domingo, 29 de septiembre de 2013

Mesa redonda en Hay Festival con Andreu Martín, Rosa Ribas y Dolores Redondo

Esta mesa tuvo lugar el 28 de septiembre de 2013 a las 18:15 en el Palacio de Quintanar de Segovia dentro de los actos celebrados en el Hay Festival.



Teresa Sanz, la moderadora, presentó a los participantes: Andreu Martín, autor consolidado dentro de la novela negra con gran cantidad de libros escritos de los que destacó la serie de Flanagan y sus últimas novelas Sociedad Negra y Cabaret Pompeya. Rosa Ribas que ha publicado esta primavera Don de lenguas, una novela de género negro con toques de historia escrita a cuatro manos con Sabine Hofmann, y Dolores Redondo, autora de El guardián invisible, primera parte de la "Trilogía de Baztán".

Teresa les lanza una primera pregunta: ¿Existe un boom, una moda en novela policíaca que va más allá de lo nórdico? ¿Existe una literatura negra española como género propio?

Andreu: Hubo una moda hace muchos años, Vázquez Montalbán, Juan Madrid y yo mismo… En la mayoría de países siempre ha existido en las librerías una estantería destinada al género, en España ahora nos hemos puesto a nivel. Mankell llamó la atención de cierto público, luego llegó Larsson, Don Winslow, Michael Connelly… pero ellos narran realidades ajenas a la nuestra: las incongruencias de la sociedad sueca, el narcotráfico en México, el crimen en Los Ángeles… La novela policíaca española nos acerca a nuestra realidad, como el libro de Rosa que recrea la Barcelona de los años 50 o el de Dolores que nos acerca al Valle de Baztán en la actualidad.

Rosa: El género ya no se tiene que justificar, ahora hay una enorme variedad, desde lo que llaman en Alemania novelas de chimenea, agradables, para pasar el rato, hasta otras que profundizan en lo social o en el crimen psicológico.

Dolores: Siempre se ha hecho novela negra pero en el pasado se imitaba mucho a los ingleses y norteamericanos, ahora se ha desarrollado un estilo propio.

Teresa: Dolores, ¿has tenido problemas con la gente de Baztán al mostrar las realidades que reflejas en tus libros?

Dolores: Tenía miedo de las reacciones, pero ha encantado. Desde la gente de la calle a la Policía Foral. El turismo ha aumentado este año un 60%, la gente visita los sitios, compra el pastel que menciono en el libro, han puesto en marcha rutas por los lugares de la novela.

Rosa: Quizás es más difícil la identificación cuando el escenario es más grande. En una ocasión escribí un relato que sucedía en El Prat y la gente intentaba averiguar quién era el personaje. En Alemania tiene mucho éxito el género llamado "policial local" que es muy fiel a la escenografía de la ciudad, se presentan novelas como "novela de Hamburgo"… Lo negro pasa de lo global a lo local, de lo que ocurre en Sudáfrica a lo que ocurre en mi barrio.

Andreu: Vázquez Montalbán ya hizo populares rutas en Barcelona, partiendo del famoso Casa Leopoldo. Yo mismo he hecho de cicerone para lectores alemanes que querían conocer el escenario de mi obra. La novela negra te empuja a salir a la calle para ver si es verdad lo que cuenta. Es verdad que en los 80 se imitaba al extranjero, aquí la policía era hermética y daba grima. Ahora hablo mucho con policías. En una de mis novelas el protagonista es un informático forense. Como policía es decepcionante ya que no es un hombre de acción, ni siquiera lleva pistola. La novela de Dolores Redondo refleja perfectamente los procedimientos actuales de la policía española.

Teresa: ¿Os da facilidades la policía?

Rosa: En mi última novela muestro la policía de los años 50… pero para las novelas de Cornelia Weber-Tejedor que se desarrollan en Alemania en la actualidad cuento con su asesoramiento. La policía de Fráncfort tiene un encargado que se ocupa de los escritores. Quieren que se reflejen sus propios procedimientos, que se marquen correctamente sus límites. Pero como escritores debemos plantearnos hasta que punto nos atenemos a la realidad o si es mejor dejar volar la imaginación. Los propios policías se quejan de que su labor es mucho más rutinaria de lo que la gente imagina. No debemos confundir verdad y veracidad, una obra podría llegar a ser tremendamente aburrida. ¿A quién le gustaría leer algo así? Quizás ni siquiera querríamos escribirlo.

Dolores: He trabajado sobre todo con la Policía Foral de Navarra del cuartel de Elizondo, cuando contacté con ellos me pasaron con el portavoz de prensa y me trataron amablemente. Tras el éxito de la novela se han volcado conmigo, incluso me han condecorado.

Teresa: Andreu, ¿tú has vivido esta evolución?

