Estudió Literatura hispánica. Ingresó en la policía para hacer dinero fácil y poder largarse, sin embargo, se quedó y se enemistó con los que podían enriquecerle rápido. Odia a los narcos, mataron a su mejor amigo y estuvieron a punto de acabar con su propia vida.
Tiene 43 años. Vive en casa de su hermano en la Col Pop, donde ha pasado toda su vida.
Siempre viste de negro: playera, jeans y chamarra. Conduce un Jetta blanco. Escucha a Herman's Hermits, los Rolling, Santana, Chicago… Acude al psicólogo regularmente para curar las heridas del pasado y del presente. Toma ansiolíticos. Fuma.
Investiga interrogando a testigos, moviéndose de un lado a otro, a veces escuchando a sus superiores, otras ignorándoles, haciendo anotaciones en su Palm que luego no es capaz de entender. Poniendo en riesgo su vida pero contando con los apoyos necesarios para no hundirse.
Su compañera es Gris Toledo, ex agente de tráfico, la incorporó a su equipo cuando le multó sin importarle que fuera policía.
En "Balas de plata" Bruño Cañizares, abogado e hijo de un ex ministro aparece muerto en su domicilio de un disparo en la sien, con una bala de plata.
Comentario personal
Es un placer leer a Élmer Mendoza. A veces resulta difícil de seguir porque los diálogos se suceden sin "él dijo, ella dijo", pero la riqueza de sus giros mexicanos te envuelve, la rapidez de la narración te cautiva.
Nada en sus novelas es blanco o negro, son distintos matices de gris.
El protagonista y su compañera resultan agradables, matizados, creíbles.
Para comer: Bocadillo de huachinango y camarón, baguette Selva Negra, lengua en salsa verde, huevos con chiles poblanos, caldo de pescado, pargo frito, ceviche de pescado, pulpo, callos de hacha y camarones para pelar o empanizados. Para beber: jugo de naranja, agua de tamarindo.
Libros de Edgar "el Zurdo" Mendieta
- Balas de plata, 2008
- La prueba del ácido, 2010
- Nombre de perro, 2012
- Besar al detective, 2015
- Asesinato en el parque Sinaloa, 2017
- Ella entró por la ventana del baño, 2022
El autor
Élmer Mendoza nació en Culiacán, México en 1949. Estudió Ingeniería. A los 28 años decide dedicarse a la escritura y se traslada a México D.F. para estudiar literatura en la Universidad Popular Autónoma. Publicó "Mucho que reconocer", una recopilación de relatos, en 1978. Su primera novela, "Un asesino solitario", vio la luz en 1999.
Es catedrático de literatura en la Universidad Autónoma de Sinaloa y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Vive en Culiacán.
Otros libros
Novelas
- Un asesino solitario, 1999
- El amante de Janis Joplin, 2001
- Efecto tequila, 2004
- Cóbraselo caro, 2005
- El misterio de la orquídea Calavera, 2014
- La cuarta pregunta, 2019
- ¿Viste la película de Pink Floyd?
- Enciende mi fuego
- Fuera seconds
- El flautista de Hamelín
- El viaje de la tortuga Panza Rosa
- Mucho que reconocer, 1978
- Quiero contar las huellas de una tarde en la arena, 1984
- Cuentos para militantes conversos, 1987
- Trancapalanca, 1989
- El amor es un perro sin dueño, 1991
- Firmado con un klínex, 2009
- No todos los besos son iguales, 2018
- Cada respiro que tomas, 1992
- Buenos muchachos, 1995
Un comentario del Cajón de sastre:
ResponderEliminarJosé María dijo...
Os recomiendo muy mucho la última novela de Elmer Mendoza, La prueba del ácido, segunda aventura del policía el Zurdo Mendieta, con muchos muertos, pues transcurre durante la presunta guerra del Estado mexicano contra los narcos, pero en básicamente es la venganza de Mendieta por la muerte de una prostituta. Como en la otra, aparece un México desaforado, violento y sensible, y lo cuenta con un lenguaje vivísimo, y un ritmo trepidante. Es como comerse un taco lleno de cosas ricas y variados sabores, eso sí, regado por una salsa muy picante....
20 de septiembre de 2011, 12:19
Lei Balas de Plata y me gusto mucho.
ResponderEliminarEl autor es conciso y fuerte, va al grano y no se anda por las ramas, aunque mantiene la intriga.
Su escritura es amena con los encantadores modismos mexicanos.
Comparto integramente tu descrpcion de Mendieta.
En cuanto a la gastronomia desplegada, hube de recurrir a Google para el detalle de cada plato.
Vere ahora de conseguir libro recomendado por Jose Maria, pues respeto mucho su opinion, aprendida en la lectura de sus cuantiosos comentarios en el blog.
Gracias, Alice, por traer un escritor latinoamericano al ruedo.
Marion, yo también tuve que googlear para encontrar el significado de palabras como huachinango (un pescado) o callos de hacha (un molusco) y eso que estoy algo acostumbrada a la cocina mexicana por unos amigos.
ResponderEliminarMe encanta traer escritores de todas las nacionalidades pero como los británicos y estadounidenses son multitud acaban cayendo más a menudo.
