Nació en 1919 en Madrid. Pasó su infancia en el barrio de Lavapiés. La guerra le pillo con 17 años trabajando como guardia civil en Ciudad Rodrigo, allí conoció a su mujer. Lleva casi 40 años en la policía, primero como inspector y a partir de los años 60 como comisario.
Le conocemos con 58 años en 1977. Es bajo, algo barrigudo, de piernas cortas. Tiene entradas en su pelo sin canas, ojos oscuros y penetrantes, un rostro ancho y fuerte donde luce un bigote recortado. Sus colegas le apodan "El Caudillo" por su gran parecido con Franco.
Vive en una bocacalle de Alcalá en el barrio de Retiro, con su esposa, Eugenia, una mujer pueblerina, beata y mala cocinera, con la que lleva casado 41 años y de la que ya no está enamorado. Tiene dos hijos, el mayor, Santiago, está casado y el pequeño, Diego, estudia en la universidad y vive con ellos. Tiene un apartamento en Barceló, donde escucha ópera y se encuentra con su amante, Consuelo, una mujer mucho más joven que él. En esa España el divorcio todavía no está permitido y el adulterio es delito.
En su carrera en la DGS siempre ha trabajado en delitos comunes y se ha mantenido al margen de la política, es un profesionalista. Nunca ha utilizado métodos de tortura. No tiene nada que reprocharse por su comportamiento durante el franquismo, aunque no siempre se ha atenido a las normas sino más bien a su sentido de la justicia. No le interesa el prestigio personal. Es respetado por sus superiores y querido por sus compañeros. Cree que todo el mundo tiene algo de delincuente, aunque sea por sus deseos. Lee El País y Diario 16 aunque no los lleve a su lugar de trabajo por lo que puedan pensar. Fuma Kaiser.
Su equipo lo forman:
- Elena Fernández Ruiz, primera inspectora de la DGS y la única que no trabaja en estupefacientes y delitos abortivos. Es atractiva. Hija de un constructor, vive en El Viso. Estudió Antropología Social en la Complutense. Acaba de salir de la academia y tiene que demostrar de lo que es capaz y lo hace sin agresividad, aunque la manden preparar cafés.
- Ángel Gallardo, de Vallecas. Agil y atlético. Es un viva la vida de 30 años que conoce a la perfección la vida nocturna madrileña. Tiene una gran memoria y es responsable en su trabajo.
- Paco Navarro, inspector de 20 años, tímido y formal.
- Juan Lista
- Dr. Pelaez, patólogo de la policía. Un gran profesional.
- Prieto, de huellas.
- Varga, técnico de rastros.
En "Sábado de gloria" un periodista cae desde la ventana de su piso de Alfonso XII. ¿Suicidio o asesinato? El equipo de Bernal descubrirá poco a poco la transcendencia de su investigación.
"El metro de Madrid" transcurre en la víspera de las primeras elecciones libres. Un psicópata abandona cuerpos de mujeres en vagones del metro. Bernal y su equipo emprenden una lucha contra reloj para detenerle.
Comentario personal
Me han gustado el comisario Bernal, un gran personaje, un hombre tranquilo, que dirige a sus hombres con ecuanimidad. También sus colegas, sobre todo Elena Fernández y Peláez.
David Serafín escribe novelas de procedimiento donde asistimos a las investigaciones de un grupo policial que sigue pista tras pista y analiza huella a huella, iluminados por alguna intuición ocasional y guiados por una dirección competente. Son muy modernas en mostrarnos el uso de técnicas forenses.
La ambientación de Madrid es estupenda, alejada de los tópicos que pudiéramos esperar de un escritor inglés. El autor tiene una perspectiva de los sucesos de aquella época similar a la que a nosotros, ahora, nos da la distancia.
He recordado el desaparecido "escaléxtric" de Atocha. He viajado en los microbuses amarillos y por el metro de los años 70, donde aún existían estaciones como José Antonio (Gran Vía) o General Mola (Príncipe de Vergara). He comprado en Celso García y Sepu y he vuelto a ver los kioscos inundados de revistas porno. Asustada, he revivido las peleas por las calles entre "rojos" y "fachas".
Para comer: En casa, para desayunar: pan frito y una mezcla de achicoria, bellotas tostadas y café; para comer y cenar: lentejas o garbanzos con chorizo, judías verdes con hebras, rehogadas en aceite rancio, chuletas grasientas y requemadas y tortilla paisana fría de restos. En el bar de Félix Pérez desayuna siempre de nuevo un café de verdad con croissant, de vez en cuando se toma un carajillo. En la sobremesa un cortado con copa de Carlos III y ginebra Larios con tónica cuando vuelve a casa.
