Su padre fue condenado por hereje, se retractó en la hoguera. Avergonzado abandonó a su familia y murió de pena cuando Volnay tenía 12 años. El joven buscó justicia ingresando en la Hermandad de la Serpiente, una organización secreta que existe desde los tiempos de los sumerios. Se hizo policía y salvó de la muerte a Luis XV hace dos años. El rey le concedió un deseo y Volnay le solicito poder investigar todas las muertes extrañas que sucedieran en París. Luis XV le nombró caballero y comisario.
Joven, alto, con un rostro agradable de mirada sombría. Tiene una cicatriz desde el rabillo del ojo derecho hasta la sien. No usa peluca, su pelo es largo y negro como el plumaje de un cuervo. Ojos azules, en ocasiones fríos como el hielo. Viste sobriamente, con casaca negra, camisa blanca, chorrera y corbata.
Vive cerca de Porte-de-l'Arbalète en una casa de una sola planta con las paredes cubiertas de libros. Una cotorra le hace compañía y una mujer le ayuda con la limpieza, las compras y la ropa.
Recto e íntegro. Es un hombre severo e impasible que intenta vivir apartado de las pasiones amorosas que considera vanas y desesperantes, aun así, cuando el amor llama a su puerta no sabe cerrarla a tiempo. No bebe mucho aunque en ocasiones disfruta de un buen vino de Burdeos o un oloroso.
Su método de investigación se basa en la observación, las señales en la escena del crimen son como la baba que anuncia la presencia del caracol. Examina y dibuja y elabora una hipótesis tras otra.
Su colaborador es un monje. Fue un noble, sabio, científico y escritor, que a causa de sus teorías fue condenado a prisión por herejía. Acogió a Volnay cuando quedó huérfano. Su pasión es la ciencia, conoce las propiedades de las plantas y prepara pócimas con ellas. Lee en los cadáveres como en un libro.
En "Casanova y la mujer sin rostro" una mujer aparece degollada, con el rostro arrancado. Su cadáver ha sido descubierto por Giacomo Casanova, banquero, diplomático y seductor. Unos días más tarde una nueva mujer es asesinada y su rostro masacrado.
Comentario personal
Libro curioso aunque algo pesado para mi gusto. Nos introduce de lleno en una época histórica donde conviven la más estricta razón con la admiración por las artes adivinatorias, la búsqueda de la vida eterna o la piedra filosofal. Nos descubre la crueldad de una sociedad donde la opulencia y la pobreza conviven mano a mano. Nos muestra las terribles torturas que se producen durante los interrogatorios y condenas a muerte. Por contra la narración no engancha, la trama no avanza, el protagonista carece de atractivo, es un hombre triste y sin sentido del humor, y hasta el secundario de honor, Casanova, aparece totalmente falto de gracia.
Descubrimos algunos platos de la época: pastel de tocino o de liebre caliente; guiso de carne con clavo, pimienta y canela mezclados con agraz; hígados de ave envueltos en laurel; mollejas de ternera con salsa de cangrejo de río; lechaza con trufas; lucio mechado y relleno; alas de perdiz roja con puré de champiñones; perdices rojas con trufas envueltas en hojaldre; agachadizas blancas sobre rebanadas de pan tostado; ostras; bogavantes o filetes de foie-gras al vino de Madeira. Y helados en Procope de rosa, de azahar tostado, de pan moreno y mantequilla fresca.
Libros de Volnay
- Casanova y la mujer sin rostro (Casanova et la femme sans visage, 2012)
- Misa negra (Messe noire, 2013)
- Tuez qui vous voulez, 2014
El autor
Olivier Barde-Cabuçon. Estudió Derecho y Recursos Humanos en la Universidad de Lyon. Actualmente es director de recursos humanos en Volvo y Renault Trucks. Vive en Lyon.
Otros libros
- Les Adieux à l’Empire, 2006
- Le Détective de Freud, 2010
- Humeur noire à Venise, 2015
Hola Alice!!
ResponderEliminarHace tiempo que no escribo aunque sigo leyendote todas las semanas. Confieso que he leído encantada este libro. El siglo XVIII es uno de mis favoritos y he devorado todo lo que ha caído en mis manos ambientado en esa época. No he podido evitar sonreir al recordar mis lejanos tiempos de universidad y mis horas en la biblioteca... pero bueno, no me enrollo más. Adjunto dos enlaces que he encontrado: el primero es una entrevista con el autor y el segundo una reseña de blog qque condensa mi opinión del libro. Tan sólo espero que las traducciones de la saga no tarden una eternidad.
