Esta mesa redonda tuvo lugar el sábado 6 de febrero a las 11:00 en la Biblioteca de la Barceloneta - La Fraternitat - C. del Comte de Santa Clara, 8-10.
Raúl Argemí introdujo a los autores que hicieron una pequeña presentación de sus últimos libros.
José Luis Correa habló de "Ojos de sirena", la cuarta entrega del detective canario Ricardo Blanco.
Rosa Ribas, nacida en el Prat de Llobregat, lleva varios años viviendo en Fráncfort. Su personaje, la Comisaria Weber-Tejedor, trabaja en la misma ciudad, que cuenta con un tercio de inmigrantes y parejas mixtas, como sus propios padres, un trabajador de la Opel y una emigrante gallega.
Francisco José Jurado, autor de "Benegas". Su personaje, que a Argemí le recuerda a Maigret, es Inspector jefe de la Brigada de Homicidios de Córdoba, una ciudad con alcaldes comunistas desde la Democracia, pero gobernada realmente por la Iglesia y los empresarios. Benegas es un tipo normal, un funcionario que a veces se coloca del lado del delincuente. Uno de los casos que investiga en su primera novela, se basa en el hecho histórico de bebés de padres republicanos, que fueron secuestrados y pasaron su vida apartados de sus orígenes; otro se centra en la muerte de un profesor de facultad, que tiene contactos en el mundo de la prostitución.
Eduard Pascual, mosso d'esquadra y autor de Códex 10, una novela diferente que intenta sumergir al lector en una auténtica investigación policial, viajando en un coche patrulla, sintiendo el peso de una pistola... Existen varias tramas secundarias que ocultan la principal. La mayoría son casos reales que se basan en su experiencia como policía. El libro tiene un final abierto porque así es la vida en una comisaría, nunca termina.
Domingo Villar, gallego afincado en Madrid. Raúl Argemí comenta el éxito de su última novela, que atribuye a la autenticidad de sus personajes. Domingo quiere recuperar la voz de los ancianos, "La playa de los ahogados" es una novela policíaca, que encierra una historia de amor a la gente de su tierra.
José Ángel Mañas, autor consagrado que se ha adentrado en el género policíaco con Antonio Domínguez Leiva con la serie de 21, protagonizada por un hombre con ventiun dedos y mil caras. Su última entrega es "El quatuor de Matadero", un "Cosecha Roja" a la española donde "Poisonville" es "Matadero", una ciudad que recrea la Marbella de Gil. En este cuarteto de novelas, la policía es una banda más.
Preguntados los autores por la relación de su obra con su propia experiencia, Rosa Ribas nos cuenta que, releyendo sus textos descubre temas que no es capaz de ver cuando está inmersa en ellos. En su primera novela "El pintor de Flandes" hay algo de su experiencia como inmigrante, el protagonista conoce el idioma de sus conciudadanos pero estos no le entienden. En "Con anuncio" habla del racismo cotidiano, no el de los nazis a los que se ve venir, sino el que sale de dentro, el miedo a lo diferente, el choque cultural en lo pequeño, los estereotipos culturales como cuando te dicen "eres muy simpática para ser catalana" o "muy puntual para ser española" o si llegas tarde "se nota que eres española". Argemí recuerda una escena que le parece brillante, en la que la Comisaria debe decidir si actuar como española o como alemana, como autoridad o como hija.
Según Mañas todos los escritores piensan que crean personajes pero muchas veces descubren que están hablando de si mismos. El yo social y el yo interior se alternan en lo que uno escribe.
Domingo Villar cita a Bioy Casares: "La literatura permite vivir y pensar en la vida". Lo urgente nos hace olvidar lo importante y la literatura permite volver sobre uno mismo.
Eduard Pascual explica que muchos policías se sienten identificados con sus personajes, que representan estereotipos: el pelota, el que pega la puñalada trapera, el "mal parit". Durante la presentación de su libro en el club de lectura de la prisión de Figueres, algunos delincuentes manifestaron su sorpresa sobre su conocimiento de "el otro lado".
Jurado cuenta que su personaje es independiente de él. El rencor y el odio mueven el mundo, no tenemos el control de nuestras vidas, siempre hay algún gilipollas que puede interferir en ellas. En cualquier circunstancia o geografía se dan sentimientos de ese tipo pero no por ello nos convertimos en asesinos.
