Su padre era gerente para un comerciante de algodón, falleció cuando él tenía trece años y su hermana cinco. Su madre, Otami, consiguió sacar a la familia adelante. En su juventud Hanshichi era un juerguista, se escapó de casa y se hizo ayudante de Kichigorô, un policía de Kanda.
Su primer caso "La farola de piedra" tiene lugar en 1841. Hanshichi tiene 19 años y es aprendiz. Un conocido que trabaja en unos almacenes le comunica que la hija del dueño ha desaparecido.
Tres o cuatro años más tarde Kichigorô muere y deja por escrito su deseo de que Hanshichi se ocupe de su hija y su negocio. Así Hanshichi se convierte en detective, su superiores es Makihara y tiene a su cargo varios ayudantes que colaboran en sus casos.
Hanshichi es delgado, de piel tostada, nariz pronunciada, rostro delgado. Viste kimono y chaqueta de rayas. Fuma tabaco de pipa. Está casado con Osen. Su hermana, Okume, continúa viviendo con su madre cerca del santuario Myôshin, en Kanda. Es maestra de canto.
Fiable, modesto y cortes. Es un hombre racional que desconfía cuando atribuyen los misterios a la presencia de fantasmas. Es piadoso, intenta ayudar a la gente con problemas y da al culpable la oportunidad de suicidarse si con ello evita la humillación y la ruina de un negocio o una familia, pese a que pierda el prestigio personal que le daría la resolución del caso. Como arma usa una porra jitte.
El narrador de las historias es un joven cuyo tío le relató el caso de "El fantasma de Ofumi" donde el protagonista tiene 43 años y resuelve el misterio de una mujer que quiere huir de casa porque el fantasma de Ofumi, una mujer empapada, se aparece a ella y a su hija por las noches en su habitación. El tío del narrador pide ayuda a Hanshichi.
Conoció al detective cuando tenía 73 años, le describe como un Sherlock Holmes de la era Edo y recoge sus torinomochô (casos policiales).
En "La muerte de Kanpei" tiene lugar en 1858, un actor aficionado muere durante una representación pues alguien ha cambiado la espada de bambú con la que debía aparentar suicidarse por una espada.
En "El misterio de la campana de incendios" un barrio anda revolucionado porque la campana de incendios suena a todas horas. Algunos ataques a personas o misteriosos robos hacen preguntarse al vecindario si se es obra de un humano o un fantasma.
"La doncella del daimyô" sucede en 1862. La hija de la dueña de un salón de té es secuestrada. Durante su cautiverio es tratada con mimo y de vez en cuando la permiten volver a casa. Pero cuando los secuestradores ofrecen un trato a la madre ella contacta con Hanshichi.
En "Nieve de primavera" el camino del detective se cruza con el de un masajista ciego que tiene miedo de atender a una prostituta porque le parece percibir una presencia maligna en su casa.
"La mansión de las campanillas" transcurre en 1856. El hijo de un hatamoto desaparece cuando se haya de camino a un examen.
"El guirigay de los gatos" es un relato misterioso, una mujer es obligada por sus vecinos a desembarazarse de sus 20 gatos, al poco tiempo aparece muerta en su casa.
En "La celebración del paso de la montaña" Hanshichi viaja hacia el balneario Hakone para visitar a la mujer de su jefe. Cuando en una posada del camino se le presenta la ocasión de investigar un asesinato.
"El caso del halcón desaparecido" tiene lugar en 1859. El halcón del palacio del shôgun ha desaparecido y el halconero deberá hacerse seppuku si no aparece.
Comentario personal
Los relatos de Hanshichi son interesantes, entretenidos y están muy bien escritos. Son una manera inmejorable de acercarnos a Japón y conocer la composición política, social, económica y familiar de finales de la era Edo (1603-1868).
