No conoció a su padre, su madre murió cuando tenía 3 años. Se crió en un orfanato de curas donde sólo le visitaba una tía para llevarle la ropa vieja de sus primos.
Comenzó la carrera de derecho, el golpe militar le sorprendió en la universidad. Se dedicó a vender zapatos, seguros, servicios funerarios hasta que decidió abrir una oficina de investigaciones. Trabajó en pequeños asuntos como robos, hijas fugadas, hijos metidos en drogas y algún caso más duro ocasionalmente.
En "Ángeles y solitarios" tiene 45 años. Pelo negro, largo y despeinado. Vive en un departamento alquilado en la calle Aillavillú, cerca de la Estación Mapocho. Allí tiene su despacho en la sala principal, adornan sus paredes tres reproducciones de Botticelli. Su compañero es Simenon, un gato blanco y gordo, con quien conversa sobre sus casos y literatura. Los libros de Patricia Highsmith, Hemingway, Borges, Scott Fitzgerald llenan sus estanterías. Las citas literarias atestan su memoria. Le gusta la música de Mahler, Chet Baker, Goyeneche, Rivero, Rufino y Los Beatles.
Cerca está el quiosco de su amigo Anselmo, desde allí manda faxes, compra periódicos y tabaco y apuesta a los caballos. Tiene un Lada que reconvirtió en taxi para pluriemplearse por la falta de trabajo, también cobra morosos. Usa pistola.
Bebe vodka Stolichnaya, pisco o Ballantine's con cerveza Bécker en bares como el City. En el cabaré de Mamá Sam encuentra mujeres que a cambio de bebida y escucha le brindan su compañía.
En "Ángeles y solitarios" Fernanda, una periodista argentina, antigua amante de Heredia, a la que no ha visto desde hace cinco años, aparece muerta de sobredosis de anfetaminas en la habitación de un hotel. El sospecha que no es un suicidio e investiga con su amigo, el comisario Dagoberto Solís y su vecino, el ciego Stevens.
Comentario personal
"Ángeles y solitarios" me ha parecido aburrido, sin interés, tópico. La investigación es una mera excusa para que el autor nos hable de la fabricación y el tráfico de armas en Chile. La narración es pesada. Su protagonista me ha resultado algo ya visto, el típico hombre maduro autocompasivo con respecto a su pasado y sin un presente convincente, se hace pasar por duro mientras nos muestra lo desgraciado que es. Se enrolla con una jovencita a la que está llamado a decepcionar. Los secundarios sin mayor interés.
En el apartado gastronómico: tostadas con café para desayunar, consomé y agua mineral cuando tiene resaca. Para cenar: lata de jurel tipo salmón (que le escamotea a Simenon) aliñada con limón y ají. En un coreano: pocillos con tallos de acelgas adornados con ají, empanadillas rellenas con hígado de cerdo, sardinas fritas, raíz de mote y arroz frío.
Libros de Heredia
- La ciudad está triste, 1987
- Solo en la oscuridad, 1992
- Nadie sabe más que los muertos, 1993
- Ángeles y solitarios, 1995
- Nunca enamores a un forastero, 1999
- Los siete hijos de Simenon, 2000
- El ojo del alma, 2001
- El hombre que pregunta, 2002
- El color de la piel, 2003
- A la sombra del dinero, 2005
- Muchos gatos para un solo crimen, 2005 - cuentos
- El segundo deseo, 2006
- La oscura memoria de las armas, 2008
- La muerte juega a ganador, 2010
- El leve aliento de la verdad, 2012
- Heredia detective, 2011 - Guión: Carlos Reyes y Cristián Petit-Laurent
Serie de televisión
- Heredia & Asociados, 2005. Chile. Serie de TV de 8 episodios. Intérprete: Claudio Arredondo (Heredia)
El autor
Ramón Díaz Eterovic nació en Punta Arenas, Chile, en 1956.
Estudió en el Instituto Salesiano Don Bosco y el Liceo Fiscal de Hombres de Punta Arenas. En 1974 se trasladó a Santiago para estudiar Ciencias Políticas y Administrativas en la Universidad de Chile, donde se licenció en Administración Pública. También estudió literatura.
Casado con la escritora chilena Sonia González Valdenegro. Tiene tres hijos: Valentina, Alonso y Ángeles. Fue director de la revista de poesía La Gota Pura (1980-1995) y presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (1991-1993).
