lunes, 30 de mayo de 2011

Tomas Prinz - Christian Schünemann

Tomas Prinz nació en Zurich, Suiza, en una familia acomodada, dueños de fábricas textiles. Estudió en un internado suizo pero abandonó la escuela antes de terminar la revalida y partió a Londres en busca de su sueño: aprender peluquería. Consiguió trabajo como aprendiz en Vidal Sasson y trabajó 10 años como estilista jefe de la firma viajando por toda Europa. Hace 8 años abrió su propia y prestigiosa peluquería en Munich, Alemania. Sus cortes de pelo valen 75 euros, tiene su propia línea de cosmética y una selecta clientela de actrices, periodistas, futbolistas y modelos.

Tiene 42 años, el pelo oscuro, ojos azules y la boca un poco grande. Vive encima de su peluquería en la calle Hans Sachs en el barrio de Glockenbach. Le gusta correr por las orillas del Isar con su amigo Stephan, ir de bares con sus compañeros o comprar en la calle Maximiliam.

Como peluquero tiene en sus manos el poder de transformar a una persona. Es también un confidente que escucha historias y secretos de todo tipo. Como investigador "escanea" a la gente esperando que salte la alarma cuando descubre algo sospechoso.

Su novio es Alioscha, un moscovita de 30 años que trabaja en galerías de arte de Islandia, Moscú y Munich.

Su colaboradora y amiga es Bea, Beate Simms, de 43 años, especialista en tintes. Conoce la fecha de nacimiento y el signo del zodiaco de todas sus clientes y le gusta hacer análisis de personalidad.

En "El primer caso del peluquero" la directora de la sección de cosmética de la revista Vamp aparece asesinada al poco tiempo de visitar el salón de Tomas.

Comentario personal

La primera novela de Schünemann es original y entretenida. Se desarrolla en un mundillo hasta ahora ajeno a los habituales de la novela policíaca. Narrada en primera persona, el personaje, pese a su aparente frivolidad, tiene un punto dramático y tristón.

Para desayunar: rosquillas saladas de mantequilla y café solo. Para comer: tarta salada, filete, dorada o blinis con salsa de pescado. Para beber: vino blanco con soda y limón. Y a media tarde un Old Fashioned.


Libros de Tomas Prinz
  1. El primer caso del peluquero (Der Frisör, 2004)
  2. El hermano (Der Bruder, 2008)
  3. La estudiante (Die Studentin, 2009)
  4. La telenovela (Daily Soap, 2011)





El autor

Christian Schünemann nació en Bremen, Alemania, en 1968. Estudió Eslavística en Berlín, San Petersburgo, Moscú y Bosnia-Hercegovina y periodismo en la Evangelische Journalistenschule de Berlín.

Actualmente vive en Berlín.

Otros libros

Serie Milena Lukin - con Jelena Volic
  1. Kornblumenblau, 2013
  2. Pfingstrosenrot, 2016

25 comentarios:

CREUSSA dijo...

Me apunto "El primer caso del peluquero".

Madre mía, tengo que ir a la biblioteca urgentemente. EStoy en una racha de lectura no policíaca y tengo mono de crímenes y misterios.

loquemeahorro dijo...

Oye, pues suena original, lo que no es poco.

Lo de la experta en tintes que hace estudios de personalidad me ha hecho bastante gracia.

La verdad es que en algunas peluquerías te hacen una ficha importante, suelen empezar preguntando por las vacaciones y si no estás muy atenta, al final se han enterado de todo: Estado civil, problemas laborales, filiación...

Alice Silver dijo...

Hola Creussa,
Espero que te guste, quizás la resolución del crimen en este primero es un poco casual, habrá que leer alguno más. He hecho la entrada muy rápido porque vi que el autor tenía este domingo en la Feria del libro una charla con Boris Izaguirre.

Loque, sí es original aunque la verdad es que leyendo tu comentario pienso que el autor podría haberle sacado mayor partido y en vez de hacerse detective podía haber montado una red de espionaje internacional.

Boira dijo...

Leí esta novela hará un par de años. La encontré muy entretenida, primero por la ambientación, la vida en una peluquería de alto standing, no es precisamente una peluquería de barrio, y segundo por la manera que trata la homosexualidad del protagonista, con toda naturalidad.

Alice Silver dijo...

Boira, desde luego mis pies jamás han pisado una peluquería donde cobran 75 euros por un corte de pelo... es un mundo tan lejano casi como Nueva Zelanda :)
En cuanto a la homosexualidad me hizo gracia cuando le preguntan si hay algún peluquero que no sea homosexual y menciona algunos casos como auténticas rarezas.

lammermoor dijo...

Mi peluquero durante bastantes años estaba casado y era padre de una criatura -ya, ya sé que tampoco es garantía de nada.

Ahora en serio. Al leerlo me he acordado de La aventura del tocador de señoras, que seguro que no tiene nada que ver pero también aparece uan peluquería -de barrio- pero ya sabéis que mi gen asociador va por libre.

Parece cuanto menos original-

Natalia D. dijo...