Gracias por descubrirme a este autor.
http://javiercoria.blogspot.com.es/2014/06/casanova-y-la-mujer-sin-rostro.html
http://revistatarantula.com/casanova-y-la-mujer-sin-rostro-olivier-barde-cabucon/
Me alegra contar con tu opinión sorgintzaile. A mi también me ha gustado pasear por el siglo XVIII, pero he de reconocer que la manera de escribir que encandila a Javier Divisa en revista Tarántula para mi resulta forzada y pesada... La semana que viene Siruela publica Misa negra, la segunda parte la saga, así que no tendrás que esperar mucho.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminara mí también me apasionan las novelas policíacas. Pero en este caso estoy de acuerdo con las críticas más bien negativas que positivas de este autor. Una pena que a pesar de su erudición, su estilo sea brusco, sin transición ni elegancia y con una mentalidad nada acorde con la época. Pero no escribo para machacar al pobre hombre, yo no sería capaz de escribir ni un cuento que le llegara a las suelas de los zapatos, sino para recomendaros un autor que creo no tenéis en lista y que, habiendo escrito mucho antes que Barde-Cabuçon, lo hace ambientado en la misma época y con un estilo que, a mi juicio, sí engancha muchísimo, amén de enseñar de verdad sobre la época. Edhasa sólo ha traducido los tres primeros volúmenes, así que el resto he tenido que leerlos en francés (y mi francés va justito), pero de verdad que vale la pena. Se trata de Jean-François Parot y sus libros son los del comisario Nicolàs Le Floch del Châtelet, a las órdenes de Sartine, precisamente. Esto último ha hecho que Barde-Cabuçon me haya parecido además una mala copia al situarlo en el mismo momento histórico, pero eso ya es opinión personal y los demás lectores juzgarán a su gusto. Saludos
Curiosamente estoy leyendo "El hombre del vientre de plomo" del autor que se recomienda en el comentario precedente pero he de decir que no me ha enganchado y se me está haciendo pesado. NO sé si llegaré a acabarlo.
ResponderEliminarNo conocía el personaje ni a su autor, ya los he añadido al Cajón de sastre. Si me cruzo con él intentaré echarle un ojo aunque el género histórico no es mi favorito. Gracias por la recomendación y también a ti por tu comentario Creussa.
ResponderEliminar¡Ah admirada Alice!..., por nuestro venerado john Connolly --para el que, andando el tiempo habrá que reclamar el Nóbel de Literatura---, dale a Barde-Cabuçon una oportunidad más. Yo trabe contacto con él en su segunda novela: "Misa Negra" y me lancé sobre la públicada anteriormente, nada mas acabarla. Para los que somos igualmente devotos de Sherlock Holmes y de Los tres Mosqueteros, la fusión que hace Olivier-Cabuçon del policiaco, el fantastique y la Capa y espada, es fascinante. Esos salones de Versalles, esas intrigas, esos "validos", los duelos, las calles sombrías, los embajadores de las potencias extranjeras, La Pompadour, Casanova... la brujería de "El Tribunal de fuego"... Mujeres de "rompe y rasga" a lo Monica Bellucci haciendo de Sylvia (la espía florentina), en "El pacto de los lobos", la película francesa de Christophe Gans... Si, además del policíaco, os gustan lo fantástico y Alejandro Dumas o Rafael Sabatini, Cabuçon os convencerá.
ResponderEliminar.... Que su detective no es dechado de perfecciones.... ¡Mejor! es la herramienta para entrar en el universo que nos plantea el autor francés. El protagonista quizá no sea fascinante, pero la gente a la que va conociendo y nos es presentada, sí que lo es. En estos últimos meses sólo tengo leídos al día a John Connolly, Barde-Cabuçon y Bernard Miniers. Bien es cierto que avanzo con rapidez por los detectives de Dennis Lehane... Porfi, inténtalo de nuevo con Cabuçon. Quizá lo que pasa es que sus virtudes no corresponden literariamente sólo al género policíaco. Besos.
Cartouche.
No creo que lo haga Cartouche, mi tiempo es muy limitado y dedico gran parte de él a buscar nuevos autores para el blog, ni siquiera tengo tiempo de volver sobre los autores que me gustan así que es difícil que le de una oportunidad a un autor que no me convenció. El problema no es el personaje, si no la narración. Tampoco la época me llama la atención especialmente. En cualquier caso agradezco tu entusiasta recomendación que seguro que anima a muchos a descubrir la época y el autor.
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