Nació en Marsella. Su padre y su abuelo fueron marineros. Lleva 25 años en la policía. Trabajó cinco años en París, luego volvió a su ciudad natal y trabajó dos años en estupefacientes.
Tiene 47 años. Perfil aguileño, mide 1,85, tiene aire de corredor de fondo y andares de caballero triste.
Le apodan el Barón por su fría inteligencia y su calma. Es el mejor y lo sabe. Nunca deja un caso sin resolver. Es un cazador de caza mayor, un obseso de la investigación. Lee libros de criminología. Intenta conocer a los asesinos. No deja nada al azar. Anota todo lo relativo a sus investigaciones en un bloc cuadriculado, lo importante y lo insignificante. Es un hombre torturado. Paranoico, padece insomnio y en ocasiones se muestra violento con testigos y compañeros. Su mujer le abandonó hace un mes por encontrarle cada vez más solitario y extraño.
Vive en La Capelette, el barrio más feo y pobre de Marsella. Le gusta la ópera y pescar.
Su amigo del alma y compañero es Jean-Louis Maestre, el Gordo. Extremadamente delicado pese a su apariencia de oso.
Sus compañeros son Maxime Vidal, un policía joven y Anne Moracchidi, la única mujer de la Brigada Criminal. Su jefe es el comisario Paulin, un hipócrita que busca el ascenso y el traslado a París.
En "La primera huella" investigan una serie de macabros crímenes mientras las bandas realizan ajustes de cuentas en Marsella, una ciudad con barrios infectos en el centro y cuya burguesía habita en lo alto de la ciudad.
Comentario personal
La primera novela de Bonnot me ha parecido aburrida. Su personaje principal de cartón piedra, demasiado pagado de si mismo, atormentado y sin sentido del humor.
Para comer: pastel de manzana rancio. Para beber: Bourbon y Ricard.
Libros de Michel de Palma
- La primera huella (La première empreinte, 2002)
- La bestia (La bête du marais, 2004)
- La voix du loup, 2006
- Les âmes sans nom, 2009
- El país del olvido (Le pays oublié du temps, 2011)
El autor
Xavier-Marie Bonnot nació en Marsella, Francia, en 1962. De pequeño su padre le contaba relatos policíacos de su invención. Estudió y se doctoró en Historia y realizó un master en Literatura francesa. Trabajó como figurante en la Ópera de Marsella. Dirigió diversos documentales para la televisión. Desde 1992 vive en París. Publicó su primera novela, La primera huella, en 2002.
Está casado y tiene tres hijos.
No me extraña que el libro te haya parecido aburrido, a mí me estaba aburriendo hasta leerme su perfil:
ResponderEliminar"... su mujer le ha abandonado"
¡¡Otro policía al que su mujer abandona!! Ya tiene de lo que quejarse durante el resto de la serie.
Oye, de verdad, la novela negra ha provocado más separaciones que Ikea.
Jejej... la verrdad es que no sabía si estaría buenísimo o muy aburrido, parece que va por los egundo, igual, si encunetro alguno por acá le daré una oportunidad...
ResponderEliminarQué bien, un autor al que puedo olvidar sin remordimiento en el mismo momento en el que le he conocido...
ResponderEliminarjajajaja, coincido con Loquemeahorro, otro más abandonado por su esposa!! nuevo cliché a la vista!
ResponderEliminarAlice, de vez en cuando se agradecen estas entradas desmotivadoras porque entre lo que en casa en lista de espera y lo que tengo apuntado para conseguir no hay manera de ponerse al día.
ResponderEliminarEs cierto que el montaje de los muebles de Ikea ha sido motivo de más de un conflicto matrimonial. ;)
Sí, Loque, en la novela negra lo raro es encontrar hombres felizmente casados como Maigret, Jaritos o Brunetti... por eso digo que el personaje es de cartón piedra, encadena tópico tras tópico, lo que más me fastidia es la falta de sentido del humor y de humildad.
ResponderEliminarUruguay360, la verdad es que a mi no me ha gustado nada, pero Julio de Mis queridos sabuesos sí le gustó: http://misqueridossabuesos.blogspot.com.es/search/label/Xavier%20Marie%20Bonnot
Es bueno comparar opiniones.
Natalia D, yo por lo menos me he librado de leer el segundo que también me habían prestado... es mi consuelo.
Bueno R-Chan, el cliché es bastante antiguo, ahora lo habitual es que sus mujeres mueran tras sufrir terribles enfermedades o accidentes, así no piensas que el tío es un borde inaguantable sino un pobre hombre.
Lammermoor me alegra no incrementar tu lista, yo por lo menos he quitado uno del Cajón...
Es verdad que salvo Jaritos,Brunetti,Maigret y algún otro que se me olvida, casi no hay gente feliz en el gremio de la novela negra.
ResponderEliminarEspero sinceramente que en la realidad no ocurra lo mismo, sino pobres de los que caigan en manos de estos tristes sin remedio, sean culpables o no.
Ahora bien, no sé si hay quien le gana a Ricciardi, el personaje más melancólico de los que conozco. A su lado los nórdicos parecen unos juerguistas de cuidado.
Monicata: ¡Pues al autor se le ve de lo más animoso!
ResponderEliminarO como decía una amiga "felizote" :-)
Yo creo que estarán de acuerdo conmigo los demás asistentes a sus charlas.
Ay, sí. La lista de abandonados es inabarcable y cansa un poco, la verdad. También me alegro de abandonarlo casi antes de conocerlo. En fin.
ResponderEliminarMonicata, estoy de acuerdo con Loque, el autor es de lo más "felizote", hablaba de calaveras con mucha alegría, no recuerda nada a su personaje. Pero también revindico a Ricciardi, dentro de su tristeza no es un plasta que abunde en el pobre de mi y nos aburra con sus instrospecciones. Y en algunos diálogos con el forense aparece cierta ironía, cierta alegría...
ResponderEliminarJajaja Peke, me ha encantado lo de abandonarlo casi antes de conocerlo.
Estoy de acuerdo contigo Alice, me han gustado mucho las dos primeras novelas de Ricciardi y espero conseguir las siguientes, aunque creo que no están traducidas al español aún.
ResponderEliminarNo Monicata, todavía no lo están, tengo otra entrada a parte de la de la conferencia sobre el personaje y ahí lo pone.
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