Esta conversación tuvo lugar el viernes 22 de octubre de 2010 a las 20:00 horas en el Centro Municipal de Cultura de Getafe.
Antonio Lozano presenta a Antonio Muñoz Molina. Aunque no es un autor específico del género negro, algunas de sus novelas: "Beatus Ille", "El invierno en Lisboa", "Beltenebros", "Plenilunio"... pertenecen a este género. También "En ausencia de Blanca" tiene toques de novela policial. Su obra actual constituye un esfuerzo por explicar la historia de España.
Lozano comienza preguntando: Como lector, ¿qué autores y libros le ganaron para la novela negra?
Muñoz Molina agradece la presentación y a Lorenzo Silva la invitación que dice haber aceptado por falta de carácter y por amistad.
Hay dos libros que le marcaron: "Diez Negritos" y "El conde de Montecristo". Y las novelas de kiosco que se vendían e incluso alquilaban, novelas de espías y policías con nombre anglosajones: Peter Kapra... que escondían escritores españoles, en algunos casos republicanos represaliados que no podían escribir con su propio nombre y se ganaban así la vida. También el semanario "Siete fechas" versión culta de "El caso", su padre le mandaba a comprarlo y a él le fascinaba tanto como el tebeo "Aventuras del FBI". Más tarde descubrió la novela clásica policial americana: Chandler, Macdonald y Hammett, a quien conoció por un ensayo de Cernuda.
¿Qué hay en sus novelas del género policial?
Ya en su primera novela "Beatus Ille" utiliza el género policial. En una primera obra se busca una estructura narrativa y el misterio es la estructura perfecta, te empuja a escribir. Imita una novela inglesa de casa cerrada con un grupo de sospechosos. También sigue el esquema de Ross Macdonald: aparece un cadáver y el detective tiene que buscar al culpable, pero el muerto "vuelve". Es una idea que también utiliza Conan Doyle, un marco racional con una parte fantástica. El mejor ejemplo es "Laura".
En "El invierno en Lisboa" utiliza más el thriller ambulante, tipo "39 escalones", los personajes "corren". Le faltaba un pretexto para disparar la trama y lo encontró en un cuadro de Cézanne.
Antonio Lozano comenta que Muñoz Molina pone mucho mimo en la ambientación, el color de una maleta... es muy pictórico.
El autor dice tener una imaginación muy visual, necesita poder imaginar más los sitios que los personas. Por ejemplo mucha gente supone en "El invierno en Lisboa" que el músico era negro y la chica rubia, pero él no lo menciona en ningún momento. También tiene que ver con la traducción visual del cine. No muestra la cara del personaje, pero sí donde está.
En esa época trabajaba en la delegación de cultura del Ayuntamiento de Granada. No había estado nunca en Lisboa y aunque utilizaba un narrador que no sabía de música ni conocía Lisboa decidió acercarse un fin de semana porque estaba bloqueado. El viaje le permitió visualizar la segunda mitad del libro. En su viaje pasó por un acantilado y recordó las palabras de Hitchcock: Los acantilados están para que la gente se caiga por ellos, pensó que era un buen lugar para deshacerse de un cadáver... pero volviendo de Cascais en tren decidió que era mejor tirarlo desde el espacio que hay entre los vagones. Le impresionó el elevador del Rocio, construido por un discípulo de Eiffel, y aparece en su novela. También el nombre de un bar está inspirado en una zona portuaria con sitios de mala muerte de nombres exóticos.
Lozano pregunta por sus referencias cinematográficas.
Releyendo la novela para una traducción me sorprendió lo mucho que fumaba la gente… Hay mucha gente que atribuye al autor los vicios del personaje, pero no sus virtudes. Muchos le preguntan si fuma, pero nadie supone que toque el piano.
"El tercer hombre" le inspiró la ambientación de "El invierno en Lisboa", los terraplenes, la gente corriendo. En "Beltenegros" el modelo es más de espías que policial, tipo el Smiley del primer Le Carré: "El espía que surgió del frío".