Nos familiarizamos con su calendario y celebraciones. Conocemos la estructura de la policía y aprendemos que tienen ingresos bajos que les obligan a tener otros negocios. Vemos a los ciudadanos acudir con frecuencia a los baños, como se organiza un vecindario o cómo se enfrentan a los incendios. Asisten con frecuencia a los templos y no dudan en atribuir a fantasmas y espíritus los hechos misteriosos. Son amables y educados y el honor es tan importante para ellos que no dudan en practicar el seppuku (harakiri) si piensan que van a perderlo. Me ha sorprendido la familiaridad con que habla del trabajo de las prostitutas, desprovista de juicios morales. O el papel de la mujer, más relevante social y familiarmente que en el occidente de la misma época.
No tiene mucho sentido comparar al protagonista con Sherlock Holmes, pese a que el autor leyera al famoso detective y el narrador lo compare con él. Hanshichi no es un maestro en el arte de la deducción, conoce a sus vecinos y la naturaleza humana y en base a su experiencia tiene intuiciones que le guían por el buen camino.
La edición de Quatermi es maravillosa, está muy bien traducida y hay muchas notas a pie de página que ayudan a comprender y contextualizar la lectura.
Para comer: Anguila asada, tanemono (cuenco de fideos soba con sopa) de arare (arroz inflado y tostado) y algas nori o Soba de Hanamaki (sopa de fideos de alforfón con alga nori seca y tostada. Para merendar: Té con dulces. En todo momento: Sake, por supuesto.
Relatos de Hanshichi
Hanshichi. Un detective en el Japón de los Samuráis (Hanshichi torimonochô. Edo meitantei monogatari, 1916 - 1939)
- El fantasma de Ofumi (Ofumi no tamashii, 1917)
- La farola de piedra (Ishi dôrô)
- La muerte de Kanpei (Kanpei no shi)
- El misterio de la campana de incendios (Hansho no kai)
- La doncella del daimyô (Oku jochû)
- Nieve de primavera (Haru no yukidoke)
- La mansión de las campanillas (Asagao yashiki)
- El guirigay de los gatos (Neko sôdô)
- La celebración del paso de la montaña (Yama iwai no yo)
- El caso del halcón desaparecido (Taka no yukue)
- La residencia de Mukôjima (Mukojima ryô)
- La batalla de las mariposas
- El monje del mar
- El raijû y las serpientes
- Las carpas doradas de invierno
- Los hongos matsutake
- El muchacho de un solo ojo
- Las tres voces
- Los cortes de pelo a la infantería
- Las dos esposas (Futari Nyôbô, 1937)
Películas
Shin Hanshichi torimono chô, 1997. Japón. Intérprete: Hiroyuki Sanada (Hanshichi)
El autor
Keiji Okamoto es el nombre real de Okamoto Kidô, 岡本 綺堂. Nació en 1872 en Shiba Takanawa, un barrio de Minato en Tokio. Su padre fue un samurái que tras la Reforma de Meiji dejó el servicio del Shogûn (gobernador) y comienzó a trabajar como traductor para la Legación Británica.
No pudo estudiar en la universidad. Era un gran aficionado a la lectura en inglés y japonés y tras su graduación en secundaria en 1890, Kidô comienza a trabajar en el periódico Nichinichi Shinbun como crítico teatral. Fue corresponsal en Manchuria durante la guerra ruso-japonesa.
Fue aficionado desde niño al kabuki, del que oía hablar a su madre y hermana cuando llegaban de las representaciones a las que él no podía asistir. En 1896 publica su primera obra de kabuki, Shishinden (El salón de ceremonias) y en 1902 estrena la obra Kogane no Sachi Uwasa no Takanami (Las altas olas de la orca dorada), llegó a publicar cerca de 200 obras de kabuki, las más famosas son: Shuzenji monogatari, Muromachi gosho, Sasaki Takatsuna, Toribeyama shinjū, y Banchō Sarayashiki.
En 1916 comienza la publicación de los relatos de Hanshichi que publicaría regularmente hasta 1937.
Murió en 1939 a causa de una neumonía.
Otros libros traducidos al español
9 comentarios:
Algunos comentarios del Cajón de sastre:
José María dijo...
Os recomiendo encarecidamente un libro encantador, Hanshichi, de Okamoto Kidô, que es una colección de relatos con un investigador en la ciudad de Edo, la actual Tokio, a mediados del XIX. Parece que está inspirado en Holmes, pero tienen un encanto muy particular, por lo que cuentan de la época y sus gentes, y el prota es muy interesante.
