia un espectáculo en su novela. Le interesa otro tipo de violencia: la de la madre que viene cansada del trabajo, la de los ancianos solos y desasistidos, en definitiva la violencia del sistema que se refleja en la vida de las personas. Quiere presentar la violencia física de un modo cutre, no con pistolas o hipodérmicas sino por ejemplo con ladrillos. Recuerda al Zola, un autor que le parece clave, en "La bestia humana" Séverine y su marido se ponen de acuerdo para matar a un ex-amante… hay una violencia sucia, poco espectacular y eficaz.

Cree que en el género negro todavía hay cierta crítica social y política "prohibida" en otros géneros, pero también hay algo que le molesta: se abusa de los estereotipos. No se establece un diálogo con ellos sino que se produce una repetición de clichés conocidos.

Paco Camarasa cree que hay realidades más cotidianas más violentas que las que se dan en la literatura, personajes como el Bigotes o Correa que regalan trajes o Millet que se apropia del dinero del Palau ¿son estereotipos? También comenta que uno de los personajes de "Y punto" protagonizará otra novela.

Para Mercedes Castro el cine es muy visual, los personajes de Tarantino "bailan" mientras pelean, es como una broma. Hay otras películas como "Ciudad de Dios" o "Muerte de un ciclista" donde la violencia es más chapucera, más realista.

Para Marta Sanz la violencia radical nos insenbiliza frente a la violencia cotidiana. Los asesinatos que transmiten los medios de comunicación nos hacen menos conscientes de los hechos más comunes que suceden a nuestro alrededor.

Una persona del público comenta que Lorenzo Silva en "La estrategia del agua" ha escrito sobre el maltrato a las mujeres y pregunta a las autoras si ellas lo abordarían.

Para Alicia Giménez Bartlett es un tema terrible. Ella intenta reflejar lo negativo en los pensamientos, no en la narración. Sus novelas tienen un 80% de humor y no sabría como tratar ese tema con humor.

Marta Sanz no cree que "La estrategia del agua" hable del maltrato sino de una ley que a Silva le parece injusta. Piensa que en este país no se ha escrito una novela negra sobre el tema.

Mercedes Castro nació en Ferrol, una de las ciudades de Europa con mayor índice de suicidios. En un momento determinado las autoridades se dieron cuenta de que la publicación de las noticias sobre los suicidios tenía cierto efecto llamada y se llegó a prohibir hablar de ellos. Piensa que con el tema de la violencia de género puede suceder algo similar. En alguna ocasión ha escuchado un chaval decir "te voy a hacer como el tío del otro día". Pese a todo piensa que hay que hablar de ello y personalmente afirma "no tener huevos" para escribir del tema. Tiene un vecino ex-policía de baja permanente, ha trabajado durante años persiguiendo páginas webs de pederastas. Su pareja le propone visitarle para conseguir material pero ella teme banalizar el problema, no hacerlo suficientemente bien.

Alicia Giménez Bartlett no cree que tengan tanta responsabilidad, son escritores, ella ha escrito sobre la pederastia.

Paco Camarasa recomienda “La mujer de verde” de Arnaldur Indridason, una novela policíaca que trata con profundidad el maltrato de una mujer. Marta Sanz recomienda “La casa del mirador ciego” de Herbjørg Wassmo, no es policíaca y trata sobre el maltrato infantil.

Le pregunto a Alicia Giménez Bartlett cuando tendremos una nueva entrega de Petra Delicado. Ella comenta que para disgusto de su editor, ya que se venden menos, está finalizando una novela que no es de Petra. Una vez que termine se pondrá en marcha con los personajes a los que considera sus amigos.

Otra persona les pregunta si piensan que los asesinos son locos.

Marta Sanz cree que hay asesinos cuerdos y que muchas personas en ciertas circunstancias serían capaces de matar. Le gusta Maigret por su compasión, porque entiende al criminal y sus razones y la culpabilidad que tiene un mundo hostil. No le interesa Sherlock Holmes porque parte de la base de que el mundo está bien hecho. También le gusta Patricia Highsmith.
Giménez Barlett cree que para Conan Doyle la novela era un divertimento.

Paco cree que nuestro país es atípico, mientras muchas escritoras de otros países tienen personajes masculinos: P.D. James y Adam Dalgliesh, Ruth Rendell y el Inspector Wexford, Donna Leon y Brunetti, aquí hay muchos autores con personajes femeninos: Jacinto Rey con Cristina Molen, Juan Bolea y Martina de Santo, Cesar Mallorquí y Carmen Hidalgo, José María Guelbenzu y la juez Mariana de Marco, Andreu Martín y la mossa d’Esquadra Wendy Aguilar o Javier Otaola y la ertzaina Felicidad Olaizola. También le sorprende que en nuestra literatura no se encuentren forenses como Kay Scarpetta, Temperance Brennan o Quirke.