¿Por qué le sienta tan bien el saxo al cine negro?
El jazz se asocia a la mala vida. En este cine de estereotipos y arquetipos suele haber un protagonista bueno, que suele tener una novia buena, pero sin atractivo sexual evidente. Es tentado por el mal en forma de una mujer que fuma. En "Deseos humanos" de Fritz Lang, suena música de cuerda cuando salen los buenos y jazz cuando aparece la mala.
En "El invierno en Lisboa" comenzó siendo contada por el pianista, pero luego optó por un narrador que no supiera de música para no caer en la pedantería musical que había observado en algunos pasajes de Cortazar. Quería que el lector se pudiera identificar con él.
Lozano menciona una frase de esta novela "Tenía una historia porque tenía un revolver". Muñoz Molina dice que la frase se le ocurrió de pronto y que tiró para alante con ella.
En "Beltenebros" aparece un Madrid lleno de lluvia, turbio, rufianesco...
Su Madrid era tenebroso porque lo conocía poco. Describe con bastante detalle los alrededores de la Estación de Atocha porque era la zona donde paraba en sus viajes. Más allá de Antón Martín comenzaba la oscuridad. Conoció el cine Barceló (ahora Pachá) y en su novela aparece un cine estilo Art-Decó inspirado en él.
En "Los misterios de Madrid", una novela por entregas, hay más precisión geográfica, pero limitada. Su primera casa en Madrid estaba cerca de Puerta de Toledo e iba por la ciudad fijándose en lo que veía, imaginando tramas. Hace una broma con su propio trabajo, hay un personaje que no sale de las Vistillas que habla de un paisano suyo: Antonio Muñoz Molina. El café Central le inspiró el café Metropolitano de Lisboa.
¿Si hicieras ahora una novela negra sería diferente?
Muñoz Molina siempre tiene la esperanza de que se le ocurra la novela perfecta, la única que conoce es "La llave maestra" de la japonesa Masako Togawa. Borges dice que la novela de misterio siempre acaba frustrando: el misterio es divino y la solución humana. También lo dice Chesterton: la revelación del misterio nunca estará a la altura del misterio. Es lo que ocurre con "Perdidos", los guionistas crean misterios sobre misterios para atraer la atención, pero luego tienen que "pagar" con la solución.
Las novelas de cuarto cerrado le atraen muchísimo, como "El cuarto amarillo" de Gaston Leroux o algunas novelas de Dickson Carr, pero dejan fuera lo real.
¿Estás enganchado a alguna serie?
Vió "Los Soprano" en tiempo real, mientras vivía en EEUU. Tiene un sistema narrativo sobre el que se debería reflexionar más. Si "El anillo del Nibelungo" de Wagner dura 15 horas, "Los Soprano" son muchas más, los capítulos terminan pero la serie continúa tras cada uno de ellos. Retrata la vida. Lorenzo Silva y él estuvieron con Joyce Carol Oates y comentaron que el arte americano es local y documental. También lo son "Los Soprano", un retrato detallado y preciso sobre como es la vida en una zona de Nueva Jersey.
"The Wire" le parece perfecta, pero demasiado técnica, le falta la dimensión poética, es implacable. Prefiere leer un libro de no-ficción sobre esa temática.
A veces se siente culpable cuando se tira toda una tarde del domingo viendo series.
¿En EEUU se vive la novela negra de un modo diferente?
Fuera de España la literatura negra está separada de la literatura normal. Mientras aquí todo está mezclado, hay más porosidad, en otros países los géneros están más tipificados. Ni Raymond Chandler ni Simenon están en la sección de literatura. Y Patricia Highsmith no es contemplada con tanta admiración. En el suplemento literario del New York Times no suele aparecer novela negra entre las críticas literarias.
En tus novelas te has acercado a la Guerra Civil, ¿ves la novela negra adecuada para acercarte a los hechos históricos?
