Se graduó en West Colleton High y se licenció en derecho. Su madre murió cuando tenía 18 años y con su padre, contrabandista de bebidas alcohólicas en el pasado, no se lleva. Vive con sus tíos en Dobbs. Tiene 11 hermanos, algunos de ellos del anterior matrimonio de su padre.
Tiene 34 años, es soltera. Pelo rubio pajizo. Vestidos serios. Visita la iglesia Baptista. Le gusta pescar.
La hija del contrabandista: En 1972 una mujer fue encontrada asesinada junto a su extenuada bebé. Habían desaparecido 3 días antes, nunca descubrieron al culpable. En 1990, mientras Deborah prepara su campaña a la judicatura, la hija, ahora adolescente, le pide que le ayude a encontrar al asesino de su madre.
Comentario personal
"La hija del contrabandista" es una historia muy bien contada e interesante. Está narrada en primera persona por una protagonista agradable y sensata que se debate entre una personalidad timorata y moralista que denomina "el predicador" y una más arriesgada que conocemos como "la pragmática". Nos pasea por un sur diferente al que esperábamos, en el que aunque se condene la homosexualidad se respeta a los homosexuales y donde las plantas de marihuana crecen al lado del tabaco en las granjas de hombres de bien. Una auténtica lástima que no contemos con más libros traducidos de esta autora.
Para comer: estofado de Brunswick (no es auténtico estofado de Brunswick si no lleva al menos una ardilla dentro); empanada de salchichas de cerdo caseras con salvia y pimentón; pollo frito con ensalada de espinacas y huevos al diablo; ensalada de brécol y hojaldre de pollo; asado de cerdo con ensalada de col…
De postre: tarta de fresas o de nuez de pacana.
Para beber: té frío, fuerte y dulce, siempre presente en todas las neveras, alguna Diet Pepsi y un ocasional Gin Tonic con más Tonic que Gin.
Libros de Deborah Knott
¡Qué fresquita la protagonista en su porche! |
- La hija del contrabandista (Bootlegger's Daughter, 1992)
- Southern Discomfort, 1993
- Shooting At Loons, 1994
- Up Jumps the Devil, 1996
- Killer Market, 1997
- Home Fires, 1998
- Storm Track, 2000
- Uncommon Clay, 2001
- Slow Dollar, 2002
- High Country Fall, 2004
- Rituals of the Season, 2005
- Winter's Child, 2006
- Hard Row, 2007
- Death's Half Acre, 2008
- Sand Sharks, 2009
- Christmas Mourning, 2010
- Three-Day Town, 2011 (cross-over con Sigrid Harald)
- The Buzzard Table, 2012
- Designated Daughters, 2014
- Long Upon the Land, 2015
La autora
Durante un trabajo de verano en el Pentágono conoció al que sería su marido con el que se casó en 1959. Vivieron unos años en Italia, antes de instalarse en Brooklyn, de donde él era originario.
Siempre la gustó escribir y durante años compuso malos poemas y publicó historias cortas en revistas femeninas. Comenzó su carrera como novelista policíaca con una serie protagonizada por la teniente Sigrid Harald, centrada en el mundo artístico de Nueva York. El deseo de evocar su tierra natal y sus propias experiencias le llevaron a crear a la Juez Deborah Knott.
Fue presidenta de Sisters in Crime entre 1989 y 1990 y de la American Crime Writers League entre 1997 y 1998. Ha ganado premios prestigiosos como el Edgard, el Anthony, el Macavity y varias veces el Agatha, un premio concedido a las novelas de misterio tradicional, sin sexo explícito ni violencia gratuita.
Hace unos años la familia cambió los taxis amarillos y el cemento de la ciudad que nunca duerme, por los jilgueros y los conejos y volvieron a su casa materna en Carolina del Norte. Tiene un hijo y dos nietos.
