Es delgado, musculoso, con cuerpo de nadador. Audrey Hepburn es su inspiración y Alain Delon su modelo de hombre ideal. Practica el thai-kickboxing y el aikido, si es preciso con la minifalda puesta. Le gustan los hombres de pelo en pecho, cocinar, los concursos tontos de televisión y la música clásica, especialmente Bach y Händel.
En "El beso asesino", que es bastante entretenida, una de las chicas de su club es asesinada. El protagonista sabe que la policía lo calificará de "suceso de travestis" y no hará nada y decide investigar por su cuenta. Su curiosidad le arrojará en medio de una investigación peligrosa donde se enfrentará a mafiosos y chantajistas.
Recorreremos las calles de Estambul en taxi y nos asomaremos a las comunidades de vecinos, los clubs nocturnos y las mezquitas, mientras nos mezclamos con gente de todo tipo y conocemos las aventuras y desventuras del protagonista y sus chicas.
En esta novela no conocemos el nombre del protagonista, los otros se dirigen a él como "abi" (hermano mayor) o "abla" (hermana menor) según las circunstancias. Su nombre real se revela en el 5º libro.
En otros países la serie es conocida como "Hop-Ciki-Yaya". Somer ha recuperado esta expresión que se utilizaba antes de los años 70 para denominar de una manera "amable" a los homosexuales en Turquía. Surgió de una canción de animadoras de los años 50 y 60.
El beso asesino (Buse Cinayeti, 2002)- Los crímenes del profeta (Peygamber Cinayetleri, 2002)
- Jigolo Cinayeti, 2003 - The Gigolo Murder
- Peruklu Cinayetler, 2004 - The Wig Murders
- Huzur Cinayetleri, 2004
- Ajda'nın Elmasları, 2006
- Kader'in Peşinde, 2009
Escribo también el título en inglés porque entiendo que será más fácil localizar y leer las obras en este idioma si os interesa el personaje.
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© Serkan Eldeleklioglu
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Mehmet Murat Somer nació en Ankara en 1959. Se licenció en ingeniería industrial por la universidad de Odtü y en 1982 se trasladó a Estambul. Trabajó como ingeniero en Sony y como empleado de banca en Citibank. Desde 1994 trabaja como consultor y formador. En 2001 escribió su primer libro. Ha sido guionista de varias películas y series de TV como "Hürrem Sultan".
Otros libros
Şampanya Üçlemesi - Trilogía Champagne
Şampanya Üçlemesi - Trilogía Champagne
- Holding, 2005
- Podyum, 2007
12 comentarios:
Alice, estoy pendiente de recibir The gigolo murder. Lo pedí hace unos días a Amazon. Ya te contaré pero ciertamente el personaje es de lo más atractivo.
Un saludo y felices fiestas
Hola Alice
paso a felicitarte las fiestas y a decirte que he pasado mucha envidia con vuestro encuentro "oriental", ¿no te debía yo una comida?, jejeje.
Vendré a revisar esta entrada, en la que he visto al vuelo palabras turcas, qué bonito y qué dificil es este idioma, recorrer de nuevo Istambul es un aliciente suficiente para mi. Gracias por otro descubrimiento detective!!
Acabo de anotarlo como uno de los próximos a tener en cuenta, Silver, porque el apartamento que le has preparado, me ha parecido de lo más seductor. Veo que no te das respiro. Me alegro.
José Ignacio, ya me contarás que te parece "The Gigolo Murder", a mi "El beso..." me ha gustado pero creo que no es un auténtico policiaco.
Sí Maribel, me debías una comida aunque fuera virtual. Nos acordamos de los Guisantes en nuestro encuentro, a ver si cuando vengais de nuevo por aquí podemos vernos todos. Seguiré con los detectives turcos, todavía tengo algunos en la guantera. Fuí a Estambul hace mucho, tengo que volver.
Boga, espero que te guste y sí me voy a dar un respiro.
Aprovecho para deciros que esta será mi última entrada del año. Volveré a publicar después de Reyes. ¡Felices fiestas a todos!
Es lo que tenemos los programadores informáticos, que tenemos una vida muy loca fuera del trabajo.
Me pregunto cómo será ser travesti en Turquía... desde luego el personaje es muy original.
Maribel: Pues sí, en nuestro súper encuentro oriental, hablamos de vosotros, y siendo los expertos, podíamos retomar el tema de la exposición que no pudo ser... bueno, si venís no faltarán planes...
Muy felices navidades, Alice y Feliz Año Nuevo.
Muy bueno Loque... por lo que cuenta el autor en algunas entrevistas ha existido bastante tolerancia con el travestismo en la cultura turca... la verdad es que ni idea.
Aprovecho para felicitaros a todo el año desde Tenerife.
Mmm Tenerife, buena tierra esa ... la mía. Ya lo decía Julio (César) "nadie ama a su tierra porque es la mejor, sino porque es la suya"
Feliz año, y si tomas mucho sol, ponte una buea crema ;)
Cuando vuelva de mis vacaciones de esquí te pongo algo en la habitación de Yasmina Khadra, que por cierto tiene nueva novela en las librerias, y por lo que veo en lo alto de las listas
Buen post,como es habitual, Miss Silver.
Aunque, ¿no le parece algo desdibujada El Beso Asesino?
No acaba de funcionar ni como policial,ni como crónica costumbrista post moderna a la turca.
En mi opinión, of course
Luis de Luis
Tacitus, no sabía que esta era tu tierra, en cualquier caso, lo estamos pasando estupendamente, muy buena temperatura, unos pueblos preciosos, la comida fenomenal. Espero tus comentarios sobre Khadra.
Deluis, tienes razón, como policial no vale mucho, quizás para mi como crónica costumbrista más, aunque más del ambientillo de un club de travestis que de la modernidad turca.
Me ha desisteresado casi desde el principio, tanto la trama como sus personajes. Aburrirse con "una de detectives" es casi un pecado que me he negado a cometer, recurriendo al vuelo rasante sobre el resto de las páginas y, aún así, no he podido con ella. Otra vez será. O no.
Os recomiendo mucho una novela muy divertida y apasionante, Los crímenes del profeta de Mehmet Murat Somer. Un investigador travesti que investiga asesinatos en serie de travestidos en Estambul. Muy divertida y muy seria, muy clara pero no sórdida, que es un thriller que pilla, pero de paso cuenta mucho de Estambul, los fundamentalistas musulmanes, la hipocresía de ciertos estratos sociales y las luces y sombras de la comunidad travera. Estupenda.
Pues me apetece reencontrarme con el personaje José María, me gustó la primera, aunque como ya comentaba como policíal no valía mucho.
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