Ya lo hicieron Sófocles en "Edipo Rey", Juan Marsé en "Si te dicen que caí" o "Ronda del Guinardó" o Eduardo Mendoza en "La verdad sobre el caso Savolta". Simenon hace novelas de personajes tan sólidos que superan a otros novelistas de su generación. Sólo hay que sacrificar una parte de la historia a la forma.
En "Beltenebros" quería hacer una novela para hablar de la resistencia antifranquista y mostrar la paradoja de aquellos que seguían consignas de personas que no sabían lo que pasaba en España. Tal como cuenta Jorge Semprun que le ocurrió cuando llegó a España, vió un país distinto, donde la gente disfrutada, lejos de las consignas.
"Plenilunio" te exigió más documentación sobre técnicas forenses…
Sí, es bastante posterior, no es tanto una novela policial como una novela con un policía. El asesino se conoce pronto. Está inspirada en un crimen que sucedió en Granada en 1987, él la escribe en 1995 y tiene que respetar la intimidad de las víctimas pero sin perder la verosimilitud. La riqueza de lo real es más atractiva que los estereotipos del género. Habló con el policía que investigó, con el fiscal, el abogado defensor... manejó mucha documentación y descubrió el respeto que hay que sentir hacia lo real. Cuando preguntó al policía por qué se cebaban con mujeres y niñas, éste simplemente respondió “porque son débiles”. Actualmente ha dejado de interesarle el género en sí y le interesan más la narración, el género periodístico y los libros de investigación.
¿Hay algo más que te llamara la atención de la investigación policial real?
El método deductivo del género policial no es real, la mayor parte de los casos se resuelven por chivatazos. También la calidad del trabajo de los policías, el modo en que han vencido al terrorismo... no gozan del reconocimiento público que se merecen, han tenido poca compensación por su esfuerzo, faltan muchas historias por contar. Venimos de una generación que ve a la Policía y la Guardia Civil como al enemigo, todavía ven un coche de policía y se asustan.
Antonio Lozano abre el turno de preguntas al público y Lorenzo Silva toma la palabra. Agradece a Muñoz Molina que se dejase convencer, no cree que sea por falta de carácter sino porque tenía mucho que decir. Le agradece especialmente la referencia al trabajo de las fuerzas del orden.
Le acompaña en el sentimiento de envilecimiento que le envuelve cuando se ha tirado toda una tarde viendo series. Cree que la secuencia final de "The Wire" es poesía pura y le recomienda "Breaking Bad", la historia de un profesor de química que se convierte en un proveedor de metaanfetamina. Comenta que en ambas series se renuncia al artificio de la intriga. En "The Wire" en el primer capítulo sabes lo que va a pasar el resto de la temporada. Personalmente cree que el acertijo está gastado ¿hay que preservarlo a toda costa? El ha renunciado a sacar el conejo de la chistera y algunos se lo han reprochado en su última novela.
Muñoz Molina comenta que nuestro cerebro está programado para buscar el orden. Nos impactan las historias que no terminan, como la desaparición de Madeleine. El llamado "monstruo de Florencia" fue un asesino en serie que a finales de los 70 y principio de los 80 mató a 18 parejas de novios que en esa época buscaban la intimidad en sus coches. Para evitar la mala publicidad y sus consecuencias en el turismo el caso no se divulgó y terminó sin resolverse.
Una persona del público pregunta si cree que el asesinato de Marta del Castillo inspirará novelas o películas. A Muñoz Molina le preocupa la emulación, el efecto tóxico, la violencia frivola de algunos jóvenes.
Antonio Lorenzo pregunta si hay intrigas en la Academia de la Lengua o en el Instituto Cervantes. El autor recuerda "Asesinato en el Comité Central" de Vázquez Montalbán.
Una persona del público le agradece que en "El invierto en Lisboa" optara por una persona que no sabía de música en el papel de narrador, que se ponga en el lugar del lector.