A José Luis Correa a menudo le preguntan si cree es necesario que siempre muera alguien en sus novelas. Él cree que es imprescindible para que terminen bien. En uno de sus libros el protagonista se pasa una semana en el tanatorio mientras las muertes de sus conocidos van encadenándose. Cree que ha plasmado en ella el miedo que como hijo pequeño de una familia amplia, siente ante la muerte de sus seres cercanos.
Raúl Argemí cree que parte del éxito actual de las novelas policíacas se debe a que muestran que los asesinos no son distintos al resto de la gente.
Una persona del público pregunta ¿escriben con un guión, una estructura?
Francisco José Jurado cree que si escribes sin estructura puedes terminar escribiendo tantas páginas como Stieg Larsson. Él construye primero los cimientos básicos y luego desarrolla el resto. Ahora mismo está trabajando en la estructura del siguiente Benegas.
Ribas coincide con él, planifica su estructura.
Argemí explica que unos autores escriben con plano y otros con brújula.
Correa afirma ser de los de brújula. Sus personajes son independientes, va cambiando de asesino, lo único que permanece es la idea.
Pascual tiene una estructura básica pero le gusta leer la historia mientras la escribe.
Villar, como buen gallego, se siente genéticamente incapacitado para desempatar, tiene escenas en la cabeza que van tomando forma. El relato policial está estructurado, lo demás no.
Mañas crea a sus personajes y los deja libres.
Alguien del público pregunta ¿cómo se documentan?.
Raúl Argemí ha buscado en youtube imágenes de peleas.
Jurado investiga en archivos y aunque su personaje reniega de los CSIs necesitó la ayuda de un forense técnico para concretar algunos detalles.
Para Rosa Ribas la documentación es fundamental. Es necesario tener el control y dominar lo que se está escribiendo, tener un poso que haga innecesario escribir notas a pie de página. Se ha documentado sobre como funciona la policía alemana y acerca del mundo de la publicidad. Ahora está trabajando en su próxima novela, que se desarrollará en el aeropuerto de Frankfurt y se informa sobre el funcionamiento de este microcosmos en que trabajan tantas personas como las que viven en su ciudad natal.
Correa, que es escritor a tiempo parcial, no dispone de mucho para documentarse, por eso sus novelas transcurren en Las Palmas y explora terrenos conocidos como los sentimientos.
Domingo Villar se documenta aunque luego no utilice toda la información. Para su última novela estudió como trabajan los carpinteros, como se recogen las redes del mar...
Para Mañas la literatura y la realidad van unidas. Está escribiendo sobre una novela que se desarrolla en 2005 y le preocupa meter la pata con el tiempo que hacía en un día concreto. Cree que los autores que escriben sobre temas históricos, por ejemplo Alejandro Magno, tienen más libertad, ya que las fuentes son más lejanas.
Finalmente una persona del público les preguntó ¿por qué no hay un boom del cine policíaco paralelo al éxito del género en la literatura?. Villar cree que "Celda 211" y "El secreto de tus ojos" son dos grandes películas policíacas que están recibiendo todo tipo de reconocimientos. Aunque muchos de ellos no creen que las adaptaciones al cine de las novelas sean exitosas, Francisco José Jurado cuenta que hay un par de productoras interesadas en su obra y José Ángel Mañas defiende que la película de "El Padrino" es superior a su novela.
Me encantan las novelas policíacas, clásicas o actuales, de Christie a Larsson, pasando por Grafton, Camilleri y Mankell. Sus personajes se han convertido en mis amigos. Busco sus historias descatalogadas en bibliotecas y librerías de viejo y rastreo sus novedades en escaparates físicos o virtuales. Espero que os guste el blog y os ayude a encontrar autores o algunas de sus obras que no conozcáis.
martes, 9 de febrero de 2010
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28 comentarios:
Alice muchas gracias por acercarnos esta interesante mesa redonda a todos los que no pudimos estar allí.
Mal parits los hay en todos los sitios. Coincido en que la novela de Domingo Villar es además de una estupenda novela policiaca, una novela de amor a su tierra (algo que creo había dicho ya al hablar de él)
A los otros no los conozco, tendré que hacerles un hueco.