Alicia Giménez Bartlett tiene una asesora policía que se muestra sorprendida de que en las series siempre encuentren una pestaña, la realidad no es así.

Mercedes Castro cree que hay forenses como secundarios, a ella le costó bastante documentarse sobre el tema, no hay forenses "a mano". Recuerda el muerto de Domingo Villar en "Ojos de agua" donde también se muestra el punto chapucero del crimen. Quizás no sea un papel muy atractivo para crear un personaje.

Marta Sanz ha leído a Scarpetta y no le resulta creíble, muchos de sus comentarios son "higienistas": fumaba, bebía… Cree que algunos escritores eligen estos protagonistas para hacer un alarde, como un reto.

Paco Camarasa comenta que a Harlan Coben le pidieron que creara un personaje femenino pero no se sintió capaz. Quizás los editores buscan personajes femeninos ya que la gran mayoría de los lectores de novela policíaca son mujeres.

Mercedes Castro recuerda que en su época en una gran editorial se hacían fichas de libros, su función era darlos a conocer a gran parte de los implicados en los procesos de publicación y comercialización que no los leían. En la ficha había un apartado "Se parece a", cree que con ello se mataba en parte la posible originalidad del libro. También había presentaciones en las que los "cazadores de tendencias" les mostraban gráficos sobre los supuestos gustos del mercado. En cierta ocasión hasta oyó decir que había cierta simpatía hacia los minusválidos por la cojera por el personaje de House.

Marta Sanz comenta que si llega a saberlo no hubiera creado una protagonista coja en "Black, black, black". Piensa que lo malo es que se publique basándose en estas tendencias y que haya escritores que se autocensuren para ajustarse a lo que se espera de ellos.

Paco le pregunta a Giménez Bartlett cual de sus novelas se ha vendido más y ella le responde ¿dónde? Sus libros tienen más éxito en Italia, Alemania y Francia que aquí. "El silencio de los claustros" es la más vendida en España, pero sumando todas las ediciones de bolsillo no está segura. Su favorita es la segunda "Día de perros". La primera novela siempre tiene algo de experimento y en la segunda ya se consigue el tono de lo que se desea transmitir.

13 comentarios:

  1. Extraordinaria retentiva la tuya, Alice. Has plasmado dos horas de conversación entre tres escritoras y un librero y creo que no se te olvidó nada.
    Yo añadiría que luego, en el "vino español" (seguimos llamándolo igual que en la época de Franco), alargado esta vez hasta la desaparición de la gente, se habló, y mucho, de personajes, obras, literatura, blogs..., es decir, se continúo la charla del salón.
    Repito, estupendo Alice

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  2. Gracias Enrique, no es retentiva, es que me dejo la mano tomando apuntes :).
    Me ha encantado lo del "vino español". Esa parte prefiero dejarla para estos comentarios. Fue muy agradable hablar contigo, con Paco Gómez Escribano, con Camarasa, otr@s invitad@s y algunas autoras.

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  3. Uf Alice!, cuida esa mano tuya que nos trae tan buenos reportajes. A la única que he leído de las tres es a Alicia G.B., a las otras dos autoras las conozco de oídas. Estoy de acuerdo con ellas en que no es necesario enseñar vísceras, para reflejar la violencia cotidiana que nos envuelve.
    Lo del vino español nos trae alguna reminiscencia pero forma parte de nuestra historia, así que lo dejaremos así.

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  4. Hola Alice, cuántos temas interesantes tratados en una jornada;

    No he leído nada de ellas, y tendré que empezar. Me gusta cada vez más que nos relates lo que los autores opinan, sus influencias..., me ha encantado saber que una criada de la loba Wolf está en una novela, o que se admira a Maigret o Highsmith...
    Espacio merecido, creo yo, el de La estrategia del agua en esta jornada. Y veo que aparece Marinina, vamos que voy a tener que ir a que me prestes uno de sus libros, jejeje!
    Me apetece empezar por "Día de perros", ya te diré...
    un abrazo ;-)

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  5. No te preocupes Isabel, guardo la mano en formol entre conferencia y conferencia :). Y sí, el vino español, es tan español...