Muñoz Molina cree que la literatura es una democracia casi perfecta y el arte impenetrable un artificio. Las grandes obras universales están hechas para todo el mundo. A él personalmente le aburre Dostoievski pero le gusta Tolstoi. Mientras algunos se quejan de que se lee poco, otros se empeñan en hacer una literatura hostil a las personas. Cuando viaja en el metro de Madrid observa a más gente leer que en el metro de Nueva York.
Lammermoor también estuvo allí y lo cuenta aquí y aquí.
Me encantan las novelas policíacas, clásicas o actuales, de Christie a Larsson, pasando por Grafton, Camilleri y Mankell. Sus personajes se han convertido en mis amigos. Busco sus historias descatalogadas en bibliotecas y librerías de viejo y rastreo sus novedades en escaparates físicos o virtuales. Espero que os guste el blog y os ayude a encontrar autores o algunas de sus obras que no conozcáis.
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Alice muchas gracias, como de costumbre, por tu detallada entrada. Los que no tuvimos la oportunidad de asistir te lo agradecemos mucho. Un cariñoso saludo.
ResponderEliminarAlice, que te puedo decir.
ResponderEliminarSoy entusiasta de Muñoz Molina, y agradezco tu corresponsalía tan detallada.
He comentado ya en el blog de Lammermoor y me repito: me encantan y encajan los detalles de contexto al crear en sus novelas.
Me encantaría saber qué cuadro de Cezzane fue el detonante, jejeje; soy muy visual y me identifico con su forma de narrar, tan apoyada en referentes y códigos del género cinematográfico.
Acertado el título de la charla, comienzo de su novela...(aquí puedes premiar a los lectores atentos, jijij)
Me falta Plenilunio...
Coincido en que el arte americano es local y documental, uno recorre el país y pide !qué quiten los decorados!, no he visto nada de The Wire y cada vez oigo más hablar de ella...
Silva y Muñoz Molina, sólo esto ya valía el viaje!
Un abrazo ;-)
José Ignacio,
ResponderEliminarAcompañé a Lammermoor a la charla pero no le iba a dedicar una entrada, no me parecía tan afín al blog como otras veces. Pero desde el principio me pareció muy interesante todo lo que se comentaba y me puse a tomar notas como una loca para podéroslo traer.
Maribel,
De Muñoz Molina sólo he leído "Plenilunio" y hace muchos años...
Sí, el título de la charla es el comienzo de "Beltenebros", no se en que momento lo mencionaron, no lo tengo apuntado... menos mal que esta vez hay otras fuentes :).
Sólo he visto los 2 primeros episodios de The Wire y todavía no se si me gusta. Algunas cosas sí, como que uno de los chicos que trapichea se haga un lío con el cambio: ¡es genial! ¡han dejado la escuela y es lógico que sea así!
Muñoz Molina estuvo muy bien, Antonio Lozano (al que conocía por su blog en serienegra.es) también y Silva me resultó muy esclarecedor, sobre todo la parte en la que cuenta lo del conejo y la chistera, que ilustra bastante sobre el desarrollo de la trama en "La estrategia del agua".
Aunque aún no leí esta entrada (por aquello de la contaminación de las fuentes) no puedo resistirme a comentar. Doy fe de que antes de comenzar Alice me dijo que no iba a tomar notas pero lo cierto es que no paró.
ResponderEliminarEn cuanto a Antonio Lozano lo hizo muy bien; llevaba la entrevista muy bien preparada e iba haciendo las preguntas de forma que fueran pequeñas guías en la conversación de Muñoz Molina. En ningún momento intentó cortarle cuando hablaba o ser más sabiondo que él ni ninguna de esas cosas que muchos entrevistadores se empeñan en hacer.