- Sábado de Gloria (Saturday of Glory, 1979) - Madrid, 3-8 abril 1977
- Madrid Underground / El metro de Madrid (Madrid Underground, 1982) - Madrid, mayo-junio 1977
- Golpe de Reyes (Christmas Rising, 1982) - Madrid, Navidades 1981
- El cadáver en la bahía de Cádiz / Incidente en la bahía (The Body in Cadiz Bay, 1985) - Cádiz, Abril 1982
- Puerto de luz (Port of Light, 1987) - Las Palmas,
- El ángel de Torremolinos (The Angel of Torremolinos, 1988)
El autor
David Serafín es el seudónimo de Ian Michael. Nació en West Glamorgan, Gales en 1936. Su familia paterna hablaba en inglés y la materna en galés. Mientras su padre estaba en la guerra y su madre trabajando, él pasaba mucho tiempo en casa solo, leyendo las obras de Dickens y Edgar Allan Poe. Aprendió latín y francés y con 13 años comenzó a estudiar español. Con 14 años montaba obras teatrales con sus amigos. Estudió en el King’s College de Londres donde se licenció en 1957. Pasó unos meses en Sevilla y Madrid en 1955.
Entre 1957 a 1970 fue profesor de español en la Universidad de Manchester, donde se doctoró en filosofía. De 1971 a 1982 fue catedrático y jefe del Departamento de Español en la Universidad de Southampton.
Después de la muerte de Franco, en los años 1977 y 1978, volvió a Madrid a estudiar con una beca. Iba en el autobús 19 cuando vio caer un cuerpo desde un piso de Alfonso XII, al lado del Retiro. De ese hecho, del que no hablaron los periódicos, surgió el argumento de su primera novela: Sábado de Gloria. Hasta entonces nunca había escrito ficción y la tuvo lista en tres semanas.
Después de la muerte de Franco, en los años 1977 y 1978, volvió a Madrid a estudiar con una beca. Iba en el autobús 19 cuando vio caer un cuerpo desde un piso de Alfonso XII, al lado del Retiro. De ese hecho, del que no hablaron los periódicos, surgió el argumento de su primera novela: Sábado de Gloria. Hasta entonces nunca había escrito ficción y la tuvo lista en tres semanas.
Quería que su obra fuera realista y para ello consultó con la policía, leyó manuales forenses, retrató el Madrid que conocía y otras localidades donde iba de vacaciones. Sus personajes se inspiraron en él mismo y en gente que le rodeaba. Bernal y su mujer representan dos formas de ver España, la nueva y la vieja. La crispación que había en las calles le llevó a escribir sus seis libros entre 1977 y 1982. Una vez que terminó, coincidiendo con el triunfo en las urnas de Felipe González, no pudo completar otras tres novelas del personaje que tenía empezadas.
Sus novelas se publicaron con éxito en Londres y Nueva York y unos años más tarde, pese al temor inicial de sus editores, también en España.
Desde 1982 es el titular de la cátedra Alfonso XIII de estudios hispánicos. Es Jefe de Departamento en el Exeter College de la Universidad de Oxford y dirige la Facultad de Lenguas Modernas y Medievales; también ostenta el cargo de conservador de la Institución Tayloriana.
Desde hace bastantes años reside en Madrid, a la que considera su ciudad adoptiva.
Tiene numerosos escritos sobre literatura hispánica que no tiene mucho sentido reseñar en este blog.
A mí también me ha recordado unas cuántas cosas de aquellos años.
ResponderEliminarComo el "Diario 16", o la famosa "ola de erotismo que nos invade", bueno, que nos invadía.
También me acuerdo de aquellos nombres de calles (en mi casa se siguió diciendo durante años "El Corte Inglés de Generalísimo") y la aprobación del divorcio, que iba a acabar con la familia...
Me ha llamado mucho la atención esta entrada, me la apunto seguro. Aunque soy de los ochenta y no he vivido esa época, me interesa mucho, así como Madrid, ciudad a la que he ido bastante desde pequeña y en la que me gustaría vivir cuando me enfado con la mía ;)
ResponderEliminar¡Gracias! Cómo tantas otras veces : ¡no conocía al autor!