Y sí José María es un gran comentarista y además creo que lo lee ¡todo! es un placer poder contar con sus opiniones, que sepas que también escribe en Prótesis http://www.revistaprotesis.com/, firma sus artículos como El ojo clínico.
Yo OS recomiendo El club de los suicidas de J. Castro. Me lo ha pasado una amiga el viernes y ayer ya lo había terminado. Mucho misterio, intriga y también amor en una historia oscura que te engancha. 100‰ recomendable. La autora es española y creo que es su primera novela.
ResponderEliminarEspero que OS guste!
Un saludo!
Hola Anónimo, puedes escribir sobre autores o libros que no tienen entrada en el Cajón de sastre: http://detectivesdelibro.blogspot.com.es/2009/04/cajon-de-sastre-ii.html
ResponderEliminarGracias por tu recomendación.
Ah, el bueno del Zurdo Mendieta. La verdad es que leer cualquiera de sus aventuras es un placer. Personalmente mi favorita sigue siendo "La prueba del ácido" (a menos que "Besar al detective" me haga cambiar de opinión). Y aunque Élmer Mendoza recurre mucho a remarcar el absurdo de la cotidianeidad en sus novelas (algo común en la novela negra mexicana) no por eso es menos feroz el retrato de la violencia que asola a México. Lectura imprescindible.
ResponderEliminar¡Cuánto tiempo sin verte por aquí Detective! He tenido que publicar un detective de tu tierra para conseguirlo :)
ResponderEliminarEspero que puedas leer "Besar al detective", al pinchar el enlace he visto que habían retirado la edición en papel de la web española y la habían retrasado para febrero, aunque el ebook está aparentemente disponible. En la web mexicana de la editorial parece que están ambas.
ResponderEliminarLa verdad es que conseguir los libros de Élmer Mendoza en México es relativamente fácil, mi impedimento es más bien económico (estoy en lo que ustedes en España denominan "en paro"). Pero en cuanto sea un miembro productivo de la sociedad otra vez iré a por él. Y pues sí, tenía rato sin comentar nada, más que nada porque muchos de los autores que has reseñado últimamente no los he leído, pero siempre leo todas las entradas. Igual y luego me daré una vuelta más exhaustiva y comentaré a todos los autores que haya leído. Mi último gran amor es Leonardo Padura y por ahí me encontré la primera novela de Ramón Díaz-Eterovic sobre el detective Heredia (algo así como un Marlowe chileno) el cuál recomiendo ampliamente, lo malo es que sus libros son difíciles de conseguir en México (espero que en España sea más fácil).
Lo siento Detective, espero que pronto se arregle tu situación. Al publicar intento buscar un equilibro entre clásicos (ya me van quedando menos), novedades, rescatar a algún olvidado y los personajes conocidos para que la gente tenga más ocasión de comentar, pero no siempre lo consigo. Leonardo Padura es magnífico, me gusta mucho... aquí tampoco son fáciles de conseguir los libros de Heredia pero algo se encuentra.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué gusto poder leer en versión original! Élmer Mendoza escribe que lo escuchas, y eso que escribe “seguido”... Mucho talento narrativo al servicio de la gente…
ResponderEliminarCon ésta he leído la serie entera que el autor ha dedicado a su personaje Edgar "el Zurdo" Mendieta.
BALAS DE PLATA la leí el mismo año que se publicó, en 2008. En 2012, cayó LA PRUEBA DEL ÁCIDO y al año siguiente NOMBRE DE PERRO.
Esta última, BESAR AL DETECTIVE, es una historia muy lograda que el lector sigue con interés, sintiéndose formar parte de la intriga, queriendo resolverla con las pistas e intuiciones que va acumulando a lo largo de la lectura. El lector penetra en los ambientes descritos; el lector escucha, olfatea, vive la historia. Y sonríe, como así lo hacen todos los personajes menores; son los parias del mundo que ahuyentan sus males. Narcotraficantes, policías y gente anónima (¿será por eso que el mexicano quiera fortalecerse a costa de agregarse un apodo?) pululan, mezclándose (hoy nos asociamos y mañana nos matamos) en esas ciudades conflictivas, míticas ya en el imaginario literario —y tristemente real— criminal, donde cada individuo arriesga cada día su vida a cambio de nada, de nada seguro: ¡Admirable! Aquí, el autor se hace fuerte en aquello de denunciar que el mexicano se sabe en manos del gran norte: ¡Piches gringos!
Y aquí dos perlas:
“No imaginó cómo había caído su compinche porque los asesinos no imaginan” (p. 111)
“…, es absurdo morir de estrés cuando se podría morir tranquilamente de un balazo” (p. 130)
Un gran comentario Detectives salvajes, una revindicación muy auténtica del autor. Me han encantado los perlas que entresacas, especialmente la segunda. Gracias!
ResponderEliminarGracias, Alice. Siguiendo con las lecturas y con tu blog.
ResponderEliminarA mi su forma de escribir me parece un tanto confusa
ResponderEliminarLástima porque la trama parece interesante.
L
Gracias por tu opinión.
ResponderEliminar