Andreu: Sí, en mi tercera novela quise utilizar a un policía y me dirigí a la comisaría de Vía Layetana, en aquel momento no conseguí nada… Lo que he visto con el tiempo es que hay tantos policías como personas. Al documentarme para Cabaret Pompeya quise conocer cómo era la policía de la época y tuve la ocasión de conocer a un subinspector del Ampurdán que por las mañanas patrullaba en la calle y por la tarde impartía clases de Historia en la universidad. Fue un militante comunista que ingresó en la policía para intentarla cambiar desde dentro. En la dictadura los policías dictaban a los jueces como debían actuar, ahora es al revés, el juez indica a la policía el camino a seguir.

Rosa: Me documenté, entre otros, con un libro de Tomás Gil Llamas, "Brigada Criminal", en él el que fue jefe de la Brigada de Investigación criminal de Barcelona narraba sus experiencias. Daba pavor: arrogante, despreciativo, racista… Y se suponía que eran profesionales y correctos en relación a la "Brigada Político-Social".

Teresa: Rosa, ¿cómo se escribe un libro a cuatro manos? Entiendo que para Sabine esta historia será más lejana ¿te ayudó en la documentación?

Rosa: Trabajar con Sabine me sirve para comparar y seleccionar y no cargar al lector con muchos detalles, no convertir la novela en una tesis, si no en algo vivido.

Teresa: Dolores ¿te ha costado mezclar mitología y realidad?

Dolores: La mitología forma parte de mi vida. Mi abuelo me contaba estas historias cuando era pequeña no me ha costado.

Teresa: Andreu, ¿qué desencadena "Cabaret Pompeya"?

Andreu: Un amigo siempre me retaba a escribir la gran novela negra de Barcelona. Y yo la verdad es que llevo años intentándolo. Mi padre me llevaba a un bar que se llamaba Boston y me contaba historias de gánsteres, cuando en los años 20 los pistoleros controlaban la ciudad, era una especie de Chicago. Cuando él murió me dio pena no saber más cosas y entonces recurrí a mi tío Chinchín, que era el brasas de la familia. Él me contó un montón de historias de esta época y en ellas me basé para escribir "Cabaret Pompeya".

Se abre el turno de preguntas del público y alguien pregunta a Dolores por qué eligió el Valle de Batzán.

Dolores: Quería escribir una novela negra, sobre la mitología y el matriarcado. Mi familia ha sido una familia de marinos con los hombres a menudo ausentes.  Partí en busca de un escenario y cuando llegué a Elizondo a los 15 minutos sabía que sería allí, el lugar me eligió, no podía haber sido otro.

Teresa: ¿Cómo escribís? Planeáis las novelas u os dejáis llevar.

Andreu: En mis novelas mando yo. El primer embrión puede ser cualquier cosa, ej. Preguntarme por las tríadas chinas. Acudí a mis contactos en la policía y me dijeron que no existían en España, por eso comencé a investigar. Luego conceptualizo la novela, hago la estructura, como se va a desarrollar. Sólo empiezo a escribir cuando tengo toda la historia y entonces elijo a sus personajes.

Rosa: Es imprescindible controlar las líneas generales, aunque luego en algún momento se realice algún ajuste sobre la marcha.

Dolores: Una novela es como una planta, hay semillas que no crecen, otras son como una planta pequeñita y otras llegan a ser árboles. Cuando comencé a escribir tenía la trilogía completa pensada pero por ejemplo en la segunda un personaje que era hostil con otro se convirtió en su amigo, esa historia cambió sobre la marcha.

6 comentarios:

Alice Silver dijo...

Por error he borrado varios comentarios al intentar borrar un comentario spam, los recupero aquí:

detectives salvajes dijo...
Bueno, bueno... lo hemos leído todo. Sabemos de lo que nos cuentan... Eso está muy bien. Es raro que pase. Por eso hay que celebrarlo. Ello quiere decir que son profetas en su tierra. ¿Qué más se puede pedir? Bueno sí, que sean más, muchos más, sus lectores. Se lo merecen. Gracias por el reportaje. Nos hemos podido acercar un poco a Segovia... ¡Suerte a todos!

30 de septiembre de 2013 09:03

demanio dijo...
Gracias por traernos la información del evento, muy interesante la verdad.

30 de septiembre de 2013 10:59

Anónimo dijo...
Además están todos con el guapo subido en la foto. ¡Felicidades!

30 de septiembre de 2013 20:56

Alice Silver dijo...
Pues sí Detectives Salvajes, es estupendo que estos escritores sean profetas en su tierra y se reconozca su buen hacer. Yo también pienso que deberían de tener muchos más lectores...

Demanio, me acordé mucho de ti porque estuvimos tomando un café con Andreu Martín, no le conocía en persona y es encantador. Me confirmó que ya está trabajando con Jaume Ribera en un nuevo Flanagan y que es posible que consigan publicar la última de Estius en castellano.