Aprovecho para desearos una Bona Diada de Sant Jordi y/o Feliz día del libro.
Saludos!
Me ha parecido interesantísima esta entrada. Buscaré sus libros en la biblioteca.
ResponderEliminarComo casualidad el otro día escuché en el autobús: ¿me indica la parada del "Francisco Franco"? Sé que se referían al hospital Gregorio Marañón, pero no pude evitar q se me pusieran los pelos como escarpias.
Ops! , no creo haber visto nunca libros del Comisario Bernal, veremos que se encuentra por acá ... suena muy bien, la verdad ...
ResponderEliminar¡Qué buena entrada Alice…! Me ha resultado tan evocadora como una de esas canciones antiguas que al escucharla te hace revivir una época pasada. Después de leerte me apetece mucho ponerme con este autor. Y tu opinión positiva sobre Delfín me ha reafirmado en la opinión que ya expuse en la entrada que le dedicaste a Martín Cruz Smith: que un chino puede escribir sobre Italia, o un inglés sobre España (por poner algún ejemplo), si escribe bien y está bien documentado.
ResponderEliminarEnhorabuena. LLevo tiempo mirando tu página y hasta ahora no había decidido escribir y me parede muy completa e interesante. Leí a David Serafín hace muchos años y me gustó bastante. Tengo en mi biblioteca "Sabado de gloria", "Incidente en la Bahia" y "Puerto de la Luz", que por cierto se desarrolla en Las Palmas de Gran Canaria, cuyo puerto se llama así,y no en Tenerife. Estuve buscando otros libros sobre el comisario pero no he conseguido ninguno. Ahora por tí me enteresado que existe el del Metro de Madrid. Lo buscaré. Saludos.
ResponderEliminarLo primero, contaros que acabo de venir de una charla con el autor en Estudio en Escarlata. Es un hombre encantador, que nos ha contado bastantes cosas sobre como surgieron sus novelas. Algunas de ellas las he añadido en su biografía, junto con su foto.
ResponderEliminarLoque ¿erotismo? entonces más bien era "el destape" ¿no? ¿También tus padres te abandonaron en casa para ir a Perpignan? Muchos no hemos podido recuperarnos :) y de lo del Generalísimo, tampoco.
Josette, buen día de Sant Jordi para ti también, espero que todos hayais recibido muchos libros de regalo. Así que eres una jovenzuela ¿eh? pues te aseguro que Serafín es una fuente muy fidedigna de la época y de Madrid. Comentaba en la charla que Dickens no era de Londres y eso le permitió mostrarla así de real, con la mirada del extraño.
Jaja Creussa, hace mucho que no escuchaba lo del "Francisco Franco", que si no recuerdo mal, también estuvo algunos años sin nombre y se llamaba "Hospital Provincial" hasta llegar al actual "Gregorio Marañón".
Espero que lo puedas encontrar por allí Uruguay360.
Completamente de acuerdo Natalia D, la base de todo es la documentación, viajar y tener un espíritu abierto para empatizar con las situaciones. Y claro, escribir bien.
Monk, me alegra que te hayas animado a comentar. Tienes razón, ya he corregido la localización de "Puerto de la luz", si puedes decirme en qué año se desarrolla, estupendo. Los tres primeros de la serie los ha reeditado Editorial Berenice y son fáciles de encontrar. El de "El metro de Madrid" se ha reeditado como "Madrid Underground", que es el título original inglés y también un juego de palabras entre el "metro" y lo que sucede en "por debajo" de la ciudad, de la apariencia.
Mecachis, Alice! Otro que no conozco. Iré a mirar a la biblioteca, aunque dudo que las tengan, pero por probar no pasa nada.
ResponderEliminarMuy atractiva la entrada, mucho.
En la biblio de Oviedo tienen dos libros suyos. El del metro y otro.
ResponderEliminarLeyendo la entrada me acordaba de la estación de metro tan chula que estuvimos viendo. Deberías incluir la foto :-)
P.D: no hago carrera. Mientras consigo que baje una pila de libros va creciendo otra.
Hola Alice que suerte tengo, hace días que no vengo por aquí, y después de un clásico como Cosecha Roja de Hammett he pensado que necesitaba pasar a uno más castizo, más cercano...y ese toque de nostalgia...época Diario 16 (por cierto se acaba de publicar un libro sobre el Grupo ) que dice Loque me parece perfecto.
ResponderEliminarY veo que añades que le has conocido en persona y es encantador, algo que se añade a lo mucho que me gusta su curriculum en estudios hispánicos, anotado.