Me he leído las entradas al revés, esta la primera.
¿Fue tan interesante como parece? A mí me ha encantado y ni estuve ni nada. Muy buen resumen y muy sugerentes todos los temas.
Lo del policía que escribe sobre su trabajo real me ha encantado. Y lo de la presentación en una cárcel ¡qué buena idea!
Gracias por informarnos, estoy encantada.
Gracias por la información, Alice. Buen reportaje. Saludos
José Ignacio y Elementalqueridoblog. Me alegra que os interese la información.
Lammermoor, yo estoy en pleno ataque de ansiedad, por si ya tenía poco que leer, todos estos autores más... ¡Menos mal que Domingo Villar escribe despacio!
Loque, Eduard contó también que no esperaba que asistiera nadie, pese a que los presos tienen mucho tiempo para leer, no creía que aceptaran muy bien la novela de un policía... y sin embargo el encuentro fue un éxito
Hola. No quisiera importunar este debate con un sentimentalismo, pero quiero agradecer a Alice que haya descrito tan bien una mesa de hora y media. Me encantó conoceros. Un beso.
Qué más podemos pedir, Alice tu infiltrada en esa interesante mesa redonda!!. Me llama poderosamente la atención Ribas y sus experiencias en Frankfurt, se agradece encontrar una comisaria, jejeje.
De Domingo Villar, de momento tengo que conformarme con lo que decis tu y Lammermoor, y las entrevistas, hay que ponerle remedio. Y que escriba despacio, por favor, a ver si me da tiempo de ponerme al día. Que conste que todo es porque no encuentro su primera novela (soy obediente y Lammermoor me dijo que primero la primera)
Después de este tostón sólo me queda preguntar: ¿ no se habló de comida?, jejeje ;-)
Un abrazo
Espléndido trabajo para acercarnos esta edición de BC Negra con rigor y amenidad.
Un acierto informativo para amantes del género negro negrísimo,con detectives singulares, a algun@s de los cuales debo momentos tan incompartibles... como las plumas estilográficas.
Esas ventanas en tecnicolor han puesto en alerta 3 mi vena mitómana y curiosa.
Has conseguido que me sienta participante virtual en los paseos y visitas camino de los encuentros, con gastronomía y algún tumulto incluídos.
De los autores que mencionas, he anotado en mi agenda de citas a ciegas los nombres que me resultan nuevos, y con los que considero de la familia, he levitado, bueno, no se exactamente si con ellos o con Leo Caldas, Méndez, Rebus...
Lo dicho, Silver, un verdadero placer seguir encontrando tan estimulantes las visitas a esta casa tuya.
Eduard, gracias por la visita, para mi es un placer contar estas cosas para un público y unos autores tan agradecidos.
Maribel, de Domingo Villar había una pila de "Ojos de agua" en Negra y Criminal, obligué a Isabel a punta de pistola a comprárselo :). Y no, creo que no se habló de comida, aunque ahora que lo dices voy a poner que comimos en Casa Leopoldo en la otra entrada.
Boga, cuanto tiempo sin verte por aquí. Me alegra que la entrada te inspire para descubrir nuevos autores.
Ya estoy preparando la de Rankin/Rebus.
He de contaros a los demás que la Sra. Vante es mi correctora de estilo y me ha ayudado y perseguido implacablemente hasta que hemos dejado la entrada en su estado actual, sin tantas repeticiones como al principio.
Vaya. Me dio pereza ir y acabo de arrepentirme amargamente. No reconocí tu sombrerito el viernes en lo de Rankin.
Ni yo reconocí tu cara de vinagre. :). Todavía estoy preparando mis resúmenes de Rankin, Terenci y los nórdicos. Veo que tú me sacas dos cuerpos.
Muchas gracias por tu crónica.
Ya la he enlazado.
Un abrazo y hasta la próxima.
Gracias a ti, por la visita y por el enlace.
Un abrazo
Es que yo ya no doy para más. Estaba incubando una faringitis (de la que ahora convalezco) y a los nórdicos ya no llegué viva. Por cierto, coincidí con Thompson en la cola de facturación del aeropuerto el domingo por la tarde cuando me volví pa Bilbao.
Noemí, espero que te mejores, es que la vida del bloguero es muy dura. A mi el Thompson me pareció un poco sobradete... todavía no le he leído.