Web de la autora: www.margaretmaron.com (en inglés)
Otros libros
- One Coffee with, 1981
- Death of A Butterfly, 1984
- Death in Blue Folders, 1985
- The Right Jack, 1987
- Baby Doll Games, 1988
- Corpus Christmas, 1989
- Past Imperfect, 1991
- Fugitive Colors, 1995
Novelas y relatos
- Bloody Kin, 1985
- Shoveling Smoke, 1997 - relatos
- Last Lessons of Summer, 2003
- Suitable for Hanging: Selected Stories, 2004 - relatos
Un comentario del Cajón de sastre:
ResponderEliminarNatalia D. dijo...
Os comento un libro que me ha gustado mucho: “La hija del contrabandista” de Margaret Maron. Es el primero de una serie de 18 protagonizada por Deborah Knott. Con este libro la autora consiguió el premio Edgar de 1993, pero me parece que, desgraciadamente, es el único de la serie que hay traducido al español.
Deborah es una abogada, en la treintena, que desarrolla su profesión en una población del Sur de Estados Unidos, arropada y a veces en lucha con su peculiar familia: once hermanos con sus mujeres e hijos y un padre muy interesante, el antiguo contrabandista del título. He disfrutado leyendo esta novela, en la que se muestra como los prejuicios, costumbres y relaciones sociales del “profundo sur” norteamericano se han ido adaptando (o no, y eso da mucho juego en la novela) a los nuevos tiempos.
23 de julio de 2012 18:54
Me ha gustado el comentario. Para variar no la conocía... y al montón.
ResponderEliminarMe pregunto ¿es que la jefa de este blog no descansa nunca? ¿No le reblandece el espíritu navideño y se apiada de los simples mortales que NO DAMOS ABASTO?
Por cierto, ¿alguien conoce alguna novela interesante ambientada en navidad y con un poco de humor negro? Soy de las que tanto amor y buena voluntad en estas fechas se le atraganta un poco
Qué pena que no haya nada más publicado, porque tenía muy buena pinta.
ResponderEliminarPero por lo fresquita que está la chica de la portada, solo la publicaron una vez, y a finales de 70 o principios de los 80, envuelta en la ola de erotismo que nos envolvía.
De hecho juraría que la portada de "La chica de las bragas de oro" era idéntica, o por lo menos de la misma colección.
pd. Yo no sería capaz de cambiar Italia por Brooklin, antes me separo, de verdad.
Conocía la existencia de esta escritora, pero no he leído nada de ella. Tiene buena pinta.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante. No conocía a la autora. Me la apunto. Un saludito.
ResponderEliminarComo he dicho en otro lugar, Eyre y yo somos almas gemelas, también estoy hasta el copete de tanto amor y buena voluntad, un poco de humor negro me vendría de perlas.
ResponderEliminarEyre, no, no descanso, soy el terminator de la novela policíaca. No te preocupes que el 24 os doy vacaciones hasta después de Reyes :)
ResponderEliminarAhora mismo no se me ocurre ninguna novela navideña con humor, sólo recuerdo al pobre Erlendur de Indridason pasando las navidades más sólo que la una en La voz. Como decía Javi: No he visto antes descripción tan gráfica de la soledad. O a Martin Beck con problemas de digestión en las mismas fechas, ya sabes, los suecos y la alegría... Recuerdo también una de un pavo de Sherlock Holmes, el carbunclo azul. Y hay una de Agatha Christie que se llama El pudding de Navidad pero no la he leído.
Sí Loque, más que envolvernos nos desenvolvía...
Julio, Peke, ya nos contareis si la podéis encontrar.
Monicata, en esto no coincido con vosotras, todavía me gustan las navidades, aunque todos los años acabe tarifando.
Me encantó la novela cuando la léi. Os recomiendo vivamente la historia del padre, y sobre todo el proceso de elección de jueces. Da la sensación de que los EE.UU. para algunas cosas son otro planeta…
ResponderEliminarSí José María, ambos debemos agradecer a Natalia D la recomendación y el prestamo.