Lo voy a buscar, gracias ;-)
El Guisante Verde Project
Peke, yo he encontrado un par de ellos en bibliotecas, las ediciones antiguas de Grijalbo. A ver si tienes suerte.
ResponderEliminarLammermoor, al final me pareció que las fotos que tomamos no reflejaban las estaciones de la época, son más de los 40 que de finales de los 70 y preferí incluir la imagen de las oficinas. Quiero añadir una foto de la calle Alfonso XII, en cuanto tenga un ratito me paso a tomarla.
Maribel, tengo Cosecha roja en la mesilla para releerla pronto pero como siempre se me cuelan otros libros, esta vez el último de Mendoza que me permitirá dedicar una entrada a su detective loco. Y sí, el autor es un auténtico gentleman con un toque castizo, no te va a defraudar.
Volver a leer a Serafín después detantos años es un paseo por lo que fue una época convulsa de nuestra historia, de los hechos y de las gentes, sobre todo esto último que a mí es lo que más me gusta. La descripción de las personas, de los hechos es casi cinematográfica, y te hace pensar en cómo han cambiado las cosas. Y sobre todo planea esa sensación de que las cosas no tienen por qué ser siempre así, y eso se ve fundamentalmente en el protagonista, que parece tan conservador, tan comisario, y en el fondo da una lección de eso que tan manipulado está ahora y que se puede llamar liberalidad … y los casos son perfectos como novelas procedural a la española, pero con tensión y energía.
ResponderEliminarLiberalidad o liberalismo, siempre me ha resultado una palabra difícil de entender por la diversidad de ideologías que la han revindicado como suya... Y tu comentario me hace pensar algunas cosas, como en esa época grandes políticos hicieron que todo lo que pudiera mal saliese bien y como en esta otros tantos están despilfarrando y destrozando esa herencia.
ResponderEliminarperdonad el uso de liberalidad en lugar de liberalismo, pero es que últimamente me parece que se usa como sinónimo de una especie de egocentrismo salvaje o un remedo de darwinismo social despiadado. Quería decir que el protagonista tiene una actitud muy abierta sobre las distintas motivaciones de las personas, sin ser un esbirro del poder ni un fanático.
ResponderEliminarMe gusta el término que utiliza el autor en el texto "profesionalista" como contrapuesto a "militarista". Una persona que ha ejercido su profesión al margen de la política... Y con una ideología más abierta de la que su profesión le permite demostrar en esa época, por eso se compra El País y Diario 16 pero lo deja en el bar...
ResponderEliminarEl protagonista es muy humano, y por su humanidad es capaz de comprender mejor a los demás.
Hola! Me parece que es la primera vez que escribo en el blog, pero me ha gustado mucho la entrada. Además, David Serafín es un escritor que hay que recordar, por haber construido un detective muy humano y por crear buenas historias policiacas. Enhorabuena por el blog!
ResponderEliminarTomo nota. Buscaré alguna de sus novelas aprovechando que estoy en Barcelona. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarGracias Blanca660, efectivamente el autor reune un buen personaje, buenas historias y añadiría un gran escenario. Me alegra que te guste el blog y que te hayas animado a participar, espero que sigas haciéndolo.
ResponderEliminarSuerte en tu búsqueda Rosa, yo me acabo de recorrer la Feria del libro antiguo buscando alguna de las que todavía no ha reeditado Berenice y no lo he conseguido, pero las 3 primeras son fáciles de encontrar.
Por fin he leído algo de este autor, "EL metro de Madrid", y me ha parecido una novelita cuca, como su edición, tan pequeña. Me ha parecido muy original ese metro como protagonista espacial absoluto de la acción. De los policías me quedo con la resolutiva Elena Fernández. Me ha gustado la manera de narrar la época pre electoral, me he sumertido totalmente en ella. EN particular me quedo con el mitin socialista en el estadio del RAyo VAllecano, todo un símbolo, ya que a principios de la posguerra fue utilizado como campo de concentración.
ResponderEliminarIntentaré buscar algún título más de Serafín, todo un descubrimiento.
Yo leí la edición original y no era muy pequeña (ni muy cuca), es la que aparece en la entrada.
ResponderEliminarVeo que aunque has tardado has cumplido con tus intenciones :). Me alegra que te haya gustado.
No conocía la historia del estadio del Rayo Vallecano.
Me encanta tu blog
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