    Maribel, como Isabel sólo he leído a Giménez Bartlett, ya sabes que siempre recomiendo empezar por el principio, aunque la autora lo califique de experimento es donde conocemos cómo Petra pasa al servicio activo. Por cierto, no sabía que la Giménez Barlett y Marinina fueran amigas y me pareció muy interesante ya que entre sus personajes había observado algún pequeño paralelismo.
    También hablamos de la novela de Silva durante el vino, unos reprochando que hubiera abordado el tema del maltrato desde ese punto de vista, otros comentaron que la historia estaba basada en un hecho real y otros diciendo que era un punto de vista válido, ya que existen mujeres que utilizan y retuercen la ley en beneficio propio.

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  6. De acuerdo con Enrique, porque aunque se tomen notas, es difícil resumir toda la conferencia como tú lo has hecho. Siempre es agradable vernos por ahí y conversar. Un abrazo.

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  7. Gracias Paco, seguro que no es el último evento en que nos encontramos.
    Un abrazo

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  8. ¡Buf, Alicia! Esta entrada da para mucho que comentar. Por ejemplo ¿no puede Paco Camarasa organizar algún encuentro de estos en viernes? Porque aunque tu nos lo cuentes estupendamente, me gustaría seguirlo alguna vez en vivo y tomarme luego el vino español o la caña y seguir la charleta.

    Coincido con Camarasa. La mujer de verde es una excelente novela y además en ella se habla de forma magistral sobre los malos tratos.

    En cuanto a considerar violencia que la madre llegue cansada de trabajar, no estoy segura. Si es cierto que nuestra sociedad es violenta, agresiva o como queramos decir.
    Y si es cierto que a veces temas muy graves como los de los malos tratos o la pederastia, se trivializan con el tratamiento que los medios les dan.

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  9. Lammermoor, pues no te quepa duda que le propondré al librero que haga algún encuentro un viernes, aunque como él suele hacer los suyos en sábado quizás le pille muy apurado.
    Acabo de terminar un libro "Con los ojos cerrados" de Carofiglio donde también se tratan magistralmente los malos tratos y la pederastia, pronto dedicaré una entrada al autor.
    Quizás no he transmitido bien lo de las madres, creo que quería decir algo así como que quizás le pegaban una mala voz al hijo y era por el cansancio acumulado o la violencia latente, no se.

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  10. ¡Uf, pues si que da para comentar muchísimo! Tanto como para tomarnos aquí otro “vino español” virtual mientras le damos a la charleta. Lo que no entiendo, aunque sea anecdótico, es porque la conferencia (que siento haberme perdido aunque gracias a ti, Alice, es como si hubiera estado en ella) no se pudiera llamar “Mujer y novela negra”; me parece un ejemplo bastante tonto de “corrección, o incorrección, política”. Me ha parecido muy interesante lo que contó Mercedes Castro sobre el funcionamiento de las editoriales, que confirma la impresión que me dan algunos libros, especialmente de “novela negra” (supongo que porque actualmente es el género de moda), de falsos, de estar hechos siguiendo un patrón con el único, o casi único, fin de vender.

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  11. Natalia D., creo que lo que querían decir es que llamándola "Mujer y novela negra" se podía entender que iba del papel de la mujer como protagonista o secundaria en la novela negra más que de mujeres que escriben novela negra... podían haberlo llamado "Mujeres que escriben novela negra" o "Autoras de novela negra" y así hubieran quitado la ambigüedad y por otra parte el nombre sería más concreto que hablar de "Otra perspectiva...".

    En cuanto al funcionamiento de las editoriales, siguiendo tendencias, supongo que es similar a otros sectores (cine, videojuegos...), nunca me han gustado argumentos del tipo "de los guionistas de tal..." o "el nuevo Mankell" parecen de 1º de párvulos de marketing. Entiendo que aprovechando la moda de la novela negra intenten publicar cosas similares pensando que puedan gustar al público y por tanto vender, pero como hemos comentado otras veces, si no son de calidad o si nos dan gato por liebre, acabamos "pasando" y ellos perdiendo.

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  12. Caramba, cuantísimos temas para diseccionar a fondo (y nunca mejor dicho).

    Para abreviar: Me ha gustado mucho tu tocaya. Interesantísimo la historia de la auténtica policía que empezó en la Comisaría del Barrio del Pilar y me alegra mucho pensar que han cambiado mucho, muchísimo las cosas.

    No sé si es peor que te llamen chica o "señorita".

    Por uno que he leído, diré que sí, que La mujer de Verde es un gran libro sobre los malos tratos, quizá incluso más interesante en ese aspecto que como intriga.

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  13. Loque, sí se podría diseccionar y eso que no hay forenses patrios...
    Entre chica y señorita, creo que me quedo con señorita, al menos muestra un respeto, aunque sea lleno de caspa.

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