En cuanto a Lorenzo Silva, comprendí mucho mejor sus comentarios cuando leí La estrategia del agua y estoy de acuerdo con él.Creo además que ya le habían criticado porque se salía de las convenciones del género en La reina sin espejo (espero haber acertado con el título; siempre se lo cambio)
P.D: Vaya rollo que os acabo de soltar y eso que no leí la entrada.
Lammermoor, espero impaciente la continuación de tu entrada para seguir charlando. Coincido con tu apreciación del buen hacer de Lozano y con la "normalidad" de Muñoz Molina que comentas en tu blog.
ResponderEliminarJooo!, Alice, contadme lo del conejo y la chistera, que me he leído todos los de Chamorro y Bevilaqua y me interesa la relación con la trama de "La estrategia del agua"
ResponderEliminarA mi me gusta esto de la contaminación, la entrada de Lammermoor y la tuya se complementan, dos visiones, qué bien!
Un abrazo ;-)
Maribel,
ResponderEliminarLo del conejo y la chistera está al final de esta entrada, donde pone Lorenzo Silva toma la palabra. En algunos sitios se le había criticado que en su última novela el culpable es el que parecía, en la charla explica sus motivos.
A mi también me gusta que haya dos visiones, estoy esperando la continuación de Lammermoor.
Yo estoy enganchado a The Wire, ya estoy en mitad de la tercera temporada
ResponderEliminarTacitus, yo me lo tomo con calma, me gusta que las series me distraigan y aunque llevo poco The Wire me parece bastante desoladora.
ResponderEliminarTan buenísimo resumen como todos los que haces. Estoy segura de que por tu culpa estos actos tienen menos público, porque gracias a ti nos enteramos de lo más interesante sin el esfuerzo de ir; llegará un momento en que los organizadores te impidan la entrada… Ahora, ya en serio, me ha gustado mucho lo que ha dicho Muñoz Molina; tu crónica ha hecho que me apetezca mucho leer algo de él.
ResponderEliminarPues sí que tenía mucho que decir, sí.
ResponderEliminarMe encantan las dos entradas (todavía me queda la última de Lammermoor), y se complementan muy bien.
Estoy de acuerdo con muchas cosas de las que dice, como la frase de los acantilados, o lo de los guionistas de Lost.
Sin embargo empiezo a entender porqué a mí no me convencen sus libros: no soy nada visual. Por ejemplo, me aburren las descripciones de paisajes, en cualquier tipo de libro, me interesa la trama, los pensamientos de los personajes, pero no soporto que me digan si tenía la barbilla así, y las orejas asá, además a los 2 minutos lo he olvidado.
Lo que se saca de tener información privilegiada, gracias a ti (vosotras, en este caso)
"The Wire": Vi dos capítulos y sí, era desoladora.
Alice tocado y hundido!, he debido de liar lo leído en las dos entradas, y tomé ese párrafo como algo de MM, aclarado.
ResponderEliminarPensé que era una anécdota concreta, a mi me suele molestar que el autor que ha contado contigo durante todo el libro tirando pistas, de repente "te engañe" y se saque el final de la manga, o de la chistera...
;-)
Natalia D., ¡no admito más excusas! ¡a la próxima charla (la de novela policíaca de mujeres en la Besteiro) te vienes conmigo! ¡Reserva el 16 en tu agenda! Si no me dejan pasar te utilizaré de rehén.
ResponderEliminarYo también me he propuesto leer a Muñoz Molina, alguno de los policíacos que no he leído y alguno más actual, me ha encantado este hombre.
Loque, comparto contigo el aburrimiento por las descripciones detalladas... también me repelen bastante (aunque no tiene nada que ver con esta entrada) los diálogos interiores de los protagonistas.
Maribel, como decía MM es difícil encontrar la trama perfecta y como también decía necesitamos el misterio. Si nos lían mucho nos sentimos estafados al final, si nos lían poco echamos de menos el misterio y la sorpresa... en fin, que los lectores somos muy pesaditos.
Fantástica como siempre Alice, deberías cobrar entrada.