ResponderEliminarY sí EE.UU. es otro planeta, por mucho que algunas cosas, como el tema de las armas o la sanidad, nos resulten incomprensibles, en otros asuntos como la elección democrática de jueces, nos dan mil vueltas.
Me gusta la navidad, estoy desde hace muchos días preparando regalos y comidas, tendré la casa llena de gente, la mayoría niños y me la pasaré muy bien con los míos.
ResponderEliminarPero no se puede negar que resulta bastante machacona y empalagosa, creo que si oigo otro villancico me pongo a gritar, no sé cómo lo aguantan los empleados de los centros comerciales. Besitos.
Una vez trabajé vendiendo perfumes durante unas Navidades en un centro comercial, debía ser el 88 o el 89, de lo que acabé harta fue de escuchar Ven, devórame otra vez... Y de que la gente nos preguntara qué canción era esa... Creo que fue el principio de la globalización de la salsa :).
ResponderEliminarQue sí, que es muy pesado, que no lo niego, pero me gustan los árboles, los belenes, los polvorones, las uvas y las caras que ponen los niños al abrir los regalos.
Alice, querida, los árboles son horteras en un 90%, los belenes, qué quieres que te diga, soy agnóstica (me caían bien el buey y la mula, pero los han quitado; es que el papado nos ha quitado muchas ilusiones), los polvorones se me atragantan y las uvas no consigo acabarlas nunca. En cuanto a la cara de los niños... depende de lo que les regalen.
ResponderEliminarEsto es ser dura y no lo que hice con Black, etc. La navidad despierta las peores facetas de mi carácter.
Por cierto, José Luis Borau tenía un libro de la navidad, así en mi línea. Pero no era una novela negra, ni siquiera estoy segura de si era una novela o un libro de reflexiones o algo así.
Eyre: Yo sí me leí (hace ya mucho) "El pudding de navidad" de A. Christie, de hecho el otro día estuve tentada de mencionarlo, pero aunque tiene un poquillo de humor negro, pensé que buscarías algo más-más.
ResponderEliminarla navidad de La Voz es triste hasta decir basta, llega un momento que te dan ganas de gritarle al protagonista que por lo menos se compre un brasero o algo.
La hilarante Stephanie Plum tiene un relato (unas 100 páginas)ambientado en Navidad "Visions of sugar Plums" que, a pesar del título, está traducido.
ResponderEliminarJajaja Eyre, lo de la mula y el buey ha sido tremendo :), es el culmen de lo absurdo. Primero el purgatorio, luego la mula y el buey ¿qué más nos van a quitar? Nada que sea lógico o nos interese en modo alguno.
ResponderEliminarGracias por las sugerencias Loque y Natalia D, las buscaré(mos).
Buenassss
ResponderEliminarVarias comentarios breves
1.- Hay otra novela de Agatha Christie que se llama Navidades Trágicas, casi, casi, humor negro porque al muerto le florecen los hijos ilegítimos como árboles navideños
2.- La supresión del buey y la mula me parece un alarde investigador que demuestra una capacidad que ya hubiesen querido tener los Mayas.
3.- Me declaro fan de la Navidad y de los megabelenes que un desconocido por la calle te diga "Feliz Navidad" en lugar de arrolllarte porque lleva prisa me parece un logro infravalorado.
4.- Centrándonos en la autora, tengo el libro del contrabandista en préstamo y voy a subirle varios escalones en la pila de pendientes.
Besos y saludos (Feliz Navidad en otro comentario posterior)
Javi, a este paso La hija del contrabandista va a convertirse en el libro más prestado de la temporada...
ResponderEliminarParece que los mayas andaban igual de descaminados que los vaticanos... Seguimos aquí.
Pues yo te felicito aquí las Navidades, Saludos y besos
Muchos más relatos policiacos navideños en gran entrada de Juan Mari Barasorda en
ResponderEliminarCalibre 38.