Fue uno de los creadores y comisario del Festival Iberoamericano de Novela Policial Santiago Negro, organizado por el Centro Cultural de España, sede Chile, los años 2009 y 2011. Es uno de los fundadores de la revista digital de narrativa policial La Negra.
Otros libros
Poesía
- Imágenes en el tiempo, 1977 - autoedición
- El poeta derribado, 1980 - autoedición
- Pasajero de la ausencia, 1982
- Cualquier día, 1981
- Obsesión de año nuevo y otros cuentos, 1982
- Atrás sin golpe, 1985
- Ese viejo cuento de amar, 1990 - 12 cuentos: Ese viejo cuento de amar; Por amor a la señorita Blandish; Más cerca de Gabriela; El regreso de Senkovic; Qué buena voz se perdió para el tango; Nunca es tan próxima la felicidad como para tocarla; A1 otro lado de la puerta; Muchacho sin ocupación; Oficios de la época; La noche que Villablanca ganó el título mundial y La cerveza de los hombres solos
- El minuto feliz de Largo Viñuelas, 1996
- El secuestro de Benito, relato para niños, 2001
- Cuentos en dictadura, 2003 - antología
- Crónica roja, 2005 - en La casa ciega, 2005
- Letras rojas, cuentos negros y policiacos, 2009 - antología de varios autores
- Chumangos, 2010 - 8 cuentos
Novelas
- Correr tras el viento, 1997
- R y M investigadores, 2002 - infantil
- Un viejo taxi en la nieve, 2011
Ensayo
Un comentario sobre Eterovic en la entrada de Ampuero:
ResponderEliminarMr. Jota dijo...
Por favor, revisa a Díaz Eterovic. A su lado los textos de Ampuero, aunque disfrutables, se convierten en aventuras ingenuas donde lo que importa es el qué y no el cómo. En serio...cada vez que vengo a tu blog lo hago con la esperanza de encontrar al detective Heredia descrito en su propio post. Saludos, gracias por llevar este blog.
30 de septiembre de 2014, 4:19
Leí hace tiempo dos o tres libros de este hombre… y estando básicamente de acuerdo con la blogera, me parece que tampoco es tan horrible. Que el prota es un poco melancólico y autojustificativo de más, pues sí; que se tira el rollo un poco de más de hombre vapuleado por la vida y las mujeres, abusando de su condición de lastimero, pues también. Pero las investigaciones son muy interesantes, y eso que las molesta con los rollos personales del prota, que a pesar de todo me cae bien, y además nos cuenta la situación chilena, con los estigmas propios de haber sufrido la brutalidad de una dictadura asesina, y en donde, –y siento disentir de la blogera, se cuentan buenas historias personales. Me parecen unos libros, que si obvias las boberías gemebundas del prota, se dejan leer.
ResponderEliminarAy José María, a mi se me ha hecho pesadísimo, este tío, mezcla de duro y pesado, no lo he conseguido digerir... Y que encima diga que las tías se van con él por la bebida y la escucha me hace pensar que mucho tiene que gastarse en bebidas porque escuchar las penas de un tío tan plasta...
ResponderEliminarY en cuanto al caso que trata en esta novela, no me ha resultado verídico, tampoco el escenario.
Es una gran pena que no te haya gustado Heredia, Alice. Pero creo que entiendo por qué: a mí tampoco me gustan mucho los 'héroes' lastimeros, quimeras entre Clint Eastwood y un Basset Hound de ojos llorosos. A veces también me parece que se da muchas vueltas sobre la profundidad melancólica de Heredia y cómo piensa sobre una soledad que lamenta como inmerecida, al mismo tiempo que desde mi sillón me dan ganas de gritarle que espabile un poco, que tanto pensamiento circular le hace pusilánime, no filósofo.
ResponderEliminarLa gran disculpa que le tengo a Heredia es que habla de mi ciudad, de los barrios que conozco aunque nunca en tanta profundidad, porque hasta hace poco eran peligrosos, demasiado para una jovencita yo (cuando vivía en el país). Y Simenon, que es lo máximo :D
Claro que tampoco he leído "Ángeles y solitarios", sino La oscura memoria de las armas, La muerte juega a ganador y Muchos gatos para un solo crimen. La muerte juega a ganador es mi favorito, describe muy bien el ambiente de las carreras de caballos en Santiago.
