Tras pasar por antidisturbios, lleva 7 años en homicidios. A sus 38 es un solitario, un hombre sin vida personal ni sentido del humor. No le gusta trabajar en equipo y odia los interrogatorios.
Lisa Kornelius tiene 33 años, lleva el pelo morado y viste ropa desastrada. Es una experta informática que trabajó 3 años en Copenhague investigando delitos relacionados con la pederastia y la pornografía infantil. Hastiada por los crímenes y agotada por los horarios, se trasladó a una ciudad más pequeña, actualmente trabaja en homicidios.
Su jefe es el comisario Agersund y otros compañeros son el forense Torden Bach, el joven inspector Jaspers y Jacob, que fue militar en la guerra de los Balcanes, donde conoció a Trokic.
En "Un oscuro fin de verano" descubren el cuerpo desnudo de una joven degollada en el bosque, la investigación de lo que a simple vista parece un crimen sexual, acabará conduciéndoles por otros caminos.
Comentario personal
Como os podréis imaginar un protagonista sin sentido del humor no resulta muy atractivo. Tiene todos los defectos de los detectives: solitario, sin vida personal, pero ninguna de sus virtudes. Su compañera Lisa resulta un poco más interesante. En general la novela, con hallazgos ocasionales, me ha resultado un poco pesada.
Para comer: salchicha turca con col confitada, Smørrebrød (rebanada de pan negro con mantequilla recubierta con distintos ingredientes) o gulash con ajvar (salsa formada de pimientos rojos, berenjena, ajo y pimienta)
- Un oscuro fin de verano (Sort Sensommer, 2006)
- Hielo y cenizas (Frost og Aske, 2008)
- Sangfuglen, 2009
- Hvepsereden, 2011
La autora
Inger Wolf nació en Herning, Dinamarca, en 1971. Hasta los 10 años vivió en Århus, una bonita ciudad entre los bosques y el mar, escenario de sus novelas. Cuando tenía 9 años sus padres se divorciaron y ella se fue a vivir a otra ciudad con su padre, músico de profesión.
Empezó a escribir con 10 años. Estudió inglés en una escuela de negocios y trabajó como traductora freelance. En 1995 tuvo una hija. Con 29 años publicó su primera novela, Sidespring, que hablaba sobre la infidelidad, el divorcio y la maternidad.
En 2001 vuelve a Århus. Sufría depresiones ocasionales y paseaba por la naturaleza, el paisaje le inspiró su primera novela policíaca, que recibió en 2006 el premio de la Danish Crime Academy al debut más interesante.
Actualmente vive con su novio y su hija Cecilie.
Web oficial de la autora: http://www.ingerwolf.com/
Otros libros
- Sidespring, 2000
La novela se lee bien.. a mitad camino se atasca un poco pero es bastante recomendable.. su protagonista, el croata Daniel tiene un pasado duro y su compañera de trabajo, Lisa comparte al 50% el protagonismo de la obra.. Habrá que esperar cómo se desarrolla la segunda novela que ya se está traduciendo (para finales de año, probablemente)
ResponderEliminarHola Aurora, gracias por tu opinión que ofrece una alternativa a la mía.
ResponderEliminarLos protagonistas no me llegaron, la trama me pareció un poco absurda, el final demasiado visto.
En parte la culpa de mi valoración se debe a que lo leí a la vez que un libro de Montalbán y claro, no hay color.
Le daré una oportunidad a la próxima a ver si mejora.
No me la voy a apuntar, en vista de que no te ha convencido nada, y que hay tanto que leer.
ResponderEliminarAdemás ya tengo a Mma que me hace muy feliz.
pd. Qué mal se come en todos sitios, por favor.
Como se entere Montalbano le da un patatús.
Pues a pesar de que Auro suaviza un poco la cosa, tampoco yo la apunto.
ResponderEliminarLa comida, gran tema. El otro día mi profe de inglés (que estoy convencida de que odia España) me decía que la comida portuguesa es muchísimo mejor que la española; que aquí solo pensamos en el jamón. ¡Anda que no tenemos una gastronomía rica y variada!
Loque,
ResponderEliminarComo diría Leo Caldas, Mma Ramotswe 9 - Daniel Trokic 3... No hay color... Montalbano moriría de tristeza (y de frío).
Lammemoor,
me asombra que un inglés se atreva a hablar de comida, con sus puddings de riñones y sus pasteles de carne, lo único que les da un poquito de alegría es la comida india… Me gusta la comida portuguesa, pero como dices, donde esté la variedad de la española…
Por romper una lanza a favor de la comida inglesa, diría que quizá los dulces son algo más comestibles y el té del que tienen una gran variedad. Como en mi infancia fuí una devoradora de los libros de Guillermo Brown de los que de vez en cuando aún leo algún episodio y Enyd Blyton, me pasmaba la descripción de las comidas: por ejemplo aún no sé lo que es el porridge que las niñas del Colegio de Santa Clara parecían odiar. Si alguien me puede ilustrar lo agradecería.
ResponderEliminarHola Isabel,
ResponderEliminarCuando yo estudiaba inglés con el (infumable) método Basil Potter, definían el porridge como gachas de avena... no me extraña que las niñas lo odiaran. Mi hermana y yo eramos más de Torres de Mallory que de Santa Clara y a Guillermo Brown no le leí.