20 de diciembre de 2012 11:45
Natalia D. dijo...
Hanshichi, de Okamoto Kidô. Este libro es una estupenda curiosidad, compuesto por una recopilación de relatos de misterio desentrañados por el detective japonés, Hanshichi. Las narraciones están ambientadas en la época inmediatamente anterior al emperador Meijí, es decir en los últimos días del Japón feudal, lo que permite la presencia de notas fantásticas (la presencia de espíritus, o el temor a ellos, impregna las narraciones), propias de las sociedades de antiguo régimen, con la lógica deductiva, la utilizada por Hanshichi, característica ya de las sociedades modernas. Okamoto Kidô se basó en Sherlock Holmes para crear su personaje (en 1917), pero, desde luego, no es una mera copia del británico, ya que tiene unas interesantísimas peculiaridades nacidas de la descripción de la sociedad japonesa de aquella época. Es una joyita de libro, con una edición, además, muy cuidada, llena de notas aclaratorias y un buen prólogo.
14 de enero de 2013 12:36
Ojalá que sean mejores que las novelas de Sano Ichiro, de la autora Laura Joh Rowland, también ambientados en el final del Japón feudal.
Me gustaba mucho la ambientación y en gocé mucho de las novelas que leí en castellano, las últimas. Pero cuando empecé a leer las del principio, me aburrí tanto que no pude terminarlas. Y el personaje que parecía tan recto, tan honorable, casi viola a una mujer ¡porque se enoja con ella! No. No más Sano Ichiro.
Cuando termine con todos los libros en la torre me haré con estos. Alice, acabo de ver en Amazon que " Hanshichi. Un detective en el Japón de los Samuráis" tiene una crítica en Amazon llamándole libro para niños. ¿Es tan simple?
Yo no lo veo para niños GatoQ, ten en cuenta que también suelen situar los de Sherlock Holmes en las estanterías de infantil, nunca lo he entendido. Los relatos sin ser un prodigio de la literatura son entretenidos y fáciles de leer, eso sí.
De la autora que mencionas intenté leer el primero y lo dejé por aburrimiento no recuerdo el título pero se tiraban 100 páginas subiendo una montaña.
Interesante aporte.
Espero que te guste si te animas a leerlo Crisantemo Rojo
Hola Alicia.
Hace poco descubrí tu blog y pensé: este es mi blog!!!.
Desde que era una quinceañera (o incluso desde antes, cuando leía las aventuras de "Los Cinco"), me han entusiasmado las novelas de detectives y ya no sé cuantos tengo como favoritos.
En la medida de lo posible te sigo y sigo a tus lectores entre los que ya me incluyo.
Un beso y hasta pronto.
Bienvenida Tirsa, siéntete como en casa, aquí somos muchos los que compartimos la afición casi desde niños :)
A mí no me ha gustado nada este libro. Cuando lo leía pensaba en el comentario de este blog en que se preguntaba si era un libro para niños. La verdad es que a mí me ha dado esa sensación. Igual es que estoy acostumbrado a otro tipo de novela negra, pero en todos los relatos que he leído (no me pude acabar el libro) se descubre al culpable mediante ciencia infusa, como sacándose un conejo de una chistera. No se siguen pistas, indicios... simplemente se cuenta qué es lo que ha pasado (robo, asesinato...) y solo con oír la historia, Hansichi ya sabe quién es el culpable, muchas veces con unas argumentaciones que a mí me parecen muy infantiles, como de un relato para niños de menos de 10 años.
Simplemente quería aportar un punto de vista diferente.
¡Enhorabuena por el blog!
En el aspecto policial estoy de acuerdo contigo, las historias no valen mucho, se supone que el protagonista conoce a sus vecinos y por eso es capaz de sacar los conejos de la chistera. Sin embargo en el aspecto histórico y sociológico me parecieron muy interesantes, además de estar bien escritos...
Te agradezco en cualquier caso tu opinión diferente ¡Gracias!
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