Parece una buena opción para pasar un rato entretenido y, desde luego, el ambiente es original. Aunque ya teníamos investigadores aficionados de todo tipo (dueños de funeraria, de locales de alterne, dulces abuelitas, etc. etc.) nos faltaba un buen peluquero que nos arreglara las greñas.

Alice Silver dijo...

Lammermoor, pobres peluqueros heteros, la de prejuicios que deberán de sufrir :). Y los escaparatistas y los diseñadores y los bailarines...
Quiero incluir al personaje de Mendoza en el blog, pero hace tanto tiempo que lo leí que tendré que volver a hacerlo.

Natalia D., eso de los dueños de funerarias me lo tienes que aclarar, ahora mismo no recuerdo a nadie (quizás nunca lo he sabido).

Natalia D. dijo...

Hitchcock Sewell, el dueño de una funeraria de Baltimore. El autor de esta serie (de la que yo sólo sé que haya dos títulos traducidos: “El caso del enterrador y la niñera” y “Un cadáver en la cocina”) es Tim Cockey. Tengo los dos, aunque todavía no he leído el segundo. El primero me gustó por sus rasgos de humor y el protagonista se me hizo simpático, a pesar de su poco agradable profesión. Alice: seguro que alguna vez los has visto entre las ofertas de las librerías.

Y ahora me acuerdo de otro “detective” de profesión curiosa: el rabino de la serie de Kemelman.

Alice Silver dijo...

Pues añadido queda al Cajón. La verdad es que no me suena de nada pero estaré atenta, a partir de ahora mientras busco al apache, miraré de refilón a ver si veo al enterrador o al rabino :)

Isabel dijo...

Yo también tengo por leer el del cadáver en la cocina Natalia, ya comentaré algo cuando lo lea (si me acuerdo). Llevo cerca de un mes sin acercarme a una librería, lo que es un récord pero ya empiezo a sentir el gusanillo comprador. Ya os diré algo si sucumbo.

Alice Silver dijo...

Pero Isabel, ¿cómo haces eso? ahora me explico la crisis del sector :)

CREUSSA dijo...

Acabo de terminar "EL primer caso del peluquero" y me ha parecido entretenida sin más. Si por casualidad cae en mis manos otro título de este autor lo leeré, pero no lo buscaré con afán.

Alice Silver dijo...

¡Has tardado poco en leerlo Creussa!. El otro día estuve en una presentación del autor con Boris Izaguirre en la Feria del libro (ya os lo contaré en la entrada de la Feria cuando termine) y me dieron ganas de continuar conociendo al personaje y viendo como evoluciona.

Aprovecho para añadir a la entrada una foto personal del autor.

Akadio dijo...

He leido seguidos el Primer caso del Peluquero,y El Hermano,la verdad para mi las novelas son normalitas. Como dice Creussa no las buscaré con afán,ni tan siquiera las buscaré.

Alice Silver dijo...

Akadio, hay muchísimo por leer como para volver a quien no nos interesa...

El lector. Blog de citas dijo...

Acabo de leer El primer caso del peluquero y estoy de acuerdo con los comentarios de Creussa y Akadio; de hecho, más que una novela policiaca yo la incluiría en el lote de las novelas costumbristas, aunque en ésta aparezca un asesinato (o dos) y los protagonistas se pregunten de vez en cuando por la identidad del asesino. Será por deformación, pero uno de los personajes que más me han atraído, y eso que sale poco en la comisaria jefe, Annette Glaser, con su aspecto desaliñado y un tanto descreído.

Alice Silver dijo...

Sí El lector, la trama policial no es su fuerte, el peluquero investiga, pero la resolución del crimen es algo casual.
A mi también me gustó el personaje del "comisario" (así se define ella) Glaser, no se si tendrá continuidad.

Unknown dijo...

Son libros entretenidos, ciertamente el "elemento policial" no es el fuerte, es mas que nada la excusa para contar una historia costumbrista de un personaje simpático, digamos que es para leer si no se tiene otra cosa. Tambien es para leer para relajar un poco , pongamos luego de algun libro de Winslow o algo que a uno lo deja impactado. el peluquero le pone paós frios a tanta seriedad y entretiene. Saludos. Luis, siempre leo el blog y nunca había comentado nada.

Alice Silver dijo...

Me alegra que te hayas animado a comentar Luis Enrique, como bien dices es un personaje para desengrasar, tras algo duro o desagradable!

paco dijo...

Me acabo de terminar este primer caso de la mariquita peluquera de diseño. Es que me lo encontré a 1 euro en un mercadillo de saldos callejero, y quién no se compra una novela negra de Siruela por ese precio, aunque quizá traiga bichos chinescos y haya que echarle fliflí al llegar a casa. Literariamente no vale nada, si acaso, tiene la virtud de estar escrito con un estilo ágil y muy sencillo, que hace cómoda la lectura. No hay que concentrarse para seguir la trama. El desenlace es alguien viendo por casualidad a alguien, poniendo algo en una repisa. Así de fácil y simple. Nada de quebrarse la cabeza (bien peinada y tintada, por supuesto).