Es verdad, la hora del té es de lo poco salvable de la gastronomía inglesa :)
Hay otra definición para porridge, la he buscado en un prestigioso diccionario culinario: comistrajo.
ResponderEliminarY respecto al profesor ese, pues sí, la comida portuguesa está muy bien, pero vamos... que además del jamón aquí tenemos muchas cosas. Claro que se ve que tonto del todo no es, porque a ver cómo va a criticar la comida española (o de cualquier otro lugar del planeta) comparándola con la suya, así que se he buscado otro país del sur de Europa.
Isabel, ¿Tu también alucinabas y te morías de envidia con la cerveza y las galletas de jengibre, las meriendas a media noche y las empanadas de riñones?
ResponderEliminarUltimamente fisgando en libros de cocina ingleses si que veo buenas recetas. Pero debe ser solo si comes en casa.
En cuanto a mi profesor vivió once años en Portugal; tuvo que irse por no se que problema y aquí está rabiado. De todas formas, no tiene ni idea ¡Aquí se come fenomenal!
P.D: el porridge fue la única comida que leyendo aquellos libros no me apeteció probar.
Pues sí Lammermoor, me encantaba leer las fiestorras que se daban a media noche y hasta la empanada de riñones me parecía algo exótico. Desde luego la vida de las internas del colegio al que yo iba no era comparable. Mi infancia y adolescencia estuvo repleta de arenques, pan con mantequilla y emparedados de pepino o algo así, esas eran las comidas que recuerdo de los Cinco, los Siete secretos, los de Aventura en la isla y mi querido Guillermo Brown.
ResponderEliminarEn cuanto a mi aportación sobre libros ambientados en India: Asuntos de familia y Un perfecto equilibrio de Rohinton Mistry, El dios de las pequeñas cosas.. y se me ha ido el santo al cielo. No recuerdo nada más. Buenas noches.
Loque, he recordado que Rankin (gracias por avisarme de la entrevista de ayer en La 2) también hace comer a Rebus asaduras con avena y un postre de avena y nata. Se ve que los british tienen una gran afición por los comistrajos. Aunque la verdad es que en los hoteles sólo les veo desayunar huevos fritos con bacon y judías.
ResponderEliminarLammermoor, ya nos contarás las recetas de los libros porque no alcanzo a imaginarlas.
Isabel, me apunto también tus recomendaciones de libros de la India.
Bueno, yo no conozco al autor, me da gusto que cada vengo conozco alguno por las entradas y hoy ¡he aprendido además de gastronomía!; te cuento Alis que saliste muy guapa en la cumbre, que aunque ya te conocía verte sonreir -seguramente charlando de comida- me hizo feliz.
ResponderEliminarA mi me gusta lo poco que conozco de la cocina española (que es muy limitado) y recién me acaban de recomendar un restaurante de comida española del mar...aún no he ido, lo tengo pendiente.
La comida inglesa, esa si que es desconocida para mí. Fuera del te...nada de nada.
Ale,
ResponderEliminarVeo que te lees las entradas de cabo a rabo :). Parece que cuando un detective no nos llama mucho la atención, acabamos hablando de cualquier cosa. Yo conozco un poquito la cocina mexicana, tengo un amigo de Puebla que es un gran cocinero. La verdad es que en la cumbre nos pasamos el día comiendo, la compañía fue estupenda... la próxima vez tendrás que cruzar el charco.
si Alice, siempre te leo completita, aunque no comente a la primera ;)
ResponderEliminarAhhh Puebla, la cocina de ese estado es IN-SU-PE-RA-BLE ¿nunca has comido los chiles en nogada? es un platillo muy típico de ahí, y el mole poblano ex-qui-si-to.
Ya supe que en la cumbre hasta pasearon unos quesos. Esta vez mi papá se ofreció a darme el avión para ir a la cumbre (le sobraban muchos kilómetros, pues el viaja mucho) pero la verdad es que sólo podía estar ahí dos días y me pareció muy poquito, para tanto viaje. El otro seguro que me apunto, ya me tendrán por ahí.
Ale, conozco el mole poblano (de hecho es algo que no falta en mi nevera) y la sopa de lima, los chiles en nogada no, pero ya preguntaré. Nos veremos en la próxima.
ResponderEliminarantes que nada te envio un saludo desde mexico.
ResponderEliminarhace unos dias termine de leer los dos libros de inger wolf. se que el primero no te gusto mucho, pero creo que el segundo que se llama hielo y ceniza, esta mejor. el personaje de trokic, esta tomando forma y la verdad me gusto mucho.
ojala lo leas y te guste como a mi.
por ultimo en la entrada de esta autora lei comentarios de la comida mexican. y la verda es que si, es riquisima, espero que algun dia puedas probar mas que la comida poblana. hay una gran variedad.
Hola Sandra,
ResponderEliminarNo creo que me anime con Hielo y cenizas, acabo de estar ojeando el argumento y no me llama la atención y tengo muchísimo por leer.
Con la comida mexicana me animo lo que quieras :) En Madrid hay un montón de restaurantes mexicanos pero todos ofrecen casi lo mismo: nachos, fajitas, burritos, tacos y ocasionalmente algún ceviche, cochinita pibil...
Saludos