Úna cosilla ridícula que acabo de descubrir, Alice, es acerca de la ¿geolocalización? de Heredia. Por alguna razón curiosa, cuando buscaste Aillavilú en Google Maps, te envió al lugar equivocado, en la comuna (una división administrativa) en Santiago que es de hecho donde yo vivía.
ResponderEliminarPero el Aillavilú de Heredia está en Santiago Centro (comuna Santiago), en la parte histórica, a casi una hora de donde Maps te envió. Las coordenadas correctas son aprox. -33.433424, -70.652398, y verás que está cerca del edificio Estación Mapocho.
Por supuesto, es 100% absoluta y completa manía mía ponerte todos estos datos :D No tienes que hacerme caso en absoluto.
Creo que ya he solucionado el problema de Aillavilú Gato Q, tanto en la entrada como en el mapa, espero que ahora esté correcto gracias a tus coordenadas.
ResponderEliminarMe hubiera gustado que me hubiera gustado el escritor, pero no fue así... Intentaré leer más adelante La muerte juega a ganador, opté por Ángeles y solitarios porque el autor decía que era uno de sus favoritos...
Creo que no elegiste la mejor novela para comenzar, aunque es relativo. Tampoco es una de mis favoritas. Creo que El Ojo del Alma es una gran novela, y la última que leí "El Leve Aliento de la Verdad" es la que mas he disfrutado. Una pena que te haya parecido pesado de leer. A mi me gusta mucho, y es muy probable que esto sea en parte por que conozco los lugares donde ocurren los hechos, y están muy bien descritos. Hay atmósferas muy bien conseguidas. Dale una oportunidad a esas dos. Si no te gusta, difícil es que te gusten otras por que a mi juicio son las mejores. Un saludo!
ResponderEliminarQué mala suerte, he debido de escoger el peor libro de Heredia, pese a ser el recomendado del autor :). Le daré otra oportunidad más adelante Mr. Jota, ya os contaré, en cualquier caso aquí quedan vuestros comentarios para animar a otras personas a leerlo.
ResponderEliminarHe leído todos los libros de Heredia, de hecho espero con ansias el siguiente libro. Me encanta el personaje de Heredia, su melancolía, su desencanto en muchos aspectos: al sistema neoliberal, la corrupción, la desigualdad, etc. Me gusta su aspecto solitario, su temor a enfrentar la compañía de una mujer por temor a salir lastimado, a perder en algún momento la persona que nos importa. Me gusta su manera justa de ver la vida. Creo que me siento identificada con él,comparto su forma de pensar y ver la vida. La oscuridad y desencanto de Heredia me eriza la piel.
ResponderEliminarGracias por tu opinión Pulga sour (me encanta tu alias). Yo siento casi lo contrario que tú, no me gustan los desencantados y los melancólicos, prefiero a los héroes que se enfrentan con todo :)
ResponderEliminarHola... llegué de casualidad a tu blog y me ha gustado mucho, pero que me ha servido para descubrir autores y llevarme más de una buena sorpresa.
ResponderEliminarCoincido particularmente con la opinión de Gato Q, es una lástima que no te haya gustado Heredia, pero tienes que conocer Santiago para entender.
Claro, cumple con muchos clichés de los detectives privados, pero éste es uno que vive siempre de perdedor y tal como dice Gato Q, la calle Aillavilú está en el barrio de la estación Mapocho y el Mercado Central, que es el límite entre el fin del centro administrativo de Santiago y los bajos fondos, muy bajos. Aparte, que es un tipo que le tocó sobrevivir a la dictadura y que coma tarros de jurel habla de su escaso presupuesto. Dale una segunda lectura!
Si algún día viajo a Santiago no dudes que llevaré un libro de Heredia debajo del brazo, mientras tanto entre los que tengo que leer para continuar con el blog y los que leo porque me gustan no tengo tiempo para más. Gracias por tu comentario Podu.
ResponderEliminarEn este momento estoy en esa calle. haciendo un trabajo al lado de la piojera. es un pasaje de media cuadra de construcciones antiguas. muy pintoresco y venido abajo. como lo describe el autor.
ResponderEliminarLo he buscado en Google y me ha gustado mucho, me lo apunto para mi visita :)
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