Hola, creo que en la mesa redonda de los nórdicos hubo algún problemilla de traducción y por eso no fluyó la cosa del todo. Yo tampoco he leído a Thompson. No me gusta que empiecen las novelas con truculencia. Bueno, en general, la truculencia me sobra siempre. Es un recurso demasiado fácil. Y no miro a nadie, pero me refiero a Mankell.
Si, la charla no fue tan fluida o quizás ya estábamos cansados. K.O. Dahl me gusta mucho y me pareció el más ameno de los 3. Acabo de terminar la novela de Wolf y me ha aburrido bastante. El lunes o el martes publicaré la entrada sobre esta mesa.
La truculencia no siempre me disgusta, sólo cuando es gratuita. Wallander es uno de mis favoritos, aunque hace tiempo que no he leído nada.
Alice ¿a que esperas para leer el Hombre inquieto? No calificaría de truculentas las obras de Mankell. Los asesinatos son violentos pero no se "regodea en ello".
Lammermoor, espero el momento en que "me llame", ahora mismo hay otras cosas que me apetecen más, estoy un poco harta de nórdicos y voy en busca de americanos y destinos exóticos. Yo sí creo que los asesinatos que describe son truculentos y a veces innecesariamente crueles, al menos así los recuerdo. Por cierto, estoy leyendo una novela policíaca de una escritora india que creo que te gustará: Kalpana Swaminathan.
Alice:
Hasta hoy tengo tiempo para leer con calma y absoluta paz tus entradas, y esta ha sido una gozada. Sólo puedo imaginarme el deleite con que debes haber estado ahí. ¡Que gusto me da que hayas podido asisitir y estar en vivo y directo con estos autores de este género que tan bien dominas!
Me ha encantado la cita de Bioy Casares, y me la llevo para mi blog ;). Me encantó la breve presentación de cada autor y me pareció muy interesante la pregunta que les hicieron y lo que ellos respondieron. ¡Excelente reseña! ¡gracias Alice!
Un beso,
Ale.
Hola Ale,
Me alegra que te guste la entrada. La verdad es que disfruté mucho con estos autores. Sólo había leído a Domingo Villar y el resto me parecieron muy interesantes, no se si habrán publicado sus obras en México. Ya tengo el primero de Rosa Ribas esperándome en mi mesilla.
Hoy fui a la librería y puedo decirte que no encontré nada de Rosa Ribas, el de "Benegas" lo tenía en el catálogo, pero no físicamente (como para comenzar a investigar ¿dónde quedó la bolita?), los de Domingo Villar se conseguirán pronto y José Angel Mañas no se consigue.
Sin embargo, yo sigo leyéndote. Este cuatrimestre vendrá muy pesado porque tengo que hacer, además de todo lo que ya hago, el servicio social de la carrera así que mis tiempos de lectura se reducirán considerablemente, pero espero comenzar a leer algo del género policiaco.
besitos,
Ale.
Hola Ale, Te contesto aquí a todos tus comentarios sobre BCNegra. Como sigas así con los libros me van a dar algun premio al fomento de la literatura policíaca. Domingo Villar está muy bien para empezar, auna la trama policial, el sentido del humor y unos personajes entrañables. Al resto los tengo pendientes de descubrir.
La definición de González Ledesma, que mencionas en la entrada de Moix, también es muy certera, el policial reune todos los elementos de la literatura, entre ellos la fantasía y también la justicia vencedora frente al mal, eso también nos tranquiliza.
Casi cinco años después de esta crónica que nos ofreciste, Alice, de la BC Negra, he vuelto a ella buscando información acerca de José Luis Correa, a quien he comenzado a leer por el número 6 de su entrega con detective, que me ha enganchado en las primeras páginas.
Vendré a contar que tal me lo he pasado y si me han quedado ganas de seguirle los pasos, desde el inicio, puesto que tengo la posibilidad de hacerlo.