ResponderEliminarHe leído dos libros de Muñoz Molina, "El jinete polaco" y también "El invierno en Lisboa". Si me obligaran a definir este último con una sola palabra, sin dudarlo diría "pedante". Imagina mi sorpresa cuando el propio autor dice que intentó huir de la "pedantería musical" cambiando el narrador. Puede que lo consiguiera, pero desde mi modesto punto de vista no pudo escaparse de todas las demás pedanterías.
Claro que a lo mejor no entendí el libro debido a mi corta imaginación visual. Fíjate que hasta pensaba que la chica era morena y el músico blanco.
Besos y saludos.
Jua, jua, Javi, la chica morena y el músico blanco... ¡tu imaginación está libre de estereotipos!.
ResponderEliminarPues no he leído esos libros, sólo puedo decir que Muñoz Molina en persona personalmente no es nada pedante.
A mí no me parecieron pedantes cuando los leí y mi mente si que está llena de estereotipos porque si pensé que el músico era negro y ella rubia.
ResponderEliminarEn cualquier caso, en persona es lo más alejado de la pedantería y el divismo.
Me he reído mucho con eso de servirte de rehén… No creo que llegue a hacerte falta: en cualquiera de estos actos tienen que estar encantados de que vayas, ya que muchos nos enteramos de su existencia gracias a ti.
ResponderEliminarLo del 16 me apetece mucho, pero dependerá de la hora y el sitio porque trabajo hasta las 7.
Ahora ya no podré utilizar “Un invierno en Lisboa” para juzgar si tengo prejuicios o no; por vuestra culpa Lammermoor y Javi, ya sé que la chica era rubia y el músico negro (¿o al revés?).
Natalia D., pues la charla comienza precisamente a las 7 y es en la calle Azcona, 53, entre Diego de León y Ventas.
ResponderEliminarEn cuanto a la chica morena/rubia y el músico negro/blanco creo que MM no lo menciona en la novela y por lo que vemos cada uno se los imagina de una manera en función de… ¿su imaginación? ¿sus estereotipos?
Cómo me ha gustado tu entrada Alice! últimamente tengo bastante trabajo y anda algo liada pero he hecho por fin una parada y he leído de cabo a rabo todo todo. El caso es que Muñoz Molina me gusta como persona pero no como escritor, hace mucho tiempo que no leo nada suyo, pero los recuerdos que tengo de su literatura: Beatus Ille, Beltenebros y Un invierno en Lisboa me dejaron bastante indiferente. Puede que me pase lo de a Javi, que no tengo mucha imaginación visual.
ResponderEliminarThe wire no la conozco pero últimamente estoy con Daños y perjuicios que no está nada mal.
La charla de las mujeres de la que hablas Alice, debe ser muy interesante. La verdad es que tu espacio se va a convertir en un referente porque mira que te lo curras hija, muchas gracias.
Isabel, me alegra que os gusten estas entradas, me permiten "descansar" de las de los personajes, aunque también llevan su trabajillo. La verdad es que tengo bastantes ganas de ir a la de mujeres y novela negra, nunca he escuchado a ninguna de las 3 autoras....
ResponderEliminarYo estoy apunto de comenzar con la tercera temporada de "Daños y perjuicios". A ver que tal, la segunda era un poco más floja que la primera.
Alice:
ResponderEliminarpues vengo y me entero de lo ocurrido casi como si hubiera estado ahí...eres una excelente corresponsal. Hasta siento que conozco a Muñoz Molina (que ya había leído con Lammermoor que es "sencillo y nada de divo)
Chesterton: la revelación del misterio nunca estará a la altura del misterio" ¡ya dicen eso los fans de Lost! jajaja
un beso,
Ale.
Hola Ale,
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, tu tienes excusa para venir al tener un océano por medio :)
Pues todavía no he visto la última temporada de Lost, quizás como estoy preparada para lo peor no me desilusione tanto.