Lo llamo mariquita peluquera, porque el protagonista no es un homosexual que trabaja de peluquero, sino la verdadera, la genuina, la auténtica mariquita peluquera , el arquetipo exacto de una cierta forma de ser homosexual, que la propia comunidad homosexual aborrece y trata de erradicar (el arquetipo, no los mariquitas). A saber, la mariquita peluquera 100% es: fina, banal, rica, hedonista, tiene buen corazón, adora a las mujeres, en el fondo es un poquitín misógino, consumista, snob, ambiciosa pero solidaria, cotilla, educada, simpática, vulnerable, muy moderna, algo histérica...en el fondo todos queremos tener un amigo así, porque te pone de buen humor echar con él una tarde.
La mariquita peluquera, aunque también posee un ramalazo de cabeza cuadrada, porque es suizo, que es mucho peor que ser alemán, en realidad, no puede evitar sufrir bastante porque no tiene al lado un hombre perfecto muy varonil, cachas, peludo y con cara de guapo antiguo, por ahora tiene un ruso que le va dando el avío. Tooooodas las muchas mujeres que pululan por la novela, también lo pasan fatal porque buscan y no encuentran lo mismo que la mariquita. Sufrir de amores es que es muy malo, y la desesperación te acaba dando ganas de romperle el cráneo a alguien. Por ahí va la cosa.
No me extraña que cogieran al Boris para presentar la novela. Acertaron de pleno. Él da el tipo exacto del protagonista y su mundo.
Es un libro con más interés sociológico que literario. Queda claro, ¿no?

P.D. Mando este mensaje más creativo de la cuenta, como homenaje a este blog y a su autora, a quien tanto debemos y tanto nos ofrece, como dicen las folclóricas de su público. Un beso, y no te vayas, A.S.

Alice Silver dijo...

Hola Paco,

Gracias por tu comentario creativo, aunque has tocado un tema que es sensible para mi y tengo que explicarme: No estoy de acuerdo en que la comunidad homosexual aborrezca a la "mariquita peluquera", quizás cierta parte de ella... Creo que los "mariquitas" han sido los únicos que durante mucho tiempo nos dieron visibilidad como colectivo...

Es un tema complejo porque en el camino hacia la "normalización" unos han luchado contra los roles de género, ciertas formas de vivir la masculinidad y la feminidad y otros los han revindicado como parte de su diferencia...

Os recomiendo este libro: https://www.elcorteingles.es/libros/A34976587-mariquita-una-historia-autobiografica-sobre-la-homofobia-tapa-blanda/

En cuanto a la novela apenas la recuerdo más que cómo algo sencillo y sin pretensiones...

Un abrazo

paco dijo...

A raíz de la novela del peluquero, se me ocurre esto.
Cuando yo era niño vi una película que me aterró. Se llamaba El Cebo. Después me enteré que era española y de los años 50. Mucho después me enteré con sorpresa, que estaba basada en una novela de Dürrenmatt, lo que me extrañó, porque no tenía situado a este escritor como de novela negra. La película se me quedó grabada por el miedo horroroso que pasé, además la vi en en la tele en agosto, de vacaciones con mi familia, en el balneario de un pueblecito rodeado de montañas, en un contexto parecido al de la Suiza donde sucede la película. De adulto he vuelto a verla, y me sigue gustando mucho. De Dürrenmatt había leído algo, pero ni por asomo lo tenía por escritor de novela negra, y resulta que sí, que escribió varias novelas de esa temática.
Por eso, me pregunto cuántos buenos escritores han hecho incursiones en novela negra, pero los aficionados a este género no los leemos, porque no están considerados escritores de novela negra. Lo mismo sucede al revés, cuántas malas novelas sí nos animamos a leer, porque son novela negra, y resulta que son malas novelas.
Creo que estro se debe a dos razones, la 1ª es que, aunque se sea buen lector, es imposible seguir a tantos miles de novelistas no adscritos a un género en particular, como para saber si han escrito novela negra, para acudir a esos libros en concreto. La 2ª es que desde que se puso de moda la novela negra en España, a partir de los años 80, hay tantísima novela negra publicada, tanto de españoles como traducida de otros idiomas, que es muy difícil discernir previamente las malas de las buenas, y de cada 5 novelas de autores de este género que uno lee, 4 son malas o mediocres, y una buena.

Alice Silver dijo...

Estoy de acuerdo contigo Paco, durante años sólo he estado leyendo novelas policíacas... pero ha llegado a un punto en que el panorama se ha vuelto muy mediocre... por otra parte yo por el blog me obligaba a buscar todo el rato a nuevos autores en vez de a leer lo que sabía que me gustaba así que aquí estoy, sin leer apenas. Aprovecho para recomendaros una novela negra que me está gustando bastante: https://totalnoir.wordpress.com/2020/10/24/la-chica-salvaje-de-delia-owens-editorial-atico-de-los-libros/

paco dijo...

2 buenos libros que no suenan como novela negra, por ser de escritores a los que no se asocia con este género. Pero resulta que sí son novela negra, y recomendables. Además son novelas negras distintas, con estilo propio, que se apartan del tipo de libro tan trillado, que tantas veces hemos leído.

Dürrenmatt.- El juez y su verdugo.
Julio Manuel de la Rosa.- Guantes de seda.