La siguiente novela del autor se llamará El verano que murió Chabela, y saldrá en Febrero. En las últimas novelas el personaje ha evolucionado mucho, y el inspector Álvarez cada vez cae mejor, con sus problemas de acidez, su olfato detectivesco y su amistad con Ricardo Blanco. Eso sí, Alice, el protagonista ha pasado de ser un ligón, temerario, incluso ha matado, y le han disparado muchas veces, pero ahora rehuye de la violencia y acción todo lo que puede, aunque a veces no puede evitar meterse en peligro, en la última le disparan en el brazo. Ahora tiene pareja estable. Su vida ha cambiado también en un aspecto que no pienso revelar. Lo digo porque sé que te gustan más los detectives de acción y menos los más tranquilos y sensibles (llega a llorar al ver un cadáver de una chica). Pero creo que de todas formas te gustará bastante.
¡Por favor Demanio! ¡no confundamos! :). A mi los que no me gustan son los llorones, los tíos pupas y flojos llenos de autocompasión o a los que su autor hace objeto o sujeto de todas las desgracias. Pero que un protagonista llore al ver un cadáver me parece de lo más sano y normal. Espero poder leer a Correa antes de febrero y dedicarle una entrada coincidiendo con el lanzamiento del nuevo.
Pues aquí está, Alice, esta primera opinión, personalísima, sobre José Luis Correa, al que de antemano te digo que volveré, pero con precaución.
Llego a final de Blue Christmas, exhausta. La sensación que en un principio me encandiló por novedosa, llega a ser tan apabullante que te agota.
Si esta fuera la primera entrega del autor y no la sexta, diría que le pasa lo que a algunos escritores noveles: Tienen muchas cosas que decir y las quieren contar todas a la vez. Pero no, esta nueva andanza de Ricardo Blanco ha tenido cinco anteriores. Así es que, me temo que como apuntaba en la entrevista coral de aquella BC Negra 2010, deja a su personaje que campe por sus respetos y termina por pasar de una atrayente forma de contar a una última parte repetitiva y con más lugares comunes de los que a mi me gusta encontrar en una sola novela.
Correa no solo escribe muy bien, es decir, habla muy bien, sino que aporta un aliciente a sus palabras y es que van entretejidas de otras del hablar canario que me han sabido a gloria. Eso y el recorrido por Las Palmas, detrás de su detective que, en este caso y para mi sorpresa, sufre. Pero no por lo que suelen sufrir casi todos los detectives, sino por algo tan entendible y humano como que, las consecuencias de que una bala le atraviese un brazo... le duele hasta hacerle perder el conocimiento. Y le da fiebre y le tienen que cuidar y están hecho unos zorros.
Como Correa escribe a borbotones y ha dado la palabra a Blanco, como portavoz de todos y cada uno de sus personajes, y de cada uno de ellos hace su pequeña tesis sentimental, a veces su novela me ha parecido más próxima a un discurso filosófico, en el que se pretende abordar la vejez, el maltrato, la prostitución, el matrimonio, los hijos, los abusos…. Auggg.
Es un ¿policiaco? desde luego inusual. Eso sí, le doy la razón cuando en aquella entrevista decía que sobre todo hablaba de sentimiento, que era lo que conocía bien.
Como Correa escribe a borbotones, de todo y de todos, le abordaré a sorbitos porque, si no te proteges, puede llegar a ahogar la parte positiva.
No es un autor para olvidar y le debo otros buenos momentos de la misma historia, pero, conociendo a Ricardo Blanco y su apego sin límite a las palabras, en la próxima estaré prevenida.
Un mes largo después de mi entrada sobre José Luis Correa, algo cicatera por haber leído solo Blue Christmas, última entrega sobre su detective Ricardo Blanco, vuelvo rendida por mor de un personaje que ha conseguido cautivarme, después de haberle conocido y disfrutado como pocas veces, desde su nacimiento editorial hasta aquel final, por el momento.
Mención aparte para Nuestra Señora de la Luna, penúltima aventura, es un decir, y retrato de un personaje que me resulta difícil pensarlo en el papel y no pleno de una humanidad que desborda.
Enriquece Correa su trayectoria vital con una prosa de lujo, una cadencia que mece y unas metáforas que son un regalo para el paladar lector.
El que dice no disponer de tiempo para documentarse, se me ocurre pensar que hubiera pasado si lo tuviera. El cine, los conciertos, la pesca, el carenado de una barca,un paseo por Las Palmas y unos personajes, ay Colacho! que me serán difíciles de olvidar.
A veces una sola lectura no es suficiente. En este caso ha sido así.
Discúlpame, Ricardo.
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