En cuanto a las fotos, tenía otras que estaban horribles pero he decidido ser buena :)

30 de septiembre de 2013 23:41

demanio dijo...
Gran noticia Alice, me hace ilusión que no hayan abandonado a los personajes de Flanagan y Esquius y estén trabajando para seguir publicando esas series. Gracias por la info.

1 de octubre de 2013 09:33

Isabel dijo...
Gracias como siempre Alice por estar tan atenta y transmitirnos la charla tal como si hubiéramos estado allí.

Leí en el País que también había ido Val McDermid, fuíste a la charla?

1 de octubre de 2013 14:28

Alice Silver dijo...
De nada chicos.
Sí, Isabel, también estuve en la charla de Val McDermid, todo un personaje, publicaré el resumen este jueves.

1 de octubre de 2013 19:34

JOSÉ DIEGO dijo...
Gracias, Alice por hacernos partícipes de estos eventos, fotos incluidas.

Si bien hay una muy sensible diferencia en lo que cada uno "ha demostrado" espero que Dolores pueda llegar también al lugar que busca.

Destino, al menos, está "jugando fuerte" por ella, ya quisieran muchos de los escritores españoles encontrar ese apoyo.

1 de octubre de 2013 20:21

Alice Silver dijo...
José Diego, no sé muy bien a qué te refieres con lo que cada uno "ha demostrado"...

Estoy de acuerdo, la campaña de marketing de Destino con Dolores Redondo ha sido muy fuerte. A mí la novela no me ha gustado como he comentado en algún sitio (el próximo mes la dedicaré una entrada) pero entiendo que las editoriales no sólo buscan el nicho de lectores de novela policíaca si no atraer a un público más amplio y parece que su estrategia ha funcionado a tenor de los innumerables comentarios positivos y los ejemplares vendidos...

1 de octubre de 2013 20:31

Ricardo dijo...

Hola de nuevo.
"Cabaret Pompeya" de Andreu Martín no me parece una novela negra clásica, pero es una de las mejores que ha escrito. Es algo diferente, quizás más en la línea de "La verdad sobre el caso Savolta" de Mendoza. Me encantó y aunque sea un tocho de 600 o 700 páginas no cansa en ningún momento.
Hace poco leí también "Sociedad negra" y también me gustó. Ésta ya v más en la línea de sus novelas habituales. Andreu Martín nunca me defrauda.
Siento decir que aún no he leído a Rosa Ribas y ya me estoy retrasando demasiado.

Alice Silver dijo...

Tengo muchas ganas de leer Cabaret Pompeya Ricardo, me interesa mucho la época en la que se desarrolla, aunque lo que acabas de contar del número de páginas me ha dejado asustada. También me interesa el tema que trata Sociedad negra...

Y sí, ya te estás retrasando mucho con Rosa Ribas :), espero que la leas y nos cuentes.

Ricardo dijo...

Mis padres y mis abuelos vivieron aquella época en Barcelona y el tipo de historias que ellos me relataban quedan muy bien reflejadas en Cabaret Pompeya. El libro es largo, pero se devora.

detectives salvajes dijo...

Sin saber a ciencia cierta si cabe aquí este comentario, Alice. Ya lo resituarás, si no es aquí, os dejo aquí mis impresiones sobre "L’Harem del Tibidabo" (Andreu Martín, Alrevés, 2018):
Me gusta volver siempre a Andreu Martín porque mientras dura la lectura estoy en Barcelona, en nuestra Barcelona negra y criminal…
Aquí, la historia tiene como centro de interés las peripecias del propietario de un burdel utópico en Barcelona para sobrevivir a su propia historia (sus orígenes) y al brutal hostigamiento por parte de una red de criminales que quieren usurparle el negocio. Una novela muy bien armada en todo. La novela es básicamente divertida (cuando debe serlo), ingeniosa y sorprendente por su protagonistas principal, Mili y con unas escenas de acción que no tiene precio. Y es aquí dónde me gustaría hacer un comentario más incisivo. Andreu Martín es un escritor de oficio y valiente, o quizás sería mejor decir, valiente y por ello buen escritor. Mientras dura la parte del combate final, el autor se para, congela la secuencia, biografiando al malvado de turno; una y otra vez. Doblemente interesante, por originalidad literaria y porque así retrata las miserias de tantos criminales, a voluntad o forzados, por las circunstancias que han envuelto sus vidas y que han ido a zozobrar lejos de sus lugares de origen; gente a menudo desorientada porque “allá” (“aquí”) no pasa nunca nada. Un recorrido por las mafias esclavistas sexuales (y más) que no tiene freno por connivencia con otros criminales enmascarados y oriundos de nuestras ciudades. Putrefacción que conviene airear, ni que sea a nivel literaria con esa frescura que tan bien hace Andreu Martín.
Un gran personaje este “Mili Santamarta”; digno de ser recordado: “Por favor, por favor…”

Alice Silver dijo...

Gracias por tu comentario Detectives Salvajes, tengo 3 entradas de Andreu Martín, cualquiera es buena... tendré en